La conectividad de Panamá: sus implicaciones para el desarrollo nacional

Sabemos desde siempre que la geografía de Panamá, un istmo entre dos océanos y conectado con Norte y Sur América, nos ha traído grandes ventajas y caracteriza el desarrollo del país.

Por otro lado, el pequeño mercado nacional, algo más de 4.0 millones de habitantes, hace obligante que el país sea exportador de bienes especializados para obtener las divisas que permitan importar lo que aquí no se puede producir.

La conectividad de Panamá ha permitido exportar servicios variados y bienes, aprovechando la ventaja comparativa que brinda la geografía.

La conectividad marítima, liderada por el canal interoceánico; el área liderada por el tránsito aéreo por Tocumen; la de comunicaciones por el uso de los cables submarinos de fibra óptica que atraviesan el Istmo; la bancaria y financiera regional; la terrestre, que transporta carga de Centroamérica a Panamá y viceversa; y la de electricidad de Centroamérica a Panamá y a Colombia y viceversa, todo esto antecedido por la foresta y vegetación que desde siempre atraviesa al istmo de Bocas del Toro a Darién.

La conectividad marítima liderada por el Canal, desde 1914, ha permitido desarrollar los puertos de trasbordo de contenedores más grandes de la región, la Zona Libre de Colón, el principal centro de comercio regional de América Latina, la venta de combustible a los barcos en tránsito y recientemente los cruceros cargados de pasajeros; Panamá-Pacífico, desarrollado por London & Regional en el Pacífico, cruzando el puente hacia el oeste; los hoteles de turistas desde Kobby en el Pacífico a Gamboa y de allí al Melia-Panama Canal y a Colón. Todo esto conectado por el ferrocarril transístmico desde Balboa a Colón, pasando por el lago Gatún.

La actividad económica de todo eso genera el 25 % del producto interno bruto (PIB), calculado en valor agregado neto y miles de empleos. Solo el Canal genera más de 9000 empleos, los puertos más de 6000 y la Zona Libre más de 11 000. Sus salarios entran a la economía local con efecto multiplicador.

La conectividad aérea generada por Tocumen, que, en 2019, tuvo tránsito de múltiples líneas aéreas de norte a sur y viceversa, como también de Europa, el Medio Oriente y, recientemente, de China, el tránsito de pasajeros fue de casi 11 000 personas neto, evitando duplicaciones. Además, empresas como DHL, Fedex y COPA mueven carga aérea valiosa que también crea valor agregado en Panamá. Todo ello ha generado el 5 % del PIB hasta principios de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 frenó la actividad en el mundo, inclusive llevando a la quiebra a varias líneas aéreas y a otras líneas aéreas a declararse insolventes.

La conectividad de comunicación a través de los siete cables submarinos de fibra óptica que atraviesan el Istmo, más que cualquier país latinoamericano, y el volumen de mensajes y datos que transportan, contribuyen con el mundo y benefician a Panamá. Por lo pronto, facilitan las operaciones de los llamados “call centers”, que hace poco generaban unos 12 000 empleos para profesionales.

La conectividad bancaria y financiera con el Centro Bancario Regional que, con sus altas y sus bajas desde 1970, cuando se inició con la ley bancaria, ha mantenido un Centro dinámico, que ahora cuenta con 46 bancos con licencia general, unos 21 bancos con licencia internacional y unos 10 bancos con licencia de representación. El Centro tiene $130 mil millones de activos con depósitos y transferencias nacionales e internacionales. El Centro emplea unos 26 000 profesionales. Además, tiene al Bladex (Banco Latinoamericano de Comercio Exterior), en parte propiedad de los bancos centrales de la región, que opera con todos los países. La SBP lo supervisa. Estas operaciones bancarias son complementadas por la Bolsa de Valores Nacional e Internacional, supervisada por la SMV.

La conectividad terrestre que mueve carga de Panamá a Centroamérica y viceversa. También la eléctrica con el sistema de cables aéreos que transfiere energía eléctrica desde Costa Rica a Panamá y viceversa. Además, se ha hecho acuerdo con Colombia (Medellín), para crear un cable que transfiera energía eléctrica en ambas direcciones.

El turismo por muchos años hasta 2019 ha sido un componente importante del PIB, unos 9.6 %, aproximadamente. En 2020, con la pandemia, el colapso de las líneas aéreas, la cuarentena, ha bajado a muy poco. Hay varios componentes del turismo en Panamá, el de playas, el del Canal, el bancario y comercial de Zona Libre y de compras de centroamericanos, el de convenciones, el de cruceros internacionales y el forestal que viene a ver la vegetación y las aves y el de pesca en el golfo de Panamá. Un grupo selecto es el histórico, que viene a conocer la rica historia del país, incluyendo el Casco Antiguo, Panamá Viejo y Porto Belo.

Hay organizaciones locales, inclusive las hoteleras, que coordinan con agencias en Norte y Sur América y en Europa para promover el turismo en Panamá y dar a conocer la variedad de atractivos naturales del país.

Cuando todo lo anterior se agrega a la contribución marítima, sube la contribución de servicios exportados al PIB a no menos de 45 %, talvez 50 %.

La economía panameña es 83 % de servicios y el 90 % de las exportaciones son servicios. Todo ello es positivo, porque los precios y volúmenes de servicios exportados al mundo son más estables. Todo ello en una economía dolarizada contribuye significativamente, le da gran estabilidad a la economía.

Desde luego, la exportación de bienes contribuye significativamente, sobre todo bienes agroindustriales y más recientemente la exportación de cobre de la mina de Petaquilla.

Debo agregar que, por las ventajas de conectividad de Panamá, 165 empresas multinacionales han ubicado aquí sus oficinas regionales.

El 80 % de la actividad comercial del mundo se llevó a cabo por vía marítima. Como la logística se perfila como la dinámica comercial del mundo, Panamá está bien posicionada para aprovecharlo por todo lo descrito. Hace falta fortalecer la educación de calidad, para que sea el pueblo panameño el que se beneficie de esa oportunidad.

Confío en que esta descripción esquemática de la conectividad de Panamá sea una guía útil para la definición de estrategias y políticas públicas.