Aeropuerto de Tocumen, nodo global y motor de la expansión urbana

Los procesos de globalización han abierto la posibilidad de desarticular los entornos urbanos del resto de los territorios donde estos se encuentran y conectarlos a redes globales de ciudades, bajo la premisa de promover un mayor flujo de capitales, bienes y personas (Sassen, 2016).

Se puede explicar la globalización, desde el punto de vista de los emplazamientos estratégicos en los que se materializan los procesos de intercambio y extracción de recursos y los vínculos que los unen. Entre estos emplazamientos figuran las zonas francas industriales, los aeropuertos, los centros bancarios transnacionales y, en un nivel mucho más complejo, las ciudades globales. Así se produce una geografía específica de la globalización, como un fenómeno de enclaves (Sassen, 2007).

El aeropuerto de Tocumen es, desde la década de 1970, cuando se realizó su primera ampliación, uno de los componentes centrales de la plataforma de servicios de Panamá, la cual incluye al Canal de Panamá, la Zona Libre de Colón, el sistema financiero internacional, y el sistema de sociedades anónimas y de abanderamiento de barcos. La visión de la administración de este aeropuerto es la de posicionarse como “líder de servicios aeroportuarios de la región y motor del crecimiento de Panamá” (Tocumen, 2016).

La construcción de la terminal aérea (1945-1954) implicó el inicio del proceso de urbanización de la zona este de la ciudad de Panamá. Para habilitar la funcionalidad de esta infraestructura, se debió construir una carretera que lo conectara con la ciudad de Panamá; a partir de aquí, el crecimiento poblacional fue acelerado. En 1960 existía en el corregimiento de Tocumen una población de 2,088 habitantes, y para 1970 esta población se triplica (6,179 habitantes); en 1980 se registra el mayor incremento de población (71%), llegando a los 21,762 habitantes.

A partir de finales de la década de 1990, el área donde se encuentra el aeropuerto de Tocumen comienza un proceso que progresivamente la incorpora al desarrollo urbano, pasando de una zona marginada de asentamientos informales a un centro de actividad económica impulsado por: a) la mejora de su conectividad con el centro urbano y sobre todo con otros nodos logísticos, como los puertos del Pacífico en la entrada del Canal, el ferrocarril, y Panamá Pacífico en el sector oeste; b) el auge del desarrollo logístico en la zona; c) el desarrollo inmobiliario, que ha impulsado una estrategia de construcción de urbanizaciones y centros comerciales, surgidos mayoritariamente para atender el proceso de expulsión de la población de bajos y medios ingresos hacia la periferia.

Por su parte, desde 2004, la administración del aeropuerto ha venido ejecutando un programa de expansión, con una inversión de $1.78 mil millones entre 2015 y 2030, la cual se suma a la realización de proyectos, como la construcción de la terminal 2.

Esta modernización tiene dos ejes principales, el desarrollo de la ciudad aeropuerto, enfocada en dar respuesta a las demandas de los pasajeros y las aerolíneas comerciales; y, la creación de la primera zona logística estatal del aeropuerto. Adicionalmente, se tiene planteada la necesidad de construir, al menos, dos pistas adicionales, al sur de la actual pista, para dar cabida al crecimiento del movimiento de pasajeros a nivel regional (Tocumen, 2016).

En este sentido, la propuesta del desarrollo de una ciudad orientada a brindar servicios al nodo logístico que representa el Aeropuerto Internacional de Tocumen a partir de 2004, ha impulsado una agresiva demanda por suelo urbano en esta zona, que se refleja en la propuesta de desarrollos urbanísticos en las áreas frágiles de humedales y de densificación de barrios, tanto formales como informales, con el fin de construir viviendas, centros comerciales y logísticos, lo que, al mismo tiempo, pone en riesgo la operación actual y ampliación futura del aeropuerto.

El modelo de aerotrópolis, que busca desarrollarse a través del programa de modernización del aeropuerto, exige impulsar una estrategia de desarrollo urbano que permita que el aeropuerto sirva como una “rápida conexión entre las firmas internacionales con sus proveedores, consumidores y socios locales, nacionales y globales” (Karsada, 2017).

Bajo esta premisa, el ordenamiento del territorio alrededor del aeropuerto requiere de una visión que articule los principales retos del desarrollo de esta zona, entre los que se encuentran, asegurar la provisión de las tierras necesarias para la expansión del aeropuerto; mantener la fluidez en la conectividad del aeropuerto con el centro urbano y los otros nodos de intermediación global que existen en la ciudad; generar un clúster de actividades necesarias para atender la demanda de los usuarios globales del aeropuerto; reducir y mitigar los impactos de amenazas naturales, como las inundaciones o el aumento del nivel del mar; y, finalmente, lograr la integración de la población en sus alrededores a los beneficios de la actividad económica que este nodo de desarrollo global genera.