Panamá: estudio revela tendencia a 'infantilizar' a las mujeres influyentes en la conversación digital

La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, junto con la agencia de consultoría LLorente y Cuenca (LLYC) presentaron  este martes el nuevo estudio 'Mujeres líderes en el umbral de la visibilidad: Análisis de la conversación digital sobre referentes en la política, empresa y periodismo' (2022) en donde se destacan las necesidades de estos sectores en cuanto a paridad, generación de conversaciones y atención a las mujeres dentro de Europa, América Latina y el Caribe.

Dentro de la presentación se contó con las exposiciones de la presidenta de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, Marcela Galindo; la CEO de Europa de LLYC, Luisa García; el director regional de 3M para Centroamérica y el Caribe, Enrique Aguirre; y la periodista y escritora panameña, Alexandra Ciniglio.

En el estudio, García destacó las cifras que maneja Panamá en cuanto a la visibilidad de mujeres en el sector empresarial, periodístico y político, siendo el periodístico donde se destacan la mayoría de las mujeres, con un 47% de mayor espacio de generación de conversación en redes sociales y aumenta la imagen de los medios de comunicación. En cambio, en la sección política se maneja un 29%.

"Es real que las mujeres que ya están en posición dirigente en posición política o periodísticas reciben menor atención o generan menor conversación social, aún cuando se ha encontrado una mayor paridad en las empresas o instituciones", comentó la consultora García, quien lideró el análisis.

Otro de los puntos que enfatizó García fue el de la conversación violenta, la identidad, afecto y el lenguaje infantilizante. A esto se refiere García que la mujer "es asociada a su pareja, su hijo o sus padres", lo que es una manera de no reconocer la identidad propia de las mujeres y "se cuestiona su valía de estar en una posición mucho más destacada que un hombre".

El estudio indica que existe una tendencia marcada hacia la infantilización de las mujeres influyentes en Argentina (51.26% más de expresiones de este tipo que los hombres), Chile (1.08%), y Panamá (49%).

García también hizo hincapié en el "Sesgo de doble castigo" particularmente para las empresarias. "Este sesgo amplía la crítica contra las mujeres tanto por comportamientos tradicionalmente masculinos o por femeninos", apuntó García, "esto es especialmente marcado en el ámbito empresarial, donde es menor la visibilidad es posible que haya relación entre el liderazgo y la disminución en el juicio".

Para aumentar la mejor relación en las instituciones y empresas, la consultora de Europa indicó que los equipos de recursos humanos debe capacitar con mayor rigurosidad, alineado con las recomendaciones internacionales para una oportunidad de aumentar la visibilidad.

"Cuanta más presencia femenina en la conversación, más rápido se corrigen los sesgos de percepción", se incluye en el estudio. Esto refiere a una inclusión de la mujer en acciones de mayor impulso a las empresas e instituciones como la disminución de codificación y la agenda de igualdad.

Por su parte, Galindo —quien fue nombrada como la primera mujer presidenta de la Cámara—, apuntó que existe una urgencia por reconocer la voz de la mujer junto con la del hombre. "Si tenemos una misma voz y una misma preparación, ¿Por qué aún no logramos una paridad justa?", comentó.

A su vez, Ciniglio hizo hincapié en que dentro del sector periodístico hay una "evidencia" de un logro de cambios que aseguraron la integración de una mayor cantidad de mujeres en los altos puestos directivos. "Las mujeres hablamos, pero no siempre recibimos respuesta, y eso nos limita", anotó.

Asimismo, Aguirre indicó que los sesgos de castigo se mantienen "presentes en la cultural empresarial subconsciente", pero que el contraste con diversos estudios aumenta el espacio de pensamiento para que las mujeres puedan "impactar en compañías" y tomar decisiones de proyección a futuro para los lugares que ocupan.

"Si la conversación sobre mujeres es minoritaria donde se habla de igualdad, nunca podremos posicionar la paridad y la justa igualdad como pilares de las sociedades modernas", afirmó García.