• 03/06/2021 00:00

La derecha peruana y el 'cuco' del comunismo

“La derrota de los candidatos de la derecha peruana no se debe a la presencia del comunismo […]. Se debe a la arrogancia y a la incapacidad de todos los presidentes anteriores […]”

Los partidos de derecha peruanos, lastrados por la incompetencia y un falso discurso social durante décadas, hoy, se encuentran en un callejón sin salida, ante el inminente triunfo del candidato izquierdista y líder docente, Pedro castillo.

Pedro Castillo es un destacado líder magisterial y de procedencia campesina, que ha participado en un sinnúmero de protestas en Perú en pro de mejoras salariales de los gremios de educadores y también se ha identificado como un marxista latinoamericano (corriente de Mariategui) y en contra de los planes de ajuste estructural impuestos por el neoliberalismo, que ha incrementado la pobreza en Perú durante la última década.

Su más cercana contendiente es nada más y nada menos que Keiko Fujimori, la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori (82 años), quien fuera procesado por delitos relacionados con la violación de derechos humanos y corrupción en el país andino. Recordemos que Alberto Fujimori fue electo presidente de Perú en 1990 y luego por medio de un “curioso autogolpe”, en 1992, se proclamó como “Dictador de Perú” por muchos años y luego huyó de este país hacia Japón, su segunda patria, previendo un juzgamiento y encarcelamiento, como efectivamente ocurrió después.

Ante una segunda vuelta, en la cual Pedro Castillo aventaja a Keiko Fujimori por casi diez puntos, la derecha y ultraderecha peruanas han unido todos sus esfuerzos para que no gane el candidato de “Perú Libre” y para ello los medios de comunicación al servicio del “establishment” en Perú han desempolvado el discurso del anticomunismo y el peligro del “totalitarismo” en Perú.

Es el mismo discurso que nos vendieron a los países latinoamericanos durante la época de la “Guerra Fría”, por parte de los EE. UU. y sus aliados, para frenar, supuestamente, el avance del “comunismo” en Latinoamérica.

Es el mismo discurso con ribetes de leyendas urbanas en las cuales se afirmaba en los años sesenta de que los “comunistas son caníbales” y “comeniños”, aparte de que también te quitan todas tus pertenencias y todo pasa al Estado. Fue tan fuerte este tipo de propaganda, que, hasta la fecha, todavía sus efectos resuenan en las frágiles mentes de muchos poblados que prefieren a un militar en el poder antes que a un “comunista”.

El reconocido escritor derechista peruano y defensor de las corridas de toro, Mario Vargas Llosa, quien en un tiempo adversó sutilmente a los Gobiernos militares y empuñó sus escritos furibundos contra Alberto Fujimori, por considerarlo un “Dictador Desalmado”, hoy día está pidiendo la unidad del voto contra el candidato izquierdista Pedro Castillo. Su esperanza es que Keiko Fujimori, la cual tiene procesos abiertos también por actos de corrupción, pueda salvar a Perú de las garras del “totalitarismo de izquierda”.

Decía el sociólogo Agustín Cueva que uno de los problemas de “nuestras democracias restringidas” latinoamericanas es la falta de “propuestas ante las protestas” y el recurrir a propagandas difamatorias de todo tipo en una campaña electoral evidencia este aspecto.

Es claramente entendible que un discurso “anticomunista” en estos tiempos, donde no existe guerra fría y tampoco una amenaza visible de guerra nuclear entre EE. UU. y la desaparecida Unión Soviética, demuestra la falta de argumento serio y la sequía de alegatos creíbles ante el electorado peruano por parte de los “partidos tradicionales”.

El mismo fenómeno peruano y también chileno en el cual la “izquierda” se catapultó de forma meteórica puede darse un día en Panamá, puesto que las condiciones sociales existentes, así como la falta de credibilidad en los partidos políticos S. A. existen desde hace varios años. Me atrevería a decir que, desde el periodo de posinvasión, ninguno de los presidentes que hemos tenido ha sabido darle las respuestas que desde hace mucho la sociedad panameña espera y que las mismas, hasta la fecha, se centran en las demandas sociales y la justicia efectiva ante la “corrupción galopante”.

La derrota de los candidatos de la derecha peruana no se debe a la presencia del comunismo como absurdamente ahora pretenden vender. Se debe a la arrogancia y a la incapacidad de todos los presidentes anteriores que simplemente creyeron que ganar una elección era similar a obtener un premio en la lotería, igual que ocurre en Panamá.

Alguien alguna vez dijo que los latinoamericanos tenemos una memoria muy corta y que los peruanos olvidan fácilmente, pero si Pedro Castillo gana la Presidencia en Perú, esta premisa se iría al piso.

Sociólogo y docente panameño.
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