Latinos en las urnas, el voto hispanoamericano inclina la balanza entre Biden y Trump

Actualizado
  • 03/11/2020 00:00
Creado
  • 03/11/2020 00:00
Este martes se llevan a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la culminación de una batalla campal entre republicanos y demócratas en el territorio estadounidense, sin embargo, un amplio porcentaje de ventaja que podría inclinarse hacia uno u otro lado es el voto latino y su cambio de opinión pública
Manifestantes latinos se presentaron a las protestas en contra de los abusos policiales hacia los afroamericanos, apoyando al movimiento Black Lives Matter.

Tras una campaña reñida entre los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump –actual presidente en busca de una reelección– y Joe Biden –ex vicepresidente–, la población estadounidense se dirige hoy a las urnas ubicadas en los 50 estados del país para emitir su voto rojo o azul. Entre esta población se hallan los más de 32 millones de hispanoamericanos inscritos para votar, que han sido el objetivo de ambos partidos políticos durante décadas, según informes del Pew Research Center.

Ganar el apoyo del pueblo latinoamericano residente en EE.UU. se ha convertido en la prioridad número uno de ambos bandos, ya que en estados como Texas y Florida, este porcentaje de votantes puede aumentar o disminuir los puntos porcentuales de cada candidato, algo clave para ganar el voto del colegio electoral. Mientras que Biden ha destacado su discurso en pro de los derechos humanos y seguros médicos en el país, según expertos, Trump no ha cambiado mucho la dirección de su discurso actual de lo que fue en 2016 durante su primera campaña; el mensaje sigue siendo “proteger a la población blanca del cambio demográfico que amenaza el poder que detentan los blancos desde el nacimiento de la nación”, como indicó el reportero de economía de The New York Times Eduardo Porter, “El enemigo es hispano o negro, musulmán. Da igual”.

Según Porter, durante décadas los gobiernos estadounidenses –presididos por hombres blancos– han obtenido votos con el planteamiento de una separación por raza y nacionalidad, apuntando un dedo a “ellos” que engloba a cualquier personas de color o extranjera, y un “nosotros” como aquellos pobladores blancos nacidos en EE.UU. Esto ha creado un territorio delicado en la visión de los hispanoamericanos y afroamericanos en el país, quienes recientemente han vuelto a levantar su voz contra el abuso de poder de las fuerzas policiales y gubernamentales que violan sus derechos al sufragio y a la vida.

“En Estados Unidos el racismo define y limita dónde puedes vivir o ir a la escuela, cómo te relacionas con las autoridades y qué acceso tienes a los beneficios de la ciudadanía”, indicó Porter en su columna en el diario estadounidense. Pero, aunque el problema del racismo sigue latente y sin cambios tangibles en el país, el pueblo hispano enfrenta un mayor problema: la dicotomía de inclinación entre Demócrata y Republicano.

Biden realizó giras de campaña en La Pequeña Habana, Florida, en 2019 donde la comunidad hispanohablante tiene mayores votantes electorales.

Luego de los dos mandatos del expresidente Barack Obama (2008-2016), la unión entre comunidades afroamericanas y latinas se ha ido fracturando por la lucha de ingresos económicos, educación y puntos de vista que difieren en diversos elementos, sin embargo, la comunidad cubanoamericana es la que ha dejado su postura establecida con mayor claridad durante este año de contienda política; según una encuesta llevada a cabo por la organización Bendixen & Amandi International, un 43% de cubanoamericanos dijo favorecer a Trump frente a un 49% que favorece a Biden.

Otra encuesta realizada por Bendixen & Amandi International y el diario estadounidense Miami Herald del 1 al 4 de octubre –dos días después del primer debate Trump-Biden y el día antes de que Trump anunciara que había contraído el coronavirus–, arrojó resultados que de 600 probables electores Biden lideraba a Trump 57% a 37% en el condado Miami-Dade, en Florida.

Guillermo Grenier, profesor de sociología en la Universidad Internacional de Florida, realizó una encuesta bienal entre la comunidad cubanoestadounidense de Miami, la cual arrojó que por primera vez, los cubanos llegados entre 2010 y 2015 (los cubanos con fechas de ingreso más recientes que calificaron para obtener la ciudadanía), la mayoría se ha registrado como republicano. Mencionó a The New York Times, que los cubanoestadounidenses nacidos en Estados Unidos “van en sentido contrario”, pues el 40% afirma ser republicano, el 35% demócrata y el 24% se declara sin afiliación partidista.

“El Partido Republicano en realidad goza de una posición sólida en las comunidades cubanas, y ahora cuando se integran nuevos cubanos no ven un Partido Republicano apagado como el que había en la época de Obama”, señaló Grenier. El electorado latino de Florida se ve inclinado hacia la parte republicana de la balanza, incluyendo a jóvenes votantes de Puerto Rico, República Dominicana, Colombia y Venezuela.

Según el Pew Research Center, este año la población hispana rompió el récord que había dejado en las votaciones de 2016, señalando un 13% de la población de EE.UU. (32 millones de votantes elegibles) inscritos para enviar su voto por correo o asistir a las urnas. Este número, sin embargo, no cambia el hecho de que el electorado latino expresa menos interés en general en las campañas presidenciales, según una encuesta del Pew Research Center realizada del 30 de septiembre al 30 de octubre de 2020.

Actualmente, la población cubanoamericana es la que más se inclina en apoyar a Trump con una presencia de jóvenes dominicanos, colombianos y venezolanos.

En los resultados se enfatizó que aproximadamente la mitad de los votantes latinos registrados (54%) dijo que “está extremadamente motivado para votar este año”, en comparación con dos tercios de los votantes estadounidenses en general (69%). Mientras que una menor proporción de votantes latinos (58%) que votantes estadounidenses (69%) dijo que “ha pensado mucho en los candidatos”. Y en comparación con los votantes estadounidenses, una proporción ligeramente menor de votantes latinos dice que “realmente importa quién gana”, arrojando un 73% frente a 78%. En 2016, los votantes latinos también informaron niveles más bajos de interés en la elección y en la votación que los votantes estadounidenses en general.

Además de presentar estos números, la población hispana fue bombardeada por desinformación con respecto a las campañas electorales de Trump y Biden, como indicó a ABC News el profesor de política en la Universidad Internacional de Florida Eduardo Gamarra. “Nuestra comunidad está consumiendo desinformación a un ritmo alarmante, hay una cantidad significativa de actividad correspondiente a teorías conspirativas que incluyen lo peor de la política estadounidense y de algún modo ha conseguido filtrarse en los hogares latinos”, señaló.

La mayoría de votantes latinos que tanto Biden como Trump necesitan conseguir para tener ventaja se concentra en los estados de California (7,9 millones), Florida (3,1 millones) y Texas (5,6 millones), según datos del Pew Research Center. La ola de desinformación destinada específicamente a latinos de habla hispana –con poco o nulo manejo del inglés–, podría afectar la ida de los votantes a las urnas en estos estados, lo que en consecuencia podría afectar las chances de ganar los votos necesarios para Biden y Trump. Sin embargo, si Biden resulta ganador en el estado de Florida, sería difícil para Trump alcanzar una ventaja significativa en otros estados.

“La desinformación no es nueva en la política y se dirige principalmente a latinos predominantemente hispanohablantes en todo el país”, indicó al medio Al Jazeera, Eileen García, directora de comunicaciones de Solidarity Strategies, una firma consultora política de propiedad latina con sede en Washington, DC que trabaja para elegir candidatos progresistas. “Nos estamos encargando de asegurar de que todos los latinos tengan toda la información precisa que necesitan sobre los candidatos y los métodos de votación para poder emitir votos seguros e informados”, comentó.

Hasta el pasado 30 de octubre, los votantes hispanos registrados en Estados Unidos expresaron una creciente confianza en la capacidad de Joe Biden para manejar problemas clave como el brote de coronavirus, con mujeres y graduados universitarios especialmente confiados, como informó la encuesta realizada por el Pew Research Center. Por el contrario, “las opiniones de los hispanos sobre Donald Trump sobre los principales temas son en gran medida negativas y en su mayoría no han cambiado desde junio”.

El 71% de los latinos encuestados indicó que confía en Biden para tomar decisiones en cuanto al brote de coronavirus en el país; un 70% confía en que podrá “unir al país” y un 66% cree que puede tomar buenas decisiones en cuanto a la economía. Por otro lado, la mayoría de la población hispanohablante presenta niveles bajos de confianza en el presidente Trump con 3 de cada 10 latinos (29%) confiado en que “puede encargarse de la amenaza de la covid-19”, un 44% piensa que puede tomar buenas decisiones para la economía y solo un 20% cree que podrían “unir al país”.

La posible victoria de tanto Biden como Trump dependerá de la voz latina en las urnas y sus aspiraciones para el futuro de Estados Unidos, porque si bien, los hispanoamericanos han sido en general el apoyo del partido demócrata, ahora los estudios indican que mientras una gran mayoría confía en Biden, en los estados donde realmente importa el voto final hay un tambaleo de consciencia que podría inclinarse hacia el republicano para antes del final del día electoral.

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