Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
Francisco Carreira: “Hemos pateado la mesa en vez de agotar las enseñanzas de Omar Torrijos”
- 01/01/2022 00:00
- 01/01/2022 00:00
El abogado Francisco Carreira apuesta por Panamá como un país minero en balance con el medio ambiente. Como precandidato presidencial considera que antes de llegar a un escenario drástico que conduzca a un arbitraje internacional, el gobierno debe insistir en las negociaciones con Minera Panamá. No patear la mesa, dice Carreira, y evoca la experiencia del general Omar Torrijos en la negociación de los tratados Torrijos-Carter.
En esta entrevista intentamos conocer las ideas de Carreira sobre el país en diferentes temas. En el aspecto laboral tiene un plan para aprovechar los recursos de las plantas medicinales y comestibles que se encuentran en nuestros bosques. Comercializarlas generaría, según sus cálculos, 50 mil empleos a nivel nacional. Las reformas constitucionales, abandonadas constantemente en los gobiernos pasados, vuelven a tomar beligerancia por la importancia en la lucha contra la corrupción.
Yo creo que Panamá tiene que abandonar lo que da en apariencia el capricho de un niño terco. Nosotros hemos pateado la mesa innecesariamente en vez de agotar las enseñanzas que para mí ha abandonado el Partido Revolucionario Democrático (PRD) que heredó del general Omar Torrijos en el tema del Canal de Panamá con Estados Unidos. Hubo ocasiones de patear la mesa, sin embargo, insistió en negociar. Ese es el libro que tenemos que usar ahora. Nosotros tenemos que negociar con la minera. Hay que seguir negociando las pretensiones del gobierno. Ya tenemos un contrato, tenemos la vía, no podemos esperar que en este momento el contrato vaya a un arbitraje. No puede ir a un arbitraje de acuerdo con el Tratado de Libre Comercio firmado con Canadá.
Sí hay un contrato. La inconstitucionalidad fue de la ley que la Corte declaró inconstitucional. Las dos partes, si quieren enmendarlo, deben cambiar algunos términos. Definitivamente hay que cambiar algunos términos, pero esto se logra en la mesa de negociación. A Panamá no le conviene dar ese mensaje con los inversionistas extranjeros del trato que le estamos dando nosotros a la minera en este momento. Deberíamos de tener dos o tres compañías mineras aprovechando lo que hay en nuestros recursos naturales.
Por supuesto, pero protegiendo el ambiente. En algunos países se logra este balance, como en Chile. Los países respetan el ambiente y tienen desarrollos mineros sin problema. Lo que pasa es que hay que hacer cumplir las leyes, que es en apariencia nuestro problema.
A nivel internacional no hay ningún secreto de lo que las compañías mineras le pagan a los países. Eso lo sabemos, por eso es que ese 2% nos suena ridículo. Queremos un poco más, cierto, pero también hay otros productos que no necesariamente se están negociando. Se habla del cobre, pero también hay oro, en los cuales Panamá no está viendo el provecho que le corresponde. Eso es lo que creo que deberíamos hacer, además de las regalías.
En este momento no hay elementos para un arbitraje porque no hay un hecho de culminación del contrato. Hay una suspensión de las operaciones, pero no está materializando una situación que sea arbitrable en este momento. Lo que tenemos no está resolviendo el problema. En las noticias se dice que el gerente de la empresa minera está en reuniones con el ministro de Comercio para tratar de resolver el problema, eso es lo que debemos insistir en hacer, esa es la salida, negociar.
Creo que el primer problema que tenemos que resolver es el del empleo. Si escuchas a los economistas mencionan que hemos perdido 700 mil empleos formales, otros dicen que 400 mil. Para mí la persona que vende productos en las autopistas no tiene un empleo como tal, sin embargo, se cuenta como un empleo informal para ciertas estadísticas. Para mí esto es una falsedad, pero el énfasis es cómo vamos a generar empleo. Panamá es un país que tiene muchos recursos, lo que tenemos es crear una visión de cómo hacerlo. Hay que desarrollar el atlántico con turismo. Todos los países que tienen atlántico mantienen un turismo exitoso, lo que hay que hacer son facilidades turísticas en el atlántico. Panamá no tiene ninguna. Nosotros debemos tener una apertura, una carretera desde Colón a Bocas del Toro y explotar esas playas. Eso también puede servir para contribuir a un desarrollo minero, debes tener un puerto más grande y mejor para el tema de las minas. Yo creo que Panamá debe estudiar a fondo, teniendo más de 24 mil buques que vienen a este país todo el año, debemos ser el centro de distribución de combustible y tener la mejor refinería de América Latina. Todas estas posibilidades no las hemos realizado hoy y ahí están para considerarlas.
No necesariamente. La explotación minera usa un porcentaje pequeño en comparación al resto de la cobertura boscosa. En el fondo es algo que puedes establecer ambientalmente porque es parte del compromiso. La pregunta es por qué otros países lo pueden hacer y nosotros no. Por qué otros países sí tienen el énfasis en el restablecimiento del ambiente y no necesariamente están ligando la actividad minera como una actividad anti ambiente. Hay que facilitar una con la otra. Por otro lado, hablando de nuestros bosques, uno de los programas que tengo es la máxima utilización de nuestros bosques, pero no para cortar madera. Los bosques tienen una riqueza extraordinaria en plantas comestibles y medicinales y nosotros no lo hemos tocado.
Ahí es donde está la creatividad de nuestras comunidades indígenas para que recojan todos esos productos. Te voy a dar un ejemplo, el país importador más grande del mundo de jengibre es China. Eso crece en Panamá sin hacer nada. No hemos aprendido cómo procesarlo, cómo venderlo o cómo exportarlo y tenemos aquí todos los barcos que van a China pasando por el Canal. No aprovechamos nuestras ventajas. Hay forma de aprovechar los bosques y generaría hasta 50 mil empleos. Pero tenemos que enseñar a la gente cómo se procesan y se siembran las hierbas medicinales y comestibles.
A nivel nacional podemos generar en nuestros bosques ese tipo de trabajo, pero hay que entrenar a la gente. Nadie duda de la riqueza de los bosques del país, pero no podemos pensar en el engaño que estamos teniendo. Mire, yo he estado en Metetí, Darién, cuatro veces y me he encontrado con esta fila de camiones con tucas que no caben en la carretera. Resulta que esos permisos no los da el Ministerio de Ambiente sino las comarcas indígenas las que están dando esos permisos. Ahí nos estamos engañando, no tenemos el control del territorio como pensamos.
(Risas). La verdad muy poco. El desorden fiscal definitivamente no lo debemos tener. La relación del Ejecutivo con la Asamblea es un desastre. No rescataría nada.
Eso para mí es un proyecto de un organismo internacional con el gobierno, no es del gobierno en sí. Hay información valiosa y se generaron una cantidad de soluciones e ideas valiosas. Si eso es parte del gobierno, sí lo rescataría.
Si es el anuncio de que la Asamblea va a ver la ley de extinción de dominio bajando la cabeza ante las palabras de la embajadora de Estados Unidos en Panamá, creo que sería un desastre. No estoy de acuerdo con la forma en que se ha presentado. Esa ley, como está redactada, acaba con nuestro sistema bancario porque crea una puerta abierta sin ningún límite para las investigaciones de la actividad bancaria y corporativa societaria. Esas son cosas que nosotros no podemos dar a ninguna entidad que venga aquí de manera abierta. Nosotros debemos tener muchísimo cuidado con eso. Yo participé en tres foros de esa ley y en ellos expuse lo que estaba en desacuerdo, porque esa ley la hicieron fuera de Panamá, con asesores internacionales que no conocen el país. Eso se los dije en la Asamblea, así como está redactada, no la debe aprobar la Asamblea. Sí necesitamos una ley de extinción de dominio, pero no dar los superpoderes que esa ley le quiere dar al Ejecutivo y a las investigaciones judiciales.
No diría eso. El tema es perseguir la actividad delictiva, pero como eso está hoy es demasiado peligroso.
Sí se necesita, pero no lo que se ha analizado ahí. Esa ley no es conveniente. Es verdad que necesitamos una ley de extinción de dominio. Hay una ley modelo en el tema. La primera la presentó la exprocuradora Ana Belfon hace años, de ese modelo, a lo que hay hoy, son dos cosas distintas.
La actividad delictiva. El tema no es si la persigues o no, sino la libertad que hay para incautar propiedades, bienes, sin límite. Le da una discreción a los fiscales, que para mí son peligrosos.
Hay superpoderes para las entidades investigativas y para favorecer las peticiones internacionales a Panamá. Eso es lo que tenemos que cuidar.
No, pero nosotros tampoco debemos de bajar la cabeza y hacerle caso a la procónsul americano que llega aquí y dice: esto hay que hacerlo. No, hay que discutir nuestra propia condición.
Para poder combatir la corrupción en Panamá hay que hacer un esfuerzo extraordinario. Primero necesitas una mayoría de diputados independientes en la Asamblea Nacional. Tenemos que sacar tarjeta roja. Puedo hablar por los candidatos independientes que conozco, no solo los que están en nuestro movimiento, sino muchos otros que pueden adecentar la Asamblea. La idea es que si pones 40 candidatos independientes, y digo es número para tener una cómoda mayoría, puedes desmontar el fuero penal, la revocatoria de mandato, el subsidio electoral, la ley de juzgar a los diputados en la Corte Suprema de Justicia y viceversa. Todo esto es parte de la corrupción. Además de esto, la ley de contrataciones públicas hay que voltearla patas para arriba. La forma en que está hoy favorece los actos de corrupción. Cualquiera impugna sin poner un real y eso se va para la Corte por cinco años o más y la entidad queda libre de comprar lo que le dé la gana como le dé la gana. Esas son las cosas que debemos empezar a pensar en terminar para mejorar.
Yo creo que Panamá necesita reformas constitucionales. Para mí la mejor forma de hacerlo es a través de una Asamblea Paralela, no puede ser a través de una Asamblea originaria, sería equivalente a favorecer un golpe de estado. Por eso necesitas un cambio en la Asamblea. Debemos tener una Asamblea realmente renovada. La elección pasada (2019) se eligieron 56 diputados nuevos, pero la mayoría llegó a la Asamblea y quedó vinculado al mismo sistema porque eran de partidos políticos. Los diputados independientes dieron un ejemplo de entereza, de valor. Ahora bien, imagínate que multipliquemos esto y ponemos 40 iguales. En este momento lo que tenemos nos indica que sabemos lo que vamos a tener. Con 40 diputados independientes es una oportunidad de que las cosas se hagan diferentes.
Necesitas un presupuesto fijo. No lo tiene. El presupuesto no es fijo, hay que ir a implorar todas las partidas. La Corte también necesita una reestructuración administrativa. No puedes tener magistrados manejando todo el aspecto administrativo de la Corte. Debe haber un funcionario administrativo electo o designado por los nueve magistrados de la Corte. Ellos están ahí para estudiar y fallar casos, no para resolver temas administrativos. Es como si fuera un director administrativo de la Corte. Esto ocurre en otros países para que los magistrados se dediquen a lo que deben hacer.
Creo que tenemos que abandonar el sistema escrito. Hemos probado en la jurisdicción marítima y penal de forma ilimitada la oralidad. Dos cosas debemos hacer: implementar la oralidad e imponer un sistema de jurados a elección de las partes. Nosotros criticamos que el juez recibe llamadas y presiones, para eliminar esto es mejor poner jurados de conciencia para aspectos civiles y penales. Eso le daría una dinámica distinta y los jurados salen de la lista de votación como se hace en otros lugares. El tema es que no podemos esperar un resultado distinto haciendo lo mismo. Tenemos que cambiar la mentalidad.
En educación, como te dije he salido a la provincia y me encuentro con salones sin Internet y construidos de láminas de playwood. Qué esperanza tiene una persona que se gradúa de estos colegios si no tienen Internet para conectarse con el mundo. Esto es como un gobierno anterior que regaló laptops, pero que solo entraban a Google. El tema también es el programa educativo. Imponer el bilingüismo. Tenemos que graduar gente que habla inglés u otro idioma, puede ser mandarín, francés, aunque el inglés debe ser el más importante por el tema comercial. En todos los países serios en educación la gente aprende uno o dos idiomas.
Mira los problemas que ha tenido el Tribunal con respecto a la aplicación se han superado. A mí me anularon 43 firmas, y en ese sentido la aplicación ha sido renovada. Creo que los problemas que tenemos con el Tribunal se tratan de las demoras normales ocasionadas por el internet. Esperemos que todo se haga a donde debe llegarse y que el Tribunal pase por el proceso con la confianza del pueblo y los magistrados y electores dejemos de ser víctimas de la manipulación tecnológica que hemos visto.
Tengo 40,940, voy en tercer lugar. Debo decirte que esta es la semana 20 de recolección de firmas, todavía faltan 30 semanas más.