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El mundo tendría que cuadruplicar la eliminación de CO2 de aquí a 2050, según informe
- 05/06/2024 00:00
- 04/06/2024 20:30
El mundo debe cuadruplicar la captura de CO2 atmosférico de aquí a 2050 para intentar limitar el calentamiento del planeta, y ello pasa por el uso de tecnologías que aún dividen a los científicos, según un informe publicado el martes.
Será necesario eliminar, es decir, capturar en la atmósfera y almacenar de manera sostenible, entre “7.000 y 9.000 millones de toneladas de CO2” cada año de aquí a 2050, según este informe interdisciplinario coordinado por la universidad de Oxford, en su segunda edición.
La primera edición había concluido el año pasado que actualmente se eliminan alrededor de 2.000 millones de toneladas, principalmente gracias a la reforestación, en comparación con las 40.000 millones de toneladas emitidas en el mundo en 2023.
“Paralelamente a una rápida reducción de las emisiones”, que sigue siendo “la estrategia más importante”, la eliminación de CO2 de la atmósfera “también es necesaria” para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, recuerdan más de 50 investigadores.
Algunos de esos expertos forman parte también del IPCC, el grupo de expertos en clima mandatados por la ONU que han reconocido la necesidad de eliminar CO2, pero que consideran que la tecnología tiene un papel limitado.
La eliminación de CO2 ha experimentado recientemente “un rápido crecimiento en la investigación, la opinión pública y las start-ups”, pero están surgiendo “primeros signos de una desaceleración” porque las políticas y los financiamientos públicos no están a la altura, afirman los expertos.
Según ellos, el mercado está creciendo actualmente gracias a la demanda de las empresas de créditos de carbono, unas herramientas financieras controvertidas.
Las empresas compran esos créditos para compensar una tonelada de CO2 emitida por sus operaciones, mediante el financiamiento de un proyecto de eliminación de CO2 o reducción de emisiones.
Los aspiradores de CO2 de la start-up Climeworks, instalados en Islandia, que cuentan con importantes almacenamientos subterráneos, son una buena ilustración: dos plantas permiten actualmente captar y almacenar 10.000 toneladas de CO2 por año gracias al apoyo de fondos privados y la venta de créditos de carbono.
Para alcanzar el millón de toneladas, Climeworks necesitará varias millas de millones de dólares y, hasta la fecha, solo Estados Unidos ha anunciado un plan de $3.500 millones... dedicado en su conjunto a la captura de CO2, no solo a su eliminación.
Según el Centro para el Derecho Ambiental Internacional (CIEL), este informe ilustra “una tendencia preocupante que busca cada vez más vender la eliminación de CO2 como una solución al cambio climático”.
“Es una distracción frente a la prioridad que es (...) salir de las energías fósiles”, afirma Lili Fuhr del CIEL.
La eliminación se centra en el CO2 ya emitido en la atmósfera, gracias a la restauración o creación de sumideros de carbono natural (bosques, suelos, turberas) pero también a nuevas técnicas, asociadas al almacenamiento subterráneo o en materiales, que representan menos del 0. ,1% del CO2 actualmente eliminado.
Entre ellas está la captura directa en el aire con grandes aspiradores/compresores (Daccs), la captura después de la combustión de biomasa para transformarla en energía (Beccs), la conversión de biomasa en biochar (sustancia similar al carbón vegetal), la trituración de rocas que absorben CO2 para esparcirlas en la tierra o en el mar.
Para la oenegé CIEL, algunas de esas técnicas (Daccs, geoingeniería y Beccs) implican “riesgos inmensos para los ecosistemas y las comunidades”.
Los autores del informe no niegan estos puntos y subrayan los riesgos de los escenarios que dependen de estas nuevas tecnologías, “algunas de las cuales comportan riesgos para el medio ambiente mientras que otras también tienen beneficios colaterales” además de eliminar CO2.
Las técnicas más tradicionales también pueden, cuando se ejecutan mal, resultar perjudiciales para “la biodiversidad y la seguridad alimentaria”, añaden.
Por eso, hacen un llamado a un desarrollo “rápido” pero “sostenible” y enmarcado de la eliminación de CO2, sin desviar la atención de los esfuerzos para reducir las emisiones.