Aniversario 167: Colón, un distrito saludable

Colón, en un aniversario más de su fundación. ¿Qué tenemos en el horizonte? En estos 167 años, el escenario electoral es la novedad que más apremia ante un Gobierno que ha decepcionado. Laten nuevas propuestas esperanzadoras. Lo que resulta es la necesidad de cambiar la realidad imperante.

En efecto, quienes pretenden regentar la Alcaldía se afanan en decirnos cuál es el mejor camino para superar el statu quo. Porque lo vivido en estos últimos cinco años de ‘panameñismo' es decepción total. Un distrito saludable ha estado ausente en la agenda de lo poco realizado y, lo que ha imperado, es la falta de planificación y la nula creatividad. ¿De cuál Colón estamos hablando?

Hablamos del Colón de la abundancia, el de los puertos, el de la Zona Libre y del terminal del Canal. Es el Colón que sigue, después de siglo y medio, erguido como siempre, aunque la estructura física, en deterioro olímpico, adorna la ciudad como símbolo de abandono. Aquí, riqueza y pobreza se han mirado cara a cara por más de un siglo. Porque la tacita de oro fue así para algunos, para otros ni la taza en su mesa.

También es el Colón de los campeones, el de la fuerza de su gente y de la cultura culinaria tan diversa. Contrario a las cosas buenas, la discriminación y la mezquindad han tenido su sello en la política pública, en donde los grandes intereses han venido pasando agachado, sin aportar lo mínimo al fisco municipal. Esto ha sido así, aun cuando el espacio territorial, con una posición geográfica favorecida, ha impulsado el desarrollo nacional y, dentro de este, una vida de abundancia reposada en pocas manos.

El Lcdo. ALEX LEE, un egresado de la Universidad regional de Colón, ha señalado que el Colón de las luchas sociales, el de protestas justificadas, el de las barriadas y comunidades sin agua potable, tiene que retomar otro rumbo. Que frente a la incertidumbre, está la urgencia de un distrito saludable donde es perentorio revolucionar el esquema de cómo se podría inyectar los recursos (y dónde conseguirlos) para superar los males sociales.

Sostiene este administrador comunitario que las grandes empresas deben comprometerse más con Colón, aportar más. Esto motiva entusiasmo, no solo por lo que dice este aspirante a la Alcaldía, sino por su trayectoria en el Gobierno local, además de su procedencia académica, al ser egresado de las aulas de la Facultad de Administración Pública en la que se forman los administradores de la cosa pública. Asumir una visión como esa resulta beneficioso para Colón.

Pero, como él señala, no es solo el pago de los impuestos de las empresas al Gobierno local, sino que es indispensable un nuevo modelo de cómo vincular el papel del Municipio con todo aquello que signifique darle al distrito una cara nueva que otorgue a la población felicidad social. Hay que hacer de Colón una región de oportunidades. Si en 167 años las oportunidades han estado sesgadas, es hora de que estas lleguen democráticamente a toda la población. A toda, y no solo a una parte de ella.

DOCENTE UNIVERSITARIO.