Ocho días antes de su reapertura la catedral de Notre Dame de París desveló su nuevo “resplandor” al mundo durante una visita del presidente francés, Emmanuel...
- 26/09/2024 00:00
- 25/09/2024 20:20
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó categóricamente que el país sea considerado un “paraíso fiscal”.
En su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Mulino defendió la reputación de Panamá y criticó las listas negras que han afectado la imagen de la nación, en particular tras el escándalo de los “Panama Papers” en 2016.
Mulino fue enfático al afirmar que Panamá ha sido injustamente señalado y que el país ha realizado grandes esfuerzos para alinearse con los estándares globales de transparencia. “Panamá no es un paraíso fiscal ni nada parecido”, afirmó, refiriéndose a las listas elaboradas por la Unión Europea y otros organismos internacionales.
Según el presidente, el país ha sido incluido de forma arbitraria en diversas “listas negras”, a pesar de los esfuerzos significativos que se han realizado para mejorar su sistema fiscal.
En un discurso enérgico, Mulino no solo rechazó la clasificación de Panamá como un paraíso fiscal, sino que anunció medidas concretas contra los países que promuevan esas listas.
“No aceptamos ser parte de estas listas”, sentenció el mandatario, añadiendo que las empresas provenientes de los países que las elaboran no podrán participar en licitaciones de obras públicas en Panamá. Esta postura firme busca proteger la soberanía del país y enviar un mensaje claro a sus críticos en la comunidad internacional.
El presidente también advirtió que esos mismos países no contarán con el respaldo de Panamá en organismos internacionales, subrayando que la política exterior panameña estará alineada contra las listas discriminatorias.
“Los países que nos incluyan en sus listas tampoco contarán con nuestro voto en los organismos internacionales”, señaló Mulino, marcando un punto de inflexión en la política exterior del país.
La presidenta del Colegio de Abogados de Panamá, Maritza Cedeño, respaldó las palabras de Mulino, subrayando los esfuerzos realizados por el país en materia de transparencia financiera.
“Panamá ha demostrado muchos avances contra el blanqueo de capitales, pero al momento de evaluarnos, no se toman en cuenta todos los esfuerzos realizados”, afirmó Cedeño, quien enfatizó que el país ha implementado normativas, creado nuevas instituciones y establecido controles más estrictos en los últimos años.
Cedeño también criticó las evaluaciones internacionales que, según ella, no reflejan el verdadero esfuerzo de Panamá por cumplir con los estándares globales. “Cada día fortalecemos más nuestras instituciones y normativas, y es necesario que esto se refleje en las evaluaciones internacionales”, agregó.
Por su parte, el jurista, Juan Carlos Araúz, calificó el discurso de Mulino como “importante y asertivo”, destacando que este marcará un cambio en la política exterior panameña. “El presidente Mulino ha definido el rumbo de la política exterior de Panamá”, afirmó Araúz, quien subrayó la necesidad de cerrar filas en defensa de la soberanía del país frente a intereses extranjeros. “Es el momento de unirnos para que ningún interés extranjero que no esté comprometido con Panamá pueda beneficiarse de nuestro territorio”, concluyó.
El discurso de Mulino no se limitó a la defensa de la reputación financiera de Panamá. El mandatario también criticó al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, señalando la grave crisis humanitaria que ha forzado a ocho millones de venezolanos a abandonar su país. “Ocho millones de venezolanos se han marchado al exilio en busca de mejores condiciones de vida”, mencionó Mulino, lamentando que Venezuela, “un país que debería ser una potencia económica”, se haya visto sumido en el caos y la pobreza.
Panamá ha sido uno de los países que ha recibido a miles de migrantes venezolanos, y el presidente aprovechó su intervención para destacar la responsabilidad que su país ha asumido ante la crisis migratoria. Mulino hizo un llamado a la comunidad internacional para que colabore en la gestión de este flujo migratorio, sobre todo en el caso de los miles de migrantes que cruzan la peligrosa selva del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia. “La situación en el Darién es un reto humanitario que Panamá enfrenta con responsabilidad, pero también necesitamos la colaboración de la comunidad internacional para abordar esta crisis migratoria”, apuntó Mulino.
La selva del Darién, conocido por ser uno de los tramos más peligrosos en la ruta migratoria hacia los Estados Unidos, ha sido un desafío constante para las autoridades panameñas. El mandatario destacó la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad y la asistencia humanitaria en esta región, a fin de proteger tanto a los migrantes como a la población local.