El Gobierno de Nicaragua dice que promueve "rutas de reencuentro" ante crisis

Actualizado
  • 02/10/2018 20:41
Creado
  • 02/10/2018 20:41
Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado varias protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega y un saldo de entre 322 y 512 muertos

La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, afirmó hoy que el Gobierno está promoviendo "las rutas del reencuentro" ante la crisis sociopolítica en el país, que ha dejado cientos de muertos desde abril.

"Estamos promoviendo cada día más el respeto, el entendimiento y las rutas de reencuentro, de reconciliación", afirmó Murillo, también primera dama del país, en un mensaje a través de medios oficiales.

Aseguró que están "trabajando duro para que esa realidad" que tenían antes del 18 de abril, cuando estalló la crisis sociopolítica, "y que algunos quisieron cambiar, o alterar, se reinstale".

"Porque eso es lo que genera tranquilidad, seguridad, paz y mucha estabilidad para poder trabajar y prosperar", agregó.

Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado varias protestas contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega y un saldo de entre 322 y 512 muertos y más de 300 "presos políticos", según organismos de Derechos Humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 los fallecidos.

El diálogo que sostenían la opositora Alianza Cívica y el Gobierno para superar la crisis fue suspendido de forma indefinida en julio pasado, después de que grupos oficialistas atacaran a obispos de la Iglesia católica, quienes actúan como mediadores.

La tensión aumentó luego de que este fin de semana la Policía disolviera varias manifestaciones en diferentes ciudades y capturara a decenas de personas tras haber calificado de "ilegales" las protestas contra el presidente Daniel Ortega.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Ortega por "más de 300 muertos", ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros, violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.

Ortega rechaza esos señalamientos y sostiene que se trata de un intento de "golpe de Estado".

Las protestas contra Ortega y Murillo comenzaron el 18 de abril pasado, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de 11 años en el poder.

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