'¿Economía?, eso no es para mí' (1)

Parece costumbre que en las reuniones familiares salga, como tema de conversación, el asunto del alza de los precios de las cosas (diciendo que todo está “caro”) o la carga de las deudas, impuestos o intereses y préstamos bancarios; en una charla con amigos, hablar sobre las posibilidades para emprender estudiando el mercado o invertir en acciones, divisas o criptomonedas; comentar en grupo las noticias nacionales e internacionales, como las noticias de corrupción, la inflación en otros países o el alza del precio del combustible. Ya es usual escuchar temas relacionados a la economía en nuestro día a día; un bombardeo incesante en nuestras relaciones sociales a través de los medios, las redes sociales y las interacciones interpersonales. A veces positivas o negativas, de forma directa o indirecta, incluso con anuencia o sin consentimiento. Demostrando la necesidad de cada persona, como ciudadana, aunque sea tener dominio general de este campo para ejercer efectivamente su rol cívico en la sociedad.

Hay que entender la razón de la economía, basada en un contexto antropológico y sociológico; de cierta manera, el bienestar y la vida humana dependen de la producción de bienes, y esta misma de la división del trabajo, siendo su funcionamiento determinado por las instituciones y leyes establecidas por los países; decisiones para la fluidez y eficiencia de la sociedad. El asunto de importancia es la compresión por parte de la ciudadanía de los principios del funcionamiento y desarrollo de la división del trabajo, en otras palabras, los principios de las ciencias económicas. La complejidad de una sociedad en materia de desarrollo económico exige un entendimiento generalizado y serio por el individuo, por lo contrario, se adoptarán leyes y acciones que podrían frenar e incluso destruir el progreso económico de un país: una libertad en las personas para experimentar con los controles de precios, políticas socialistas y estatistas, impuestos e intervenciones del Estado o afectar áreas fundamentales, como la propiedad privada, libertad de contrato o mercados.

Una peculiaridad de la economía es la fundamentación de teorías o teoremas en los cuales abunda un tipo de pensamiento en cada una de ellas, en donde explicarían el modo de trabajar de un sistema económico; una adaptación al estilo de vida del momento de una civilización; la naturaleza misma tiene una forma de trabajar; la realidad. Es un debate de antaño esclarecer cuál es la mejor teoría aplicable en un sistema económico, siendo su funcionamiento -el de cada teoría- determinado el razonamiento económico, acertado o falso; la eficiencia de estas teorías se puede constatar con evidencia histórica, pero el dilema es la interpretación de la evidencia histórica por cada persona. La formación en materia de economía termina siendo mucho más que importante, he aquí el motivo del enfoque hacia la educación en estudios económicos y financieros, tanto en educación primaria como secundaria y universitaria.

Posiblemente hasta este punto muchos sentirán la carga y el peso que, como ciudadanos, tenemos en un sistema democrático, sabiendo que esto de la economía trasciende en nuestras vidas.