• 23/05/2024 23:00

Darién: encrucijada y retos

El uso inicial del tapón del Darién como paso migratorio fue a partir de finales de la década de 1990 [...]

El pasado 5 de mayo del presente año, tres de los cuatro millones de panameños fueron convocados a las urnas para elegir, además de otros cargos ejecutivos y legislativos, a su próximo presidente y vicepresidente. El candidato ganador -y ahora presidente electo- es José Raúl Mulino, del partido Realizando Metas, exministro de Relaciones Exteriores y de Seguridad durante la gestión del presidente Ricardo Martinelli (2009-2014). En su primera entrevista oficial, el presidente Mulino se ha mostrado sensible en dos temas de relevancia: trabajar por una economía próspera y detener la migración a través del tapón del Darién.

En efecto, uno de los principales retos con los que se enfrentará la nueva presidencia es la migración no documentada en lo que se conoce como el tapón del Darién. Migrantes de países como Venezuela, Haití, Ecuador, Chile, Brasil, China, India, Afganistán, Camerún, Somalia y Bangladesh, por mencionar algunos, atraviesan la selva de más de 5 mil kilómetros cuadrados que separa a Colombia de Panamá. En los cuatro meses que van del año 2024, el gobierno de Panamá contabiliza el paso de 136.523 migrantes irregulares por esta zona, a quienes aún les resta continuar su camino hacia Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, para llegar a Estados Unidos.

El tapón del Darién es la única vía terrestre que conecta Sudamérica con Centroamérica, la cual se ha convertido en los últimos años en una importante ruta de tránsito para la migración no documentada; casi 500 mil (120.000 de ellos menores de edad) en 2023, 248.000 lo hicieron en 2022 y 133.000 en 2021. Los peligros de la selva y sus inmensos obstáculos son diversos, a este respecto, la organización Médicos Sin Fronteras dio a conocer que de enero a octubre del 2023 se atendieron más de 51.000 consultas médicas (18.000 a menores de 15 años y 888 a mujeres embarazadas), 2.400 consultas de salud mental y más de 300 consultas de violencia sexual.

La ruta de la migración no documentada por el Darién

El uso inicial del tapón del Darién como paso migratorio fue a partir de finales de la década de 1990, principalmente por colombianos que huían del conflicto y la violencia doméstica. Sin embargo, Panamá no comenzó el registro oficial de los cruces hasta 2010. Entre 2010 y 2014, las autoridades contabilizaron una media de aproximadamente 2.400 al año. El primer repunte tuvo lugar en 2015 y 2016, cuando se identificaron unas 30.000 llegadas anuales. Tras un descenso temporal, la cifra casi se ha duplicado anualmente desde 2021; 2024 no parece ser una excepción. Las autoridades panameñas, con apoyo de agencias del gobierno norteamericano, afirman que Darién se ha consolidado como una ruta de tránsito y han podido confirmar que los migrantes han compartido información sobre las mejores formas de cruzarlo.

Las razones del incremento son múltiples, los migrantes de Sudamérica y el Caribe tienen dificultades para conseguir visados para México y países centroamericanos y, por lo tanto, carecen de vías alternativas para llegar a Norteamérica, el cual es su objetivo final. Muchas personas se ven obligadas a abandonar sus hogares por factores como la represión y el colapso económico en Venezuela, la inseguridad y la inestabilidad política en Ecuador y la situación de crisis casi permanente en países como Haití. Según estadísticas proporcionadas por las autoridades del Servicio Nacional de Migración, el ministerio de Salud y organizaciones de la sociedad civil de atención a migrantes, los migrantes de Venezuela, Ecuador y Haití habían representado alrededor del 84 por ciento de todas las personas que habían cruzado el tapón del Darién, durante el año 2023.

Otra tendencia notable en el Darién ha sido el movimiento de personas de fuera del hemisferio occidental - en particular de África Central y Occidental, Oriente Medio y Asia Meridional. De acuerdo con las últimas estadísticas, al 12 de abril de 2024, han entrado 119,000 mil migrantes no documentados; las nacionalidades de mayor ingreso son Venezuela, Ecuador, Haití, Colombia y China, seguido de los extracontinentales.

A partir de julio, con la llegada de nuevas autoridades, se plantea un nuevo escenario, en cómo se abordará la situación de la migración por el Darién. Todo parece indicar que será un cambio sustancial y se buscará una definición más efectiva del papel de los países fronterizos, principalmente con Colombia. El presidente electo Mulino indicó que tiene planeado comenzar una campaña de deportaciones con “apego a derechos humanos y a seguridad,” y realizará lo necesario para que Panamá no sea más una ruta atractiva para la migración: “El Darién no es una ruta de tránsito. Yo lo rechazo rotundamente. Panamá no es una ruta de inmigrantes”, sostuvo Mulino.

Panamá recientemente fue convocado a las urnas, México definirá el próximo gobierno en junio y Estados Unidos en noviembre, por lo cual habrá que esperar los resultados sobre la redefinición de las políticas migratorias en el continente americano, lo cual necesitará de grandes dosis de negociación frente a las casi seguras presiones de Estados Unidos para frenar los flujos migratorios tanto en México como en Panamá, mismos que presentan los extremos de un vértice para la entrada de migrantes no documentados en su tránsito hacia el norte.

El autor es primer secretario de la embajada de Panamá en México
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