• 14/10/2019 00:00

Hacia los 500 años de Natá de los Caballeros

“El Natá hispánico es la imagen arqueológica y etno-histórica de la grandeza del mundo aborigen… y forma parte del patrimonio histórico nacional”, Dra.

“El Natá hispánico es la imagen arqueológica y etno-histórica de la grandeza del mundo aborigen… y forma parte del patrimonio histórico nacional”, Dra. Reina Torres de Araúz.

La ciudad de Natá de los Caballeros se prepara para celebrar sus 500 años en el año 2022. Fue fundada un 20 de mayo por Pedro Arias Dávila, constituyéndose en la segunda ciudad más antigua del litoral Pacífico de América y la quinta fundada en Tierra Firme.

La historia reclama en tres años, la celebración de esta fecha que es parte de la evolución del emprendimiento del proyecto de la conquista y colonización de América por parte de la Corona española en el año 1492.

Desde la primera ciudad fundada en tierra insular, La Isabella, en 1496, ésta, sólo fue el comienzo de más de setecientas ciudades fundadas en todo el continente. Se prosiguió en Tierra Firme con Nombre de Dios, Santa María La Antigua del Darién en 1510 y Acla en 1515, en el litoral Atlántico; y Nuestra Señora de la Asunción de Panamá en 1519 y Natá en 1522, ambas en el litoral Pacífico, para posteriormente dirigirse hacia Centro y Suramérica.

Para este gran evento que se avecina, es importante destacar referencias relevantes como el hecho, que, de acuerdo con los estudios realizados, algunas ciudades han desaparecido o se han trasladado a otras áreas, sin embargo, en el litoral pacífico, Natá es la única que permanece en el sitio original de su fundación.

También, que desde la época prehispánica, la aldea de Natá liderada por el guerrero Cacique Nató, fue el sitio emblemático por sus riquezas naturales y sus prácticas originales, llamó la atención de los conquistadores. Se caracterizaba por sus extensas llanuras de tierras fértiles, donde convergían dos grandes fuentes hídricas, el río Grande y Chico que generaban abundantes granos y ricos frutos, una fauna para la caza, grandes felinos y una diversidad de aves silvestres, además, de las variedad de especies marinas y sus prácticas pesqueras que le llevaron a elaborar exquisitas viandas; y asignarle, por tanto, el título del “granero del istmo”.

En el aspecto sociopolítico y cultural, contaba con una lúcida estructura social que se aposentó ante esa admirable prosperidad y riquezas que deslumbraron a los conquistadores, no solo por una numerosa población sino por el estilo de las construcciones de los bohíos, atuendos y mobiliario, así como también en el arte y en las habilidades orfebres en el manejo del oro, cuyos vestigios se pueden apreciar en el Museo de Sitio Conte, en El Caño.

Por estas características naturales, esta ciudad fue escogida por Carlos V, rey de España para enviar 100 caballeros y fue distinguida como la Alcaldía Mayor, donde su autoridad y jurisdicción se desplegaba desde Chame hasta Veraguas.

Actualmente, la ciudad de Natá, tiene las huellas del esplendor pre hispánico, la fortaleza de la época colonial, la resistencia a las crisis de la época republicana y moderna, señalando que aún posee, además de la vetusta iglesia con la advocación a Santiago Apóstol y la capilla de San Juan de Dios como joyas del pasado, la gallardía de un guerrero que no se doblega ante los embates del tiempo.

Por estos motivos expuestos, se deben aunar esfuerzos y crear alianzas entre las instituciones gubernamentales, no gubernamentales y privadas, universidades, organizaciones internacionales, clubes cívicos y el Municipio para que esta celebración marque un hito en los procesos de formación de la identidad nacional y en la construcción del rescate de la historia para las nuevas generaciones.

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