El ático

Las ofertas de precios supuestamente rebajados en los distintos comercios y almacenes dejan mucho que desear. Por un lado, están llenas de publicidad engañosa para que los consumidores caigan con ilusiones de ahorrar o ganar algún valor agregado (que en realidad no existe) y por el otro se abusa de los llamados precios sicológicos, esos en los que no falla restar un centavo al dólar, además de los llamados dos por uno en lo que igual el comprador paga por los dos artículos. Es tiempo de que las autoridades pongan freno a este juega vivo para que no se engañe más a la población con ilusiones. De paso, que se respeten las normas en este sentido. No está demás que el consumidor abra también los ojos.