• 26/01/2025 17:15

Chapman: ¿ciencia o ideología apologética?

El actual gobierno, del que el señor Chapman es ministro de Estado, se niega a entregar los resultados, la metodología y las variables de entrada de las llamadas corridas que, supuestamente, avalan el nefasto proyecto de Ley 163

Joseph Allois Schumpeter, el eminente economista austriaco, en su obra póstuma, titulada History of Economic Analysis (1954), llamó la atención sobre el hecho que cada formulación sobre la economía es presidida por un acto preanalítico, que este autor llamó la visión. Esto coincide con la idea de Tomás Khun quien, en su libro La Estructura de las Revoluciones Científicas (1971), destaca como el primer elemento que distingue a un grupo de investigadores es el paradigma del cual los mismos parten en sus propuestas. De hecho, esto implica la presencia de una cosmovisión y valores compartidos en cada paradigma.

Maurice Dobb, cita en su Teorías del Valor y de la Distribución (1975) a Shumpeter, señalando al referirse a su concepto de visión que: “esta visión es ideológica casi por definición”. Teniendo esto en cuenta es necesario establecer si la visión que anima los análisis de un determinado economista permite o no captar la realidad o simplemente sostener lo que Sweezy llama una ideología apologética, destinada a defender los grandes intereses económicos.

Schumpeter señaló que la manera más adecuada de evitar que la visión invalide los esfuerzos científicos, es por medio de una práctica metodológica rigurosa. Teniendo esto en cuenta es posible, con un par de ejemplos, demostrar que los análisis de señor Felipe Chapman, actual ministro de Economía y Finanzas, tiene un claro sesgo hacia la ideología apologética.

El primer caso queda claro en lo que, a nuestro juicio, es la falsa narrativa sobre la contaminante mina de Donoso, desarrollada por Indesa cuando él mismo era su socio director. En este caso, para comenzar, se ha venido vendiendo la idea de que la mina generaba directa e indirectamente 4,8 % del PIB y 7.000 empleos directos y 40.000 empleos directos e indirectos. Se trata de una idea falsa, proveniente de un manejo metodológico inadecuado.

En relación al empleo, como afirmamos en las audiencias de la Asamblea Nacional, se trata de una cifra extraña, en la que se propone, tomando la relación entre empleo directo y el total, de un multiplicador exagerado de empleo tipo Khan de 7.5, que es a todas luces sobrestimado. A esto se debe agregar, que en el país no existe ni una matriz de insumo producto ni de empleo con el detalle necesario para medir objetivamente el impacto directo e indirecto de la mina de Donoso. La pregunta nunca contestada por el novel ministro de Economía y Finanzas es la siguiente: ¿Cuál fue la metodología con que se cocinaron los datos para llegar a esa conclusión?

En el caso de la generación directa e indirecta del PIB a partir de la actividad minera de First Quantum, no solo es válido el hecho de que no existe una matriz de insumo producto realizada por el INEC, que es el organismo oficial para las estadísticas panameñas, que permita calcular científica y detalladamente el impacto directo e indirecto de la actividad de la mina de Donoso. Sin embargo, en este caso la situación es peor ya que todo economista mínimamente formado sabe que el PIB, por su metodología, no toma en cuenta los costos ambientales y sociales de una actividad como la minería metálica a cielo abierto.

También debe saber que, en estas circunstancias, se debe hacer un esfuerzo dentro de la metodología de costo beneficio, para tomar en cuenta y alertar sobre su existencia, sobre todo porque algunos, como los relacionados con la vida y la salud humana, así como con la biodiversidad, no son conmensurables en términos monetarios. Lo cierto es que, evitando una metodología correcta, el señor Chapman y su equipo obviaron tomar en cuenta los costos ambientales. Nuevamente, la falla metodológica mueve el análisis hacia la ideología apologética.

En el caso de las reformas al programa de IVM, la situación es semejante. Aquí por ejemplo se insiste en sacrificar a la población para salvar el grado de inversión, olvidando que en el país el sector empresarial evade y elude impuesto por un monto anual de más de $7,800.0 millones, principalmente en el caso del impuesto sobre la renta.

El actual gobierno, del que el señor Chapman es ministro de Estado, se niega a entregar los resultados, la metodología y las variables de entrada de las llamadas corridas que, supuestamente, avalan el nefasto proyecto de Ley 163. La posición es tan radical que el señor Mulino ha llegado a acusar de manipulador a todo aquel que solicite dichos elementos.

A final de cuentas se puede concluir que estamos frente a un gobierno y un ministro de Economía y Finanzas que simplemente defienden una visión que sirve a los intereses del capital financiero local y extranjero, así como a las calificadoras de riesgos. Simplemente ideología apologética.

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