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- 26/09/2018 02:00
Panamá y su apuesta por China
En 2017, el comercio total de China con América Latina alcanzó los US$ 260 000 millones, un enorme aumento respecto de los US$ 10 000 millones del año 2000, y el stock de inversión extranjera directa superó de manera similar los US$ 200 000 millones. Recientemente, el gigante asiático eclipsó a la Unión Europea para convertirse en el segundo socio comercial de América Latina después de EE.UU.
Hoy, China es el mayor socio comercial de Brasil, Chile y Perú. Más recientemente, después de una década de relativa estabilidad, China se ha centrado en eliminar a los aliados que mantiene Taiwán en la región, comenzando con Panamá en junio de 2017. Solo nueve países en el hemisferio se encuentran entre los 17 aliados diplomáticos de Taiwán a nivel mundial, como consecuencia de que cada vez más naciones siguen la decisión tomada por EE.UU. en 1979 de reconocer la ‘política de una sola China' y extender las relaciones diplomáticas a China continental en lugar de Taiwán.
Sin embargo los crecientes lazos políticos y económicos de China en América Latina están siendo ahora un tema de debate y preocupación entre los analistas y formuladores de políticas estadounidenses. El mes pasado, la Casa Blanca le llamó la atención a El Salvador por abandonar sus lazos diplomáticos con Taiwán a favor de la República Popular China. Las tensiones se intensificaron más, cuando el Departamento de Estado ordenó regresar a Washington a su embajador en El Salvador y citó a sus principales diplomáticos en la República Dominicana y Panamá para consultas oficiales en respuesta a las recientes decisiones de estos países de reconocer a China.
Las preocupaciones de EE.UU. sobre el papel de China en el hemisferio son claras. En ausencia de un enfoque estratégico amplio para mantener su influencia, las decisiones simbólicas, como la apertura de las relaciones diplomáticas con Beijing, atraen atención negativa en Washington, por parte de los miembros del Congreso y la administración Trump que simpatizan con Taiwán.
Aunque Taiwán sigue siendo ampliamente respetado en América Latina por su impresionante modelo de desarrollo político y económico, programas de ayuda efectivos y una larga amistad histórica, El Salvador, como Panamá, la República Dominicana y la mayoría de las naciones de las Américas, también ven un fracaso en reconocer a China como un anacronismo histórico que está en desacuerdo con sus esperanzas de modernización económica.
A pesar de que el pasado 12 de septiembre el presidente Juan Carlos Varela respondió que la decisión de Trump de llamar a consultas a los diplomáticos ‘son temas internos del Gobierno de Estados Unidos' y que Panamá respeta y asegura que la relación con China va a traer muchos beneficios al istmo y en nada va a afectar la relación con un socio estratégico, no es menos cierto que los Estados Unidos se van a dejar ‘robar el mandado' por los chinos.
Ya amenazaron con cancelar visas a ‘políticos' que pacten acuerdos no transparentes con China, y podrían venir muchas cosas más. Amanecerá y veremos.
ABOGADO Y PRECANDIDATO PRESIDENCIAL.