Elecciones venezolanas, un 28 de julio incierto

Las aprehensiones injustificadas a los seguidores de los líderes opositores, como Marina Corina Machado y Edmundo González Urrutia se cobra nuevas víctimas y sigue el desasosiego por las elecciones que podrían cambiar a Venezuela y el panorama migratorio de América Latina a tan solo diez días para que los venezolanos vayan a las urnas.

Y es que, aunque el oficialismo de este país transmita serenidad y confianza en que las elecciones volverán a ser escogidos en una segunda reelección, la realidad es que nadie sabe qué podría pasar en las próximas votaciones ante una oposición que va tomando cada vez más fuerza entre la población.

Panamá ve este panorama como una “una gran oportunidad” de cambio y resolución de la profunda crisis en la cual se encuentra Venezuela. Javier Martinez-Acha, canciller de Panamá, destacó que será importante que el proceso de elección sea transparente, se permita el ejercicio del sufragio pero sobre todo, que se respete el resultado “gane quien gane”.

Otros mandatarios latinoamericanos, como Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva han promovido la firma de un acuerdo político que marque pautas claras para las votaciones venezolanas en el marco del Acuerdo de Barbados, según el periódico internacional El País.

La idea es que de perder el chavismo, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) acepte la derrota y facilite la transición para el nuevo gobierno, sin embargo, esta iniciativa no ha tenido éxito.

Actualmente más de 200 personas siguen siendo presas políticas en Venezuela. Milciades Ávila, jefe de protección de Machado, es la más reciente víctima de los encarcelamientos arbitrarios, quien fue detenido en su vivienda.

Además de Ávila, otros 70 activistas relacionados a Machado y la campaña de Edmundo González también fueron arrestados sin ninguna razón.

La líder de la oposición venezolana hizo un llamado sobre el tema en su cuenta oficial de X, diciendo lo siguiente: “Hoy en la madrugada, funcionarios del régimen ingresaron a la fuerza a la vivienda donde se encontraba, violando todo procedimiento legal ¡Exigimos su liberación inmediata!”.

Esto es solo una muestra de lo accidentado que podría llegar a ser el panorama de transición si llegara ganar algún otro partido en el país, pues lo que queda claro es que el oficialismo no dejará la silla presidencial tan fácilmente y utilizarán todas las medidas posibles para contrarrestar a la oposición.

En cuanto al día de las elecciones, Jesús Delgado, director de la ONG Transparencia Electoral, comentó al portal de noticias Infobae que es probable que se vea “lo mismo de siempre”: intimidación, amedrentamiento para que la gente no vaya a votar, acarreo de votantes, uso de los recursos estatales, transportes, entrega de dádivas y bolsas de comidas en las zonas rurales, entre otro tipo de tácticas para influenciar el voto.

A pesar de esto se espera que unos 12,000 venezolanos ejerzan el voto el próximo 28 de julio y decidan el futuro de la nación suramericana.