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- 20/01/2015 01:00
Argentina quedó ayer en shock por la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que cinco días antes acusó a la presidenta Cristina Kirchner de ‘encubrir’ a Irán en la causa por el atentado de 1994 contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires.
‘La muerte de Nisman parece un suicidio’, dijo el secretario de Seguridad, Sergio Berni. La fiscal que lleva el caso pidió prudencia, pero antes aclaró que murió por un solo disparo de un arma calibre 22, sin dejar cartas ni testigos del suceso.
El fallecimiento se anunció el mismo día en que Nisman debía comparecer ante el Congreso para explicar su denuncia contra Kirchner y el canciller Héctor Timerman.
La autopsia terminó después del mediodía, pero la fiscal a cargo de esta investigación, Viviana Fein, señaló que pronto se conocerán más detalles. ‘El disparo fue en la sien’, reveló la autopsia, según adelantaron fuentes judiciales.
Kirchner ordenó el lunes desclasificar información de Inteligencia relacionada con la investigación del atentado solicitada por Nisman la semana pasada.
Israel lamentó la muerte del fiscal, calificado como ‘valiente jurista’, y pidió a Argentina que prosiga con la investigación de la causa al igual que organizaciones judías en Argentina como la AMIA, DAIA y Centro Simon Wiesenthal.
Nisman, de 51 años, acusó el miércoles pasado a Kirchner, Timerman y otros allegados al Gobierno de haber tramado una ‘maniobra para encubrir a Irán’ por su supuesta implicación en el atentado contra la AMIA que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994. Dos años antes, el 17 de marzo de 1992, 29 personas murieron por una explosión en la embajada de Israel en la capital argentina.
Nisman había sido designado en 2004 por el entonces presidente Néstor Kirchner como fiscal especial para la causa AMIA, un año después de que un juicio fuera anulado por irregularidades en la investigación.
En las redes sociales, se multiplicaban los llamados a manifestarse contra la impunidad y se popularizaron los hashtag con palabras claves como #Nisman y #CFKAsesina.
CONMOCIÓN POLÍTICA
La diputada opositora Patricia Bullrich afirmó que un fiscal muerto antes de dar un informe al Congreso en una causa donde hay terrorismo internacional le parece de una enorme gravedad.
Los precandidatos a las elecciones presidenciales de octubre, el alcalde de la ciudad, Mauricio Macri, y Sergio Massa —ambos de derecha—, reclamaron una investigación independiente.
El diputado del opositor PRO, el rabino Sergio Bergman, apuntó: ‘Si se suicidó o lo suicidaron termina siendo víctima de las circunstancias por la gravedad de lo que denunciaba’. Elisa Carrió, líder de la opositora Coalición Cívica, indicó que fue un asesinato y que esta muerte era previsible.
‘ACUSACIÓN VIL’
El gobierno argentino había rechazado de plano el jueves la denuncia de Nisman que calificó de ‘vil’.
El analista internacional Atilio Borón dijo a la AFP que en este caso la primera víctima es el propio Nisman y su familia. La segunda víctima son los familiares de las víctimas del atentado, porque de nuevo una tragedia obstaculiza la investigación. Y el tercera víctima es el gobierno argentino.
Según el politólogo, los grandes medios ya están casi afirmando que el gobierno está detrás de la muerte; sin embargo, para Borón eso ‘es totalmente falso porque si hay algo que se sabe es que las pruebas que iba a presentar Nisman ante el Congreso no resistían el menor análisis’.
El juez Ariel Lijo, que estaba de vacaciones hasta febrero, regresará de urgencia a Buenos Aires para investigar la denuncia de Nisman contra el Gobierno.
El gobierno ha defendido el acuerdo bilateral con Irán para investigar a los acusados de planificar el ataque. Cinco exfuncionarios iraníes, entre ellos un expresidente, actuales ministros y dirigentes religiosos locales, tienen pedido de captura internacional de Interpol por pedido argentino.
Desde marzo de 2012, se espera la fecha de un juicio contra el expresidente Carlos Menem (1989-1999) acusado de ‘encubrimiento agravado’ de la llamada ‘conexión local’, que dio la logística para perpetrar el atentado.