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Oriel Ortega: 'Los migrantes han ensanchado considerablemente la trocha del Darién'
- 16/10/2022 00:00
- 16/10/2022 00:00
El paso de migrantes por la selva darienita está causando afectaciones al medio ambiente. La trocha se ha engrosado y la basura se acumula de forma tan importante que rebasa la capacidad de las autoridades. Son problemas nuevos que debemos atender con el mismo presupuesto y personal. El destino de los más de 184 mil migrantes que han atravesado Panamá desde enero a octubre 12, es Estados Unidos. El reto es lograr una ruta más segura, tal vez vía marítima, que proteja la vida de estas personas, disminuya el crimen organizado y, de paso, evite contaminación en la selva, hasta hace unos años, virgen. Esto podría ejecutarse con lanchas seguras proporcionadas por Estados Unidos, o las Naciones Unidas, para trasladar a los migrantes desde los puertos de Colombia a los pueblos darienitas, controlada y vigilada por unidades policiales panameñas. De ahí en adelante ya existe una logística diseñada para llevar a los migrantes a la frontera con Costa Rica.
Aunado a lo anterior, si el estado toma dominio de la ruta, también merma las ganancias que obtiene el crimen organizado que se dedica al tráfico de migrantes. Nuestro entrevistado, Oriel Ortega, director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) tomó nota de la posible propuesta.
Mientras que Estados Unidos no frene la entrada de migrantes, toda la región deberá diseñar un programa internacional para atender el masivo flagelo que busca un sueño americano.
La cifra récord que era la del año 2021, de 133 mil personas, en su gran mayoría haitianos, este año se superó de manera exorbitante hasta más de 184 mil personas. De ellos, más de 133 mil son de nacionalidad venezolana.
En su gran mayoría no podemos decir que es netamente delincuencia organizada. Se les ofrecen paquetes 'turísticos', medios de transporte terrestres y fluviales o marítimos en los que se mueven hasta Panamá.
De ahí en adelante hay un control oscuro de quien invierte, en el caso de Colombia, en una embarcación de una lancha rápida para transportarlos que pudiera estar asociada a otros delitos, como el tráfico de drogas, con la idea de legalizar el dinero ilícito a través de este tipo de servicios. También puede ser alguien que tenga una fachada de un hostal donde se quedan a dormir o algún transporte terrestre que puedan utilizar. Puede haber economía lícita como ilícita de estos movimientos migratorios.
A nosotros nos da mucho dolor. Hemos caminado las selvas desde 1997 y lo que estamos viendo hoy día, lo que antes eran caminos de indígenas y transnacionales en fila india, ahora han abierto la trocha, lastimosamente. Los migrantes, con el afán de llegar a Norteamérica y la desesperación del camino, han ensanchado considerablemente la trocha. Estamos hablando con el sistema de Naciones Unidas y con el Ministerio de Ambiente para poder recuperar los lugares donde estas personas transitan y hacer un trabajo más de educación cuando transitan por la selva. Además, nosotros con los indígenas estamos haciendo un trabajo de recolección de desechos y con ellos mismos, los migrantes.
Es un planteamiento que ya está entrando a la palestra. Hay que analizarlo. No le puedo dar la respuesta en este momento, pero se está planteando y es una alternativa. Si se logra se haría de esa forma. Definitivamente que es una alternativa estudiada que podemos presentar próximamente y ahí se definirá.
Hemos designado más de $40 millones en este año. Todas las propuestas el Estado las analiza.
Del lado panameño las poblaciones indígenas se han organizado. El congreso indígena Guna, el de Emberá-Wounaan, se organizan, pero les cobran un poco más de dinero por otros servicios. Por ejemplo, otras rutas, o les cargan las mochilas y es ahí donde entra una parte de maldad. Le explico: estos coyotes que no tenemos referenciados son los encargados de guiarlos, pero más adelante les roban. Y es ahí donde estamos haciendo una cooperación importante contra este tipo de delincuentes.
Pudiera ser. La economía ilícita del crimen organizado es una cuenta oscura.
Normalmente dentro de Panamá, que nosotros hemos conversado con la alcaldía de Lajas Blancas que es la que tiene el control en el pago de impuestos de quienes venden comida a las poblaciones, los que tienen las lanchas para transitar, ellos dicen que cobran $25 por persona para moverse de un lugar a otro. Posteriormente llegan a un sitio donde agarran una embarcación que cobra $25 más. De ahí se mueven en buses que pagan a la frontera con Costa Rica $40 más.
Nosotros calculamos que, si sigue la misma tendencia de aumento, este año podemos cerrar con más de 200 mil personas.
Nos ha aumentado la cifra. Entre agosto, septiembre y lo que va del mes, llegan dos mil por día cuando antes llegaban entre 500 a 600 o mil.
Ahí estamos haciendo el acercamiento y diálogo con Colombia porque era un acuerdo que se había llegado con la administración pasada. Ahora hay un gobierno nuevo y las transiciones de gobierno necesitan informarse de qué pasaba anteriormente para retomar las operaciones que tienen que ver con la seguridad nacional de ambos países.
La delincuencia organizada está operando en todo el mundo. Pero el valor agregado nuestro es enfocarnos en esta situación. Tenemos personal de inteligencia que está constantemente viendo el tema de migración irregular y ahí es donde tienen las estadísticas de aprehensiones.
Tal vez entre $100 y $150 por persona por el trayecto. Eso sin ver la parte oscura de lugares entre la selva de Panamá y Colombia hay cierta renta ilícita que nosotros estamos combatiendo.
Con ese dinero en Panamá los indígenas están aumentando sus ingresos. Hay poblaciones donde llegan los migrantes, que antes eran de casas de choza, hoy la mayoría son casas de cemento. Ellos compran embarcaciones nuevas, motores nuevos. Se les exige que en la ruta todas las personas deben tener un chaleco salvavidas oficializado por la nomenclatura SAR para evitar una calamidad durante el tránsito hacia Panamá. Porque van a ser responsables los operadores de las lanchas y los líderes de las poblaciones indígenas donde se mueven.
Pero ahí hay una parte importante porque hay más de 100 embarcaciones.
La delincuencia organizada apunta a cualquier medio ilícito de generar ingresos. Entre estos, la minería ilegal, tráfico de seres humanos que es lo que estamos viendo, tráfico de drogas y contrabando. De ahí, estos medios los invierten en embarcaciones, motores, compra de droga, transporte de droga. Es un ciclo completo de movimiento de dinero que puede generarse en cualquier modalidad de las mencionadas.
La estrategia a utilizar y que recomienda el Estado panameño a nivel regional es el trabajo conjunto, en unión con el resto de los países. El intercambio de información, de tecnología y equipo. No podemos parar, ni sentarnos a llorar, tenemos que enfrentar la situación. Ir de frente. Por eso le mando un saludo a nuestros policías fronterizos porque ellos están ahí haciendo el trabajo en la selva.
Ese es un ámbito que le corresponde a la directora nacional de Migración quien está utilizando todos los canales para mantener la fluidez de información. De nuestra parte hemos conversado con nuestros homólogos actuales de la fuerza pública colombiana y estamos también intercambiando información de campo, operacional. Hemos logrado dar sendos golpes a estos grupos en todas las materias: contrabando, minería ilegal, narcotráfico. Recientemente agarramos un vehículo semisumergible en coordinación, y seguro vienen más.
Definitivamente que mutan en modalidades y el valor nuestro es el trabajo en equipo con el resto de las instituciones del Estado y operacional en campo que lleva a operaciones exitosas en las que se llega a la raíz del grupo delincuencial organizado y se desmiembra. Para que vuelvan a surgir les toma su tiempo.
Por Bajo Chiquito y Canaán Membrillo. Por la gran cantidad que hay, los despachos desde Colombia son hacia Gandia y Capurganá.
Del costo principalmente. Ahora hacen competencia los que los llevan, unos cobran menos. Ahí es donde viene el migrante a escoger entre ellos. Es oferta y demanda pero la ruta marítima es más cara.
Son dos modalidades de alerta: las de personas que deben alguna situación jurídica en sus propios países o en otros. En esa categoría hemos emitido unas 108 alertas, como tráfico de drogas. Se han registrado personas que ya estuvieron en Estados Unidos, cometieron un delito y fueron deportados y tratan de regresar. Además, tenemos las alertas por nexos con terrorismo que van alrededor de 30 alertas en lo que va del año. Esa es otra forma de tratar porque va más allá con otros países que puede ser un blanco, o un objetivo por tener nexos con el terrorismo para aislarlos.
Cada vez que van avanzando hay controles. Al final todo el que quiere entrar a Estados Unidos tiene que pasar por un sistema biométrico que representa un filtro un poco más cerrado en el que detectan a quienes no se haya alertado antes en la travesía.
El 12 de octubre salió un comunicado del Departamento de Seguridad Nacional de ese país en el que alertan a los venezolanos de ciertas restricciones. Una de ellas es que deben de llegar a suelo estadounidense por vía aérea y tener ahí a alguien que sea receptor y que pueda hacerse cargo económicamente. Que no aceptarán a nadie que entre por tierra, que serán devueltos a México mediante un convenio que han hecho ambos países para poder recibir a estas personas.
Eso puede causar un efecto de disminución porque la gente no va a invertir dinero en la ruta terrestre para que le nieguen la entrada.
Ha realizado estudios de postgrado en Alta Gerencia de La Universidad del Istmo (2008 a 2009), maestría en Gerencia de Seguridad Nacional y Fronteras (2013 a 2014) y estudios superiores en Seguridad y Defensa del Inter American Defense College, USA (2014 a 2015).
Ocupó cargos dentro de los estamentos de seguridad como: Asesor del ministro de Seguridad Pública, Alexis Bethancourt; jefe de la Primera Brigada Oriental del Senafront, director nacional de Operaciones del Senafront, director nacional de Inteligencia del Senafront, en dos ocasiones, y director ejecutivo de la Comunidad Latinoamericana y del Caribe de Inteligencia (CLACIP).