El colonense resocializado que le contó su historia al papa Francisco

Actualizado
  • 27/01/2019 01:01
Creado
  • 27/01/2019 01:01
A los 16 años la situación económica de mi familia era crítica, a veces ni siquiera teníamos para comer

Alfredo Martínez, quien tiene 20 años, le cuenta su historia al papa Francisco.

Nací en Colón, República de Panamá. Tengo 6 hermanos, yo soy el mayor. A los 7 años de edad me bautizaron, luego hice mi primera comunión, fui monaguillo y recibí la confirmación.

A los 16 años la situación económica de mi familia era crítica, a veces ni siquiera teníamos para comer. Tuve que abandonar el colegio y comenzar a trabajar en la construcción vial junto con mi padre, hasta que se terminó dicho proyecto. Sin empleo las cosas tomaron otro color: sin colegio, sin ocupación y sin trabajo. Comencé a consumir drogas. Ya no asistía a la Iglesia.

Con el tiempo el mundo de la droga me llevó a la cárcel, donde cumplí una pena de 12 meses. Una vez salí traté de mejorar, pero sin la ayuda profesional era imposible. Recaí nuevamente en la marihuana y los problemas continuaron. Parte de mi familia me rechazaba.

Traté de buscar una salida con el crucifijo en la mano. Llegué a la Fundación San Juan Pablo II, donde encontré un hogar, un apoyo y algo muy importante: hermanos que me animaron en mi camino de resocialización. Me enseñaron a confiar en Dios y, a través de él, a confiar en los demás. Esa fe me ayuda hoy en día a seguir mi camino y a no perder la esperanza.

Y aquí estoy, luchando por mi familia, ya que soy el único sustento económico para ella. Quiero decirles a los jóvenes del mundo que Dios nos ama y nunca nos abandona. Somos dueños de nuestros propios actos, pero si estamos con Dios todo va a salir bien.

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