Los retos de la 'nueva primavera' que Arévalo propone para Guatemala

Actualizado
  • 25/08/2023 00:00
Creado
  • 25/08/2023 00:00
Acusaciones de corrupción, ataques a la libertad de prensa y una sociedad descreída de la política, son solo algunos de los desafíos que el nuevo presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, tendrá que enfrentar cuando asuma el cargo
El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo (i), junto a la vicepresidenta Karin Herrera en ciudad de Guatemala (Guatemala).

Con un 58% de los votos totales, el socialdemócrata Bernardo Arévalo se convirtió esta semana en el nuevo presidente electo de Guatemala. Un acontecimiento que, a criterio del nuevo mandatario, representa la llegada de una nueva “primavera” política para el país.

“El gobierno de la 'nueva primavera' trabajará por el bienestar de todo el país”, aseguró Arévalo en conferencia de prensa, tras anunciarse los resultados oficiales.

Se trata de una aspiración que deberá convencer a una ciudadanía cada vez más descreída de la política, pues el 55% de las personas inscritas en el padrón electoral, no acudió a votar. Si a esto se le suma el porcentaje de votos nulos y blancos, tenemos que el 59,7% de la población no se decantó por ninguna de las alterativas electorales.

Datos del Latinobarómetro 2023 aseguran que solo el 29% de los guatemaltecos ve en la democracia un sistema preferible al de cualquier otra forma de gobierno. Lo que representa una disminución de casi 8%, en comparación con el estudio hecho en 2020.

La candidata a la Presidencia de Guatemala Sandra Torres hablaba en una rueda de prensa ayer, en ciudad de Guatemala (Guatemala).

“Si la democracia no me resuelve mis problemas, por qué he de aspirar a mantenerla. No se trata de un problema ideológico o conceptual, sino que las personas necesitan poder comer, tener acceso a los sistemas de salud y poder educarse”, comenta el analista político José Stoute, a este medio.

Esta situación hace que se genere indiferencia sobre el sistema democrático de la nación, pues el 41% de los guatemaltecos encuestados en el Latinobarómetro considera que “da lo mismo” si su gobierno se traduce en un régimen democrático o no.

Es por ello que Arévalo agradeció el esfuerzo de las personas que acudieron a votar, a pesar de las distancias y la violencia. “No podemos hacer de menos la participación de cada ciudadano que acudió a votar”, destacó.

“Les hablo a todas las personas que no acudieron a votar, sepan que en mi gobierno vamos a trabajar por ustedes, para crear instituciones que ganen su confianza en el Estado y la democracia”, añadió.

Seguidores del presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, celebraban el resultado de las elecciones ayer en ciudad de Guatemala (Guatemala).
La lucha contra la corrupción

Una de las acciones que Arévalo aseguró durante su campaña es la de solicitar la renuncia de la actual fiscal general de la nación, María Consuelo Porras, quien fue designada como “corrupta” por el Gobierno de Estados Unidos en mayo de 2022, días después de que el actual presidente, Alejandro Giammattei, autorizara su continuidad en el cargo por “cumplir todos los requisitos para mantenerse en él”.

Porras ha recibido diversas críticas tanto dentro como fuera de su país, por supuestamente proteger a políticos corruptos, bloquear investigaciones judiciales, atacar medios de comunicación e intentar frustrar la candidatura del Arévalo, en la segunda vuelta electoral.

A finales de 2022, la Asociación de Prensa de Guatemala (APG) emitió un informe titulado “Terrorismo judicial acecha la prensa” en el que se registran 105 ataques a la libertad de prensa y 389 agresiones a periodistas en lo que va del gobierno.

Es por eso que el movimiento Semilla esgrimió durante toda la contienda política que iba a luchar contra la corrupción. “El pueblo está gritando: ¡Basta ya de tanta corrupción!”, dijo el presidente electo.

“Nosotros proponemos acabar con el sistema de corrupción, impunidad, robo de recursos públicos y coacción del Estado, que ya es tradición en la política de Guatemala”, aseguró el diputado Samuel Pérez, jefe de bancada de Semilla, a “La Decana”.

“Hay varias reformas que queremos hacer. Es necesario cambiar la ley electoral y de partidos políticos; hacer reformas en el proceso de administración pública, para evitar que los cargos estatales respondan a favores políticos; cambiar los mecanismos y criterios que utiliza el Estado para comprar algún producto, para incrementar la transparencia y otras reformas que son fundamentales”, añadió Pérez.

Aun así, a criterio de Stoute, esto “no es tarea fácil”. “Modificar las estructuras que han regido en Guatemala no es sencillo, pero hay que intentar cambiarlas porque, a pesar de la resistencia que enfrentarán, si no se consolida un cambio, puede haber una explosión social”.

La politóloga guatemalteca Gabriela Carrera especificó a la BBC que en Guatemala lleva rigiendo por más de 20 años el “pacto de corruptos” y deshacerse de eso, en cuatro años, será “muy difícil”. “Hay muchos intereses de por medio y no será fácil negociar con aquellos actores que han mantenido privilegios en el Estado por tanto tiempo”.

Es importante destacar que el movimiento Semilla cuenta con 23 diputados, en un congreso de 160, y que formaciones conservadoras como Vamos y UNE ya han evidenciado su capacidad de formar alianzas en el pasado, por lo que la capacidad de impulsar reformas y proyectos está en duda.

La integración regional

La presidente de Honduras, Xiomara Castro, felicitó al socialdemócrata por su triunfo, asegurando que buscará “unificar al pueblo de Centroamérica” con ayuda de Arévalo.

A esto hay que sumarle que el recién electo presidente reconoció haber recibido la llamada de Nayib Bukele, mandatario salvadoreño, con el propósito de establecer alianzas entre ambos países, lo que abre la puerta a facilitar la integración regional de América Central.

Otro presidente que mostró su disposición de caminar hacia la integración de la región fue el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, quien aseguró que nuestro país “continuará estrechando los lazos de amistad y cooperación, para el desarrollo de nuestras naciones y la región”.

Se trata de una posibilidad que, a juicio de Stoute, no es plausible. “Entre gobiernos corruptos y dictatoriales no hay posibilidad alguna de integración”, analiza el especialista.

“Puede haber cierto nivel de cooperación entre algunos países, pero integrar la región es algo que nos queda bastante lejos”, añade.

Al ser cuestionado sobre la postura que tendrá Guatemala con Nicaragua, Arévalo aseguró que “los gobiernos que deben regir a los pueblos latinoamericanos son gobiernos democráticos y los gobiernos democráticos son el resultado de las elecciones libres, abiertas y competitivas”, sin dar más detalles.

Aun así, el diputado Pérez, comentó a este medio que desde Semilla “han condenado públicamente, desde nuestra bancada en el Congreso de Guatemala, la farsa electoral de Nicaragua, en donde convirtieron la democracia en una dictadura”, lo que genera muchas interrogantes sobre la relación que tendrán ambas naciones.

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