Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 09/08/2023 00:00
Un actor en la embajada
Los hermanos Bruno, Demián y Odiseo Bichir han protagonizado durante los últimos años a múltiples personajes tanto en el teatro como en el cine mexicano y han aparecido en las pantallas estadounidenses con papeles que consolidan una vocación en las artes dramáticas. Cuando sus nombres se despliegan en una marquesina, inmediatamente el público sabe que saldrá satisfecho con la actuación de cualquiera de los tres en dramas, comedias o telenovelas.
Ellos suman más de 60 títulos entre obras de teatro y de ficción audiovisuales. Tienen diferentes premiaciones y un respetado lugar escénico. Esta cualidad debe generar la pregunta sobre cómo han logrado tanta fama y capacidad al colocarse la máscara de Melpómene. Quizás la respuesta es que nunca han dejado el ambiente de la representación, porque desde pequeños vivieron en un hogar de padres actores.
Resulta que son hijos de la pareja de Alejandro Bichir y Maricruz Nájera, ambos también figuras muy comprometidas con la actuación. Eso hizo que Odiseo interviniera en proscenios desde los nueve años; Bruno a los cinco y Demián a los tres. Y que, desde los años sesenta del siglo pasado, brindaran sus capacidades a la representación histriónica.
El padre de los Bichir, Alejandro, fue designado por el presidente Andrés Manuel López Obrador como el nuevo embajador de ese país en la República de Panamá, luego de que no cuajaran los anteriores nombramientos de Pedro Salmerón y Jesusa Rodríguez. El Senado de la República lo ratificó con 76 votos a favor, cinco rechazos y doce abstenciones.
Su trabajo artístico ha sido fundamentalmente en el teatro, pero ha intervenido también en novelas como Lo que callamos las mujeres y en las películas Bienvenida al clan y Genaro. Se ha desenvuelto como director de cine en Pedida de mano y En español se dice abismo. Además, fue el realizador del cortometraje Con la frente en el polvo y la serie de televisión Besos prohibidos.
El Bichir padre fue actor en las películas Güera y Chabela, también en Cilantro y perejil y Un cuento de circo & A love story. Ahora le corresponde protagonizar un mayor acercamiento entre los Gobiernos de México que él representa y el de Panamá, cuyo presidente, Laurentino Cortizo, ha recibido las cartas que lo acreditan, luego de varios años sin un embajador al frente de la legación diplomática mexicana.
Las tareas del nuevo representante diplomático serán arduas, pero se tiene el aval de su recorrido artístico y su profunda sensibilidad. Hay que recordar que las relaciones entre ambos países se extienden a 1904, cuando el presidente Porfirio Díaz se convirtió en el sexto mandatario en reconocer a la naciente República de Panamá como Estado soberano e independiente, el 1 de marzo de ese año.
Mientras México tuvo una embajada situada en Bogotá, abrió una oficina consular en Panamá en 1853, cuando ésta era un departamento colombiano.
Hubo un solo momento en que ambos países suspendieron sus relaciones, cuando se acusó a Manuel Antonio Noriega de participar en el lavado de dinero, producto del tráfico de drogas. Luego de la invasión de Estados Unidos de América a Panamá, se volvió a la normalidad. Es digno de destacar que ambas naciones se independizaron del Reino de España en 1821 y luego Panamá se unió a la gran Colombia.
Una vez que se normalizaron las relaciones entre ambos países, sus pueblos han impulsado acciones para fortalecer los vínculos. Nueve presidentes mexicanos han visitado el istmo panameño, Vicente Fox en cuatro oportunidades; mientras, Mireya Mocoso visitó México en cuatro oportunidades, de los trece mandatarios panameños que han pisado tierras mexicanas durante sus administraciones.
Al nuevo embajador Bichir le espera una misión compleja, pero que con seguridad se verá coronada con una gestión que solidifique los vínculos históricos entre ambas naciones, en el contexto de sus coincidencias culturales y políticas.