• 13/06/2021 00:00

Auxilio… rescatemos 'la Academia'

“¿Responde actualmente la Universidad de Panamá a las necesidades de educación superior del país? Quien indique que sí, está tan atorado como el propio ente”

En breve tiempo, la Universidad de Panamá inicia el proceso de elección de las nuevas autoridades (o recicladas) que estarán al frente de la Casa de Méndez Pereira el próximo quinquenio. Momento oportuno, a nuestro parecer, para volver a intentar recuperar el terreno perdido; o, para mejor entender, no avanzado en los últimos años.

La Universidad de Panamá es la institución de educación superior más antigua del país (cuenta con 86 años), razón especial por la cual debiera ocupar la primera posición en este desafiante mundo de la competitividad y la mejora continua.

A pesar de esto, la realidad es otra, triste y poco esperanzadora. Los “rankings” internacionales UniRank y QS World University Rankings, probablemente los dos más conocidos en la región, ubican a la Universidad de Panamá en las posiciones superiores al lugar 200 (UniRank) y 181-190 (lo que realmente es 185), de acuerdo con QS, con anotación de “bajo” resultado de investigación y un tamaño “XL”. Esto, de acuerdo con información 2021.

No hablemos de las otras universidades en Panamá y menos de la región, especialmente de Centroamérica y el Caribe. No es el caso hacer comparaciones, cuando en realidad el mal es propio. Tenemos una institución que se quedó en el tiempo, creció, decreció, parece haber tomado fuerzas, pero solo en tamaño, y, la Academia, ¿qué?

¿Responde actualmente la Universidad de Panamá a las necesidades de educación superior del país? Quien indique que sí, está tan atorado como el propio ente. ¿Nuevas carreras de acuerdo con la demanda laboral existente?, ¿planes de estudio actualizados?, ¿innovación y tecnología?, ¿investigaciones publicadas? Para citar solo algunos temas de interés general.

¿En realidad qué está pasando? La preocupación de los últimos años parece estar inclinada hacia la satisfacción del clientelismo político, el crecimiento hacia dentro (y no hacia afuera), con una planilla que reboza los límites, una flota de vehículos completamente innecesaria, mientras las infraestructuras colapsan solas, los laboratorios hambrientos de equipos modernos con tecnología de punta y lo peor, graduando un pequeño 10 % de la población estudiantil en relación con el primer ingreso (este indicador es sumamente sensitivo).

Dicta el concepto ACADEMIA: “sociedad científica, literaria o artista con patrocinio público o privado”, cuyo papel principal debe ser “Fomentar” actividades relacionadas con estos criterios enumerados. ¡Válgame Dios!, ¿cuánto tiempo más tendremos que esperar para que la Universidad de Panamá, nuestra Primera Casa de Estudios, tome el rumbo necesario y sus recursos viertan en conocimiento, creatividad e investigación para este país que tanto lo necesita?

Docente, exdirector de la CSS.
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