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- 20/09/2024 14:11
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Argentina, Canadá, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Uruguay pidieron el viernes ante un Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra que se investiguen “graves violaciones” en Venezuela que podrían constituir crímenes de lesa humanidad.
Las siete naciones lanzaron un “llamado urgente en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para que el gobierno de Venezuela detenga la represión intensificada tras las últimas elecciones y se investiguen graves violaciones a los derechos humanos, las cuales podrían constituir crímenes de lesa humanidad”, señaló la cancillería ecuatoriana en un comunicado.
Además solicitaron “la verificación imparcial de los resultados electorales” y “la liberación inmediata de detenidos de forma arbitraria”.
Sin haber publicado el escrutinio detallado, como ordena la ley, las autoridades electorales venezolanas atribuyeron la victoria a Nicolás Maduro. Sin embargo, la oposición asegura que Edmundo González Urrutia, exiliado en España, fue el vencedor.
El comunicado presentado por Ecuador a nombre de los otros seis países criticó “la falta de independencia” del Consejo Nacional Electoral y del Tribunal Supremo de Justicia venezolanos por considerar que sus acciones han “agravado la situación de los derechos humanos en ese país”.
Tras la proclamación de Maduro como ganador de la elección presidencial del 28 de julio estallaron protestas que dejaron 27 muertos, 192 heridos y unas 2.400 personas detenidas, según fuentes oficiales.
Un informe de la Misión Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre de 2019, examinó la situación del país entre el 1 septiembre de 2023 y el 31 de agosto de 2024 con centenas de entrevistas y documentos, y dio cuenta de violaciones de derechos humanos -incluyendo crímenes de lesa humanidad-, que considera parte de un “plan coordinado” para “silenciar” a la oposición.
“No son actos aislados o aleatorios”, subraya el texto, que destaca que la “brutalidad de la represión” ha generado un “clima de miedo generalizado”.