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- 03/05/2022 00:00
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La junta militar que gobierna Mali dio hoy por roto el tratado de cooperación en materia de defensa que firmó con el gobierno francés en 2014, así como los que determinan el estatus de las fuerzas galas antiterroristas de las misiones Barkhane y Takuba, que Francia está retirando del país africano.
Fuentes del gobierno transitorio de Mali, en el poder tras dos golpes de Estado, afirman que el gobierno francés ha sido informado de su decisión, tomada en un clima de gran tensión entre los dos países después de que Francia anunciara la retirada de sus tropas del país tras denunciar la presencia en Mali de mercenarios del grupo Wagner, ligado al Kremlin.
La junta maliense informa de su decisión en un comunicado difundido esta noche, donde dice haber constatado "un deterioro profundo de la cooperación militar con Francia" a causa de tres motivos, el primero "la actitud unilateral del socio francés, que decidió el 3 y 7 de junio de 2021, sin consultar a Mali, suspender las operaciones conjuntas con las Fueras Armadas malienses y poner fin a la operación Barkhane".
El 17 de febrero, añade, Francia anunció, "sin consultar a la parte maliense", la retirada de las fuerzas Barkhane y Takuba.
La junta militar también vuelve a denunciar "múltiples violaciones del espacio aéreo maliense operadas por las aerolíneas militares francesas, a pesar de la instauración de una zona aérea de prohibición temporal por las autoridades militares malienses".
Finalmente, critica una "maniobra dilatoria" de Francia cuando pidió "una reunión de expertos para la relectura del tratado de defensa en lugar de enviar sus enmiendas, todo ello más de dos meses después del envío por Mali de sus enmiendas en diciembre de 2021".
Por ello, informa de que decide poner fin al tratado de cooperación en defensa firmado en julio de 2014 y también el de marzo de 2013 determinando el estatus de los despliegues franceses Barkhane y Takuba.
El comunicado se produce en una escalada de tensión entre los dos países que tuvo su último episodio hace una semana, cuando el gobierno golpista acusó al Ejército de Francia de "espionaje" después de que este último publicara unas imágenes grabadas con un dron que muestran a supuestos mercenarios rusos enterrando cadáveres cerca de una base en el centro del país de la que las tropas galas se habían retirado días antes.