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- 09/02/2020 00:00
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Los sandinistas y trabajadores del Estado volvieron a salir este sábado a las calles en respaldo al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el marco de la grave crisis social, política y económica que atraviesa el país desde abril de 2018 y que ha dejado cientos de muertos.
En esta ocasión los sandinistas, que son los únicos autorizados por la Policía Nacional para celebrar marchas, caminaron bajo el lema "Nicaragua te soñamos grande" y pidieron votar por Ortega, que se encuentra en el poder desde hace 13 años, en las próximas elecciones generales previstas en noviembre de 2021.
El líder sandinista retornó al poder en enero de 2007, tras gobernar Nicaragua entre 1985 y 1990 y coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985.
En los comicios de 2016 consiguió ser reelegido por cuarta vez, y tercera consecutiva, para un nuevo mandato de cinco años, esta vez junto a su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta.
La caminada de este sábado, convocada por el Ejecutivo y el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), fue simultánea en la mayoría de 153 municipios de Nicaragua y en la misma participaron, principalmente, trabajadores de las alcaldías gobernada por los sandinistas, que, según opositores, son obligados a asistir, de lo contrario son despedidos.
En la marcha, los sandinistas y trabajadores del Estado cargaron banderas del FSLN y pancartas con leyendas como "Todos con Daniel" y sugerían votar en la casilla 2 en las boletas, que corresponde a la de los sandinistas, en las próximas elecciones generales.
En los municipios, las caminatas fueron encabezadas por los alcaldes y los secretarios políticos locales del FSLN, en medio de música revolucionaria y testimonial.
Está vez los sandinistas también apoyaron la campaña lanzada por el Gobierno de Nicaragua contra la violencia hacia las mujeres, que fue lanzada el viernes entre críticas hacia el Gobierno de Ortega por el incremento de los feminicidios en los últimos años, incluyendo siete casos en enero pasado.
La caminata forma parte de la jornada que los sandinistas han llamado "Cantos de Vida y Esperanza", en honor a una de las grandes obras del poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) escrita en 1905 y que se convirtió en un texto clave del modernismo en lengua castellana y en referencia fundamental para la cultura del siglo XX.
Tras la renuncia a la Presidencia de Bolivia de Evo Morales, el 10 de noviembre pasado, el Gobierno sandinista ha convocado a sus bases y a sus sindicatos a mantenerse alertas y a marchar todos lo sábados.
Sin embargo, ni el presidente Ortega, ni su esposa, la vicepresidenta Murillo, han acudido a esas manifestaciones.
Nicaragua sufre una grave crisis que ha dejado 328 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunos grupos elevan a 684 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 200 y denuncia un intento de golpe de Estado.
Según el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), ente tutelado por la CIDH, el mayor responsable de la violencia es el Gobierno de Ortega, a quien atribuye incluso crímenes "de lesa humanidad" en medio de la crisis