• 27/11/2020 00:00

¿La CTDA no tiene quien le escriba?

Añado, ¿ni quien la defienda? Pareciera que fuera cierto, ya que, ante los frontales ataques de una Asociación, los flamantes regentes educativos que la conforman, no se han pronunciado, ni qué decir ¡de su Secretaría Técnica! Pero, no es tan cierto, ya que, en mi calidad de docente, con 38 años de experiencia universitaria, sumados a lo trabajado en el sector público y privado, mi desarrollo de curriculista empírico, ya sea elaborando o evaluando propuestas de carreras a nivel de pre y posgrado, me da probidad para plantear el presente escrito.

Añado, ¿ni quien la defienda? Pareciera que fuera cierto, ya que, ante los frontales ataques de una Asociación, los flamantes regentes educativos que la conforman, no se han pronunciado, ni qué decir ¡de su Secretaría Técnica! Pero, no es tan cierto, ya que, en mi calidad de docente, con 38 años de experiencia universitaria, sumados a lo trabajado en el sector público y privado, mi desarrollo de curriculista empírico, ya sea elaborando o evaluando propuestas de carreras a nivel de pre y posgrado, me da probidad para plantear el presente escrito.

Hace unos meses, la presidenta de la Asociación, de una manera desafortunada y descabellada, hizo unas declaraciones fuera de contexto y no pasó nada; ahora aprovechan la visita de un “consultor” paisano, para revestir unas falsas aseveraciones con mayor eco, porque son conscientes de que los panameños padecemos del “síndrome lo de afuera es mejor”. Por lo tanto, utilizan el Foro de Competitividad para que el “consultor” repitiera: “Desde el 2019 no se aprueban propuestas de carreras nuevas” y añade, de manera irreverente, “el futuro del país está en que se aprueben dichas propuestas”.

Colombia, ocupa el puesto No.57 y Panamá, el 66, en el Listado Mundial de Competitividad 2019. No obstante, Panamá, está mejor situada en pilar No.1 (instituciones) y el pilar No.12 (ambiente para la innovación); con el resto de los pilares la diferencia no es significativa; pero lo interesante, en cuanto a la educación, nuestro vecino, ocupa el sitial No.62 y Panamá, el No.49 (1)! En conclusión, ¿serían un buen referente?

Todo lo anterior, no es producto del azar, sino que responde a un plan trazado, (una conspiración), que es el de desprestigiar a las instituciones públicas, mediante las diez (10) leyes de la manipulación mediática de Stimsit, en especial, a la Comisión Técnica de Desarrollo Académico (CTDA), para que nadie los supervise y fiscalicen, para de esta manera hacer lo que les viene en gana. Verbigracia: ¿por qué no dicen que ahora con la modalidad formativa no-presencial hay docentes con cursos virtuales antipedagógicos con más cien (100) estudiantes, todos aglutinados en una misma aula virtual de carreras diferentes, recibiendo la misma clase sin contextualizar los contenidos y estrategias, cobrando un desnutrido salario por hora, que no se ha incrementado, a pesar de los recurrentes aumentos de colegiatura?, ¿economía de escala?

Pero, la moneda tiene otra cara y es la que muchos desconocen y es la que presentaremos. Hay que estar consciente de que las entregas de las propuestas curriculares de planes de estudios, por parte de las universidades privadas (no es cúmulo de virtudes), no significa que está preaprobadas. Ellas deben pasar por el tamiz de una evaluación por dos docentes experimentados, de acuerdo con una lista de criterios conocidos por ambas partes. Pero resulta, que, en innumerables veces, padecen de las siguientes falencias:

Diagnóstico, que justificaría la creación de la carrera, famélico en cuanto a sustento.

Diagnóstico multipropósito, lo usan para varias propuestas.

Divorcio entre el diagnóstico y la malla curricular y los objetivos de la carrera.

Asignaturas de la malla curricular, sin relación con los objetivos o competencias.

Contenidos de las asignaturas sin relación con los objetivos o competencias.

Bibliografía obsoleta.

Bibliografía que listan, pero no adquieren, dando vida a las bibliotecas “zombies”, nadie sabe dónde están ubicadas.

Pensum planos sin prerrequisitos.

Uso desmedido de los docentes “mentholatum”, o “todólogos” lo usan para impartir el abecedario de las asignaturas.

Postular docentes sin docencia superior en ambientes virtuales.

Creer que porque poseen el uso de plataformas ya están habilitados para impartir un curso virtual. Muchos diseños no cuentan con recursos y materiales didácticos para la educación a distancia con modalidades semipresenciales y virtuales en estricto apego técnico para su elaboración.

Presentar varias modalidades, con la misma estructura curricular del plan de estudio

Presentar la misma carga de créditos, en la modalidad semipresencial y virtual, abusando de las horas prácticas sin su correspondiente cartilla de asignaciones que la justifiquen.

Por estas y muchas razones más, la mayoría de las veces no se aprueban las “propuestas”. Ahora, lanzo una pregunta al aire, para que la Asociación responda: ¿están ustedes al corriente de estas bellezas? ¿Si están, por qué persisten como falencias en las propuestas presentadas? y ¿tendrían la valentía de reconocerlas y remediarlas, las falencias? Paralelamente, otra al “consultor colombiano”, antes de opinar, ¡converse con las partes involucradas! En cuanto, a la sugerencia de acudir a la AIG, y a la CTDA, tengo entendido, que cuenta con un proyecto en ciernes, para sistematizar mediante la informática, su proceso de control, seguimiento y fiscalización.

Como cierre, la CTDA, si tiene quien le escriba, además, quien la defienda, en esta ocasión, un docente evaluador, pero en lo sucesivo, sean todos los que participan en el proceso, en especial, los funcionarios de planta, que todo no es “complacencias”, hay ocasiones, como la actual en la que se deben asumir posturas beligerantes y de defensa de respeto a la identidad de un organismo constitucionalmente creado con el consenso de lo público y lo privado. Ahora, es una magnífica ocasión y no olvidar que “la confianza es buena, pero el control, mejor”, esto es la razón de la CTDA.

https://latam.aeplay.tv/noticias/los-10-paises-latinoamericanos-con-mejor-educacion

Docente, Universidad de Panamá.
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