• 30/05/2023 00:00

Delito de trata de personas, esclavitud moderna

“[...] la trata de personas es un delito complejo, se calcula que más de 800 000 personas son víctimas cada año, siendo destruidas en su dignidad humana”

Las diferentes formas de esclavitud han estado presentes desde los inicios de la historia humana; en la antigüedad, los pueblos conquistados eran sumidos en la explotación en todos los sentidos, pero esto no significa que la misma haya sido erradicada en la actualidad, ya que persiste de manera oculta o bien tolerada, en cierta medida, por una buena parte de la población.

El delito de trata de personas es considerado hoy como la esclavitud moderna. En el siglo XIX, antes se le denominaba “Trata de Blancas”, término utilizado cuando las mujeres blancas europeas eran trasladadas hacia países de Asia, Europa, África y América, con fines de explotación sexual, para ese momento comerciar las mujeres negras era legal, pero abolida la esclavitud, siendo mujeres, hombres y niños libres sin excepción el término correcto es “Trata de Personas”.

Pero la trata de personas no solo se limita a la explotación sexual, ya que la misma es solo una de las formas para que se cometa el delito, también se está en presencia de un delito de trata de personas cuando hay servidumbre sexual o laboral, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, trabajos o servicios forzados, matrimonio servil, mendicidad, extracción ilícita de órganos o adopción irregular.

La trata de personas consiste en utilizar a una persona como si se tratara de un objeto para satisfacer los requerimientos y necesidades propios o de un tercero; usualmente las víctimas son engañadas con promesas de trabajos bien remunerados, cuando en realidad son forzados o coaccionados a participar en prostitución, servidumbre doméstica, trabajo agrícola, fábricas o en otros trabajos sin brindar condiciones laborales mínimas ni retribución salarial justa. Pero también existe un escenario aún más dramático cuando luego de ser engañada la persona también es amenazada por los tratantes con lastimar a los familiares que han dejado las víctimas en sus hogares, en ocasiones los despojan de documentos de identidad, pasaporte, aunque esto no es determinante, así como les imponen la obligación de pagar una deuda por los traslados, alimentación y transporte que se inflan con creces al punto que resulta casi imposible de pagar.

Vale mencionar que, en muchas ocasiones, una persona no se reconoce como víctima, ya que, un hombre o una mujer, puede pensar que realiza un trabajo como el descrito por sus tratantes, pero bajo las condiciones y la remuneración son asimilables a la esclavitud. Por lo tanto, la Ley 79 de 2011 señala que el consentimiento dado por la víctima en los delitos de trata de personas, no exime de la responsabilidad penal, aunque se trate de una víctima mayor de edad.

Por último, la trata de personas es un delito complejo, se calcula que más de 800 000 personas son víctimas cada año, siendo destruidas en su dignidad humana.

Juez de garantías.
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