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- 21/09/2021 00:00
Constituyente o cuentos… Una opinión
A raíz de la manifestación por las reformas electorales, del martes 14 de septiembre de 2021, en las redes sociales circularon mensajes tales como: “primera vez que la televisión y los diarios convocan y asisten. Los de proteger y servir se cruzaron de brazos; distinto a cuando protestan los obreros o las clases populares”.
Opiniones vertidas por adultos jóvenes, profesionales, lo que, a mí criterio, es un indicador del grave deterioro de la educación nacional y de la facilidad con que el poder económico moviliza a las víctimas de sus abusos.
Recordé a un Maestro, que en la primera clase dijo: “Lo más importante en Medicina es el diagnóstico; solo que es el más grande desafío, identificar las causas reales de cualquier dolencia, exige capacidad de análisis y formación básica; en su ausencia, lo habitual son las conclusiones erróneas”. Para aproximarse a la verdad es imprescindible medir qué es discriminar, o sea, reconocer diferencias en los principales parámetros de una estructura o unidad.
El diagnóstico es elusivo, de modo que es fácil perderse en las características de una hoja, sin siquiera advertir el árbol y mucho menos el bosque. Después de treinta años de Gobiernos civiles, ¡no identificar la estructura operativa del Sistema!, es inaceptable; todas las administraciones han llegado a través de elecciones “libres, organizadas y supervisadas” por el TE, y el guion ha sido el mismo: campañas recargadas de promesas y planes de Gobierno para combatir la corrupción, reducir la pobreza, el analfabetismo, etc.; sin embargo, antes de terminar el reparto de los puestos, entre patrocinadores, copartidarios, familiares y amistades, inician el saqueo y las fechorías; los encargados solo han variado en destreza, velocidad y cinismo para lograrlo.
Además, frente al actual estado de descomposición, salir a pedir reformas en las reglas del juego con las que, históricamente, unos pocos, han sometido a la mayoría ciudadana y explotado los recursos de todos en su beneficio, es ver la mugre de la uña en el dedo de quien apunta a las verdaderas causas o perderse en la hoja sin siquiera ver el extremo de la rama.
La corrupción y la impunidad son propias de la partidocracia, que solo le interesa mantener estables las estructuras que les permite dominar y seguir engañando, por eso el financiamiento privado, porque es la inversión más rentable y con impunidad incluida; los une la codicia, la sevicia y las ansias de poder; son parásitos del fisco, expoliadores del patrimonio nacional y mientras más hábiles sean para mentir, más corruptos y creativos, mayores los dividendos para los cómplices y beneficiarios del Sistema; de afuera, el capital financiero internacional, con sus instrumentos (FMI, BM, OCDE, etc.); y adentro, el poder económico, dueños de los medios de producción, de manipulación social y titiriteros de todo el andamiaje institucional.
Los subsidios y los programas de asistencia social son solo válvulas de escape, para disipar la presión de los sectores más golpeados de la sociedad. Por eso el desmantelamiento de la educación y los programas basura y demás distractores de los medios, porque así se aseguran de que la mayoría, inhabilitada para pensar, les seguirá creyendo sus cuentos. Solo identificando las causas reales, será factible generar los cambios que la nación requiere. La lucha en las calles se impone, pero por la construcción de un nuevo pacto social; exijamos el referéndum por una Constituyente, única vía pacífica, genuinamente democrática y fuente legítima del poder público. Usted, ¿qué opina?