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- 31/12/2021 00:00
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Eric Adams, excapitán de Policía y expresidente del distrito de Brooklyn, tomará el sábado posesión como alcalde de Nueva York, la capital económica y cultural de Estados Unidos, con la difícil tarea de recuperar la economía, la actividad cultural y la seguridad en la ciudad, una de las más golpeadas por la covid-19.
Ha llegado el momento de que este político demócrata de origen humilde, vegano y afroamericano, comience a trabajar para cumplir sus promesas electorales, entre ellas, la de atajar la violencia armada que se disparó paralelamente a la expansión del SARS-CoV-19 y que le sirvió para marcar diferencias con sus oponentes durante la campaña electoral, sobre todo en las elecciones primarias del partido demócrata, donde se impuso a una decena de candidatos.
Pero también y más a medio y largo plazo deberá hacer frente a las desigualdades raciales, económicas, educativas, sociales y de vivienda de la ciudad y que el coronavirus exacerbó y dejó a la vista de todos.
Para ello, ya se ha rodeado de cinco vicealcaldesas bregadas en los asuntos municipales y que, según el politólogo de la Universidad de Nueva York (CUNY) John Gutiérrez, son "la crema de los burócratas" de Nueva York y están "sumamente capacitadas"
Desde que dio el primer paso para concurrir en la carrera electoral a la alcaldía, hasta el día de hoy, Eric Adams ha recordado una y otra vez los 22 años que pasó en la Policía y que durante este tiempo portó un chaleco antibalas para proteger a sus vecinos.
Un mantra con el que logró numerosos votos, que blandió como credencial frente a sus oponentes electorales al discutir cuestiones de seguridad y que incluso, antes de asumir la Alcaldía, ya ha empleado contra sus compañeros de partido en el Consejo Municipal.
El pasado 21 de diciembre, ante una petición firmada por 29 de los 51 miembros del Consejo Municipal para que se ponga fin al confinamiento solitario de los presos en las cárceles de gestión municipal, Adams respondió airado.
"Si quieren trabajar como socios, llámenme, escuchen mis ideas y mis creencias. Lo único que diferencia a todos los que firmaron esa carta de Eric Adams es que yo usé un chaleco antibalas durante 22 años y protegí a la gente de esta ciudad. Cuando hagan eso, entonces tendrán derecho a preguntarme sobre cuestiones de seguridad pública. Creo que algo sé sobre esto", dijo el nuevo alcalde a quien, en ocasiones, le gusta hablar de sí mismo en tercera persona.
Para el profesor Gutiérrez esta actitud es una muestra de los "elementos caudillistas" que caracterizan la personalidad de Adams, unos rasgos que comparte con otros "grandes alcaldes" de la ciudad como Fiorello La Guardia (1934-1945), Edward Koch (1978-1989), Rudy Giuliani (1994-2001) o Michael Bloomberg (2002-2013).
"El caudillo siempre piensa que tiene la razón, que sin él se derrumba la ciudad, el mejor asesor que tiene el caudillo es él mismo y yo creo que eso son elementos de Adams, son cosas que se ven en él", subrayó el experto.
Esta actitud, con la que claramente se pone en contra a un gran número de miembros de su partido, y en concreto a la izquierda más progresista, de la que ya se desvinculó con claridad durante la campaña electoral, es la misma con la que consiguió fraguarse las simpatías de muchos votantes en un momento en el que la violencia se disparó en la ciudad y todo el país.
"Adams es una persona que ha podido hablarle al neoyorquino promedio, él tiene un poco de don, tanto por su acento que es bien de Brooklyn, como por haberse criado y haber estudiado aquí. Es un hombre que tiene esa facilidad (y) en momentos difíciles las personas que no se interesan por los pormenores de la política, quieren una voz como esa", agregó Gutiérrez.
Pero además, Adams, que también ejerció como senador estatal (2007-2013) siempre ha buscado identificarse con el neoyorquino de a pie, insistiendo en que él es un obrero de orígenes humildes y que su madre, Dorothy, que falleció este año durante la campaña electoral, fue "traicionada" por la ciudad.
"Todo esto es por ustedes", dijo durante la jornada electoral en la que fue elegido alcalde en noviembre, antes de subrayar: "Solo tengo tres palabras: Soy como ustedes (...). La ciudad ha abandonado a personas como mi mamá, así que espero que la gente ejerza su derecho a expresar que ya no queremos ser abandonados".
También suele recurrir a su infancia para retomar el manido mito local del "sueño americano" y de Estados Unidos como "la tierra de las oportunidades", donde, supuestamente, con esfuerzo y tesón, cualquier persona puede conseguir lo que se proponga.
"Un niño (Eric Adams) que yacía en el piso de la Comisaría del Distrito 103, agredido por la Policía, ahora puede convertirse en el alcalde para estar a cargo de ese mismo Departamento de Policía. Yo soy el Sueño Americano. Soy una historia de Nueva York", aseguró también el día que se impuso en las elecciones primarias del pasado junio.
Por: Jorge Fuentelsaz