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'Pax tyrannis': un orden mundial hobbesiano
- 10/03/2023 07:59
- 10/03/2023 07:59
Es una realidad, y es fáctico, que la pax americana que imperó en el mundo, en particular en occidente, llegó a su fin. La paz internacional que garantizó EE.UU. desde el final de la Segunda Guerra Mundial se violó cuando cientos de tanques rusos invadieron Ucrania el 24 de febrero de 2022. Un año después, la Pax Americana, violada por el tirano de Moscú, simplemente se rindió ante la voluntad de los iliberales del Sur Global y su resiliencia frente una hegemonía cuasi liberal que es anacrónica a las necesidades y posibilidades del siglo XXI.
Del otro lado del mundo, China instaló sus emblemáticas “Dos Sesiones” y develó una nueva postura política, económica y militar ofensiva.
Por los próximos 10 años, el Partido Comunista de China, liderado por Xi Jinping, concentrará sus esfuerzos a ser victorioso en la lucha existencial por el control hegemónico del sistema internacional y ser el arquitecto del nuevo orden mundial.
Las grietas de la coalición de democracias de occidente son cada vez más evidentes.
'Uncle Sam' se encuentra hoy reaccionando al mundo, en lugar de dirigir su curso. Cada vez más escuálido y más chico en el mapa del poder mundial, occidente no ha logrado evolucionar su propuesta política y de desarrollo económico. La paz internacional hoy es garantizada por el balance que los tiranos obligan a las democracias a soportar.
En diciembre de 2022, la embarcación Lady R apagó su transpondedor una vez que atracó en la base naval sudafricana de Simon´s Town, a pocos kilómetros de Ciudad del Cabo.
El buque de carga, perteneciente a la flota de la compañía rusa MG-FLOT (anteriormente Transmorflot LLC), había sido sancionado en mayo de 2022 por el gobierno de EE.UU., por transportar armas para el gobierno de Moscú.
Durante dos noches de total oscuridad (por apagones eléctricos a nivel nacional en Sudáfrica), grúas en el puerto de la base naval de Simon´s Town descargaron y presuntamente cargaron grandes contenedores. El transpondedor de 'Lady R' volvió a registrar su ubicación dos días después, a 100 millas de su última posición. Hoy está atracada en un puerto en Beira, Mozambique, país en donde opera el ejercitó privado ruso conocido como Wagner Group.
El gobierno de Joe Biden advirtió al gobierno de Cyril Ramaphosa antes de que el buque atracara en Simon's Town y contactó nuevamente al gobierno de Pretoria después que partiera, para indagar sobre el cargamento que se descargó y se cargó a la embarcación.
El despacho de Ramaphosa simplemente no contestó las llamadas de Washington. El 22 de febrero de este año, el Gobierno de Sudáfrica se abstuvo en la votación que exigía la retirada de tropas rusas de Ucrania. El mismo gobierno que recibió el honor único de ser el del primer líder africano que Joe Biden invita a la Casa Blanca (septiembre de 2022) y la primera visita de Estado que recibió el rey Carlos del Reino Unido.
A pesar del cabildeo de occidente, el Gobierno de Sudáfrica prefirió la “neutralidad” por encima de contrariar a Rusia y China. En enero de 2023, similarmente, dos buques iraníes (bajo sanciones de EE.UU.) viajaron a Rusia, presuntamente transportando más de 100 millones de municiones para armas largas y 300 mil unidades de municiones de artillería... 300 mil municiones de artillería que lloverán sobre Ucrania en los próximos meses.
En el mismo hemisferio occidental, y al sur de su propia frontera, el poco temor o respeto hacia las autoridades de EE.UU. es notable. El 3 de marzo, cuatro ciudadanos estadounidenses fueron secuestrados a plena luz del día por el crimen organizado en Matamoros, México. Dos fueron asesinados. Y el FBI de EE.UU. ofrece ahora tan solo $50.000 por información de los secuestradores. El presidente de México, tras el asesinato de dos ciudadanos del “Imperio”, calificó de hipócritas a las autoridades de EE.UU. por sus críticas al Gobierno mexicano. El régimen de Nicaragua se burla y envía sus presos políticos a D.C.; Maduro negocia con empresas americanas pese a tener una recompensa de $15 millones por su captura; Lula, después de haberse reunido con Biden en febrero, se prepara para viajar a Pekín para negociar la presidencia del Banco Asiático de Desarrollo, que puede facilitar la nacionalización de la corrupción internacional; y Argentina espera con ansias su ingreso al grupo de los BRICS.
La paz internacional se rompió, y el poder internacional de EE.UU. perdió su influencia sobre el orden mundial. La pax americana que nació en 1945 dejó de existir.
El 4 de marzo, el Gobierno de China instaló sus famosas “dos sesiones”.
Las “dos sesiones” anuales de China, la Asamblea Popular Nacional (APN) y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (Ccppc), marcan la agenda de las instituciones del país cada año. Sin embargo, este año las “dos sesiones” verán también el relevo generacional de los altos cargos del gobierno y el partido Comunista de China. Este relevo ocurre cada 10 años y por primera vez desde la era de Mao Tse-tung, el líder –Xi Jinping– será el único en mantenerse en el poder, dando inicio a un tercer período, inédito en la historia moderna del país.
La Asamblea Popular Nacional reformará el sistema financiero del país, creando una nueva administración, la Administración Nacional de Regulación Financiera. Además, creará una Administración Nacional de Datos que se encargará de recopilar informaciones del mundo digital y ejecutará las estrategias de ciberseguridad establecidas por el Comité Central del Partido Comunista de China. La Asamblea Popular Nacional también reformará el aparato de seguridad del Estado, para traer bajo el control del Partido tanto las agencias de seguridad interna como las agencias de inteligencia.
Estas nuevas instituciones de regulación serán colocadas bajo la supervisión del Consejo de Estado, es decir, bajo el control del nuevo premier, Li Qiang.
El nuevo premier chino es un arduo y viejo aliado de Xi Jinping, fue su asistente en Zhejiang cuando Xi fue líder del partido en esa provincia de 2002 a 2007. Li Qiang fue quien supervisó y ordenó el confinamiento de dos meses de la ciudad de Shanghai. El nuevo vice-premier del Consejo de Estado, Ding Xuexiang, fue jefe de Gabinete de Xi cuando era secretario del partido en Shanghái.
El nuevo segundo vice- premier del Consejo de Estado, He Lifeng, trabajó junto a Xi hace 40 años, en Xiamen, y desde entonces mantienen cercana relación. Wang Xiaohong, el actual ministro de Seguridad y miembro del Consejo de Estado, era un miembro de alto rango de la policía en Fuzhou, cuando Xi era un líder del partido allí. Todos los altos miembros del nuevo Consejo de Estado mantienen un grado importante de lealtad a Xi y comparten prioridades de seguridad y estabilidad, por encima de crecimiento económico.
Las “dos sesiones” ya asomaron que apuntan a un crecimiento económico de 5% y un aumento del presupuesto de defensa de un 7,2%. Ambas metas son moderadas, pero superan a las establecidas el año anterior. EE.UU. crecerá un 0,4% en 2023, según el Departamento de Estudios Económicos de la ONU. Mas allá de la realidad detrás de las cifras, es evidente que la postura de China es ofensiva, y que Xi Jinping está preparando las bases para represión interna, control total de la economía y el rejuvenecimiento de sus fuerzas armadas. Xi pidió, ante oficiales reunidos en el marco de las “dos sesiones”, “elevar más rápidamente las fuerzas armadas a estándares de clase mundial”. Xi, personal y directamente, algo poco común de un líder chino, señaló a EE.UU. ante los medios internacionales, cuando aseguró que “los países occidentales liderados por Estados Unidos han llevado a cabo una contención, un cerco y una represión integrales de China, lo que ha traído severos desafíos sin precedentes para el desarrollo de China”. Xi advirtió que, de seguir el curso, un conflicto es inevitable.
En paralelo a las reformas políticas en China de cara a los nuevos desafíos internacionales que enfrentará el Partido Comunista de China, surgieron revelaciones que indican que grupos pro-Ucrania fueron los responsables de la explosión que inhabilitó el oleoducto Nord Stream 2, entre Rusia y Alemania, en septiembre de 2022.
Según las agencias de inteligencia de EE.UU. y países europeos, el acto de sabotaje buscó forzar a los alemanes a cortar el suministro de energía rusa y no, como se acusó inicialmente, fue una operación rusa para castigar económicamente a Europa.
Recordemos que el Gobierno de EE.UU. se opuso a la construcción de Nord Stream 1 e hizo esfuerzos para detener a Merkel de aprobar la construcción de Nord Stream 2. Es más, el 7 de febrero de 2022, durante la visita del canciller Olaf Scholz a la Casa Blanca, Biden aseveró que “sí Rusia invade, eso significa que tanques o tropas crucen la frontera de Ucrania, nuevamente, entonces ya no habrá un Nord Stream 2...le pondremos fin”.
Al ser interrogado por la prensa sobre cómo EE.UU. pondría fin a un proyecto energético entre Alemania y Rusia, Biden respondió: “Lo haremos, se los prometo, seremos capaces de hacerlo”.
Parece evidente que la operación que dio con la destrucción del oleoducto, a 70 metros bajo el agua y con el uso de altos explosivos que fueron colocados sin alertar a la inteligencia alemana y rusa en el Báltico, contó con el apoyo técnico y financiero de una agencia de inteligencia con vastos recursos, dispuesta a colaborar con grupos pro ucranianos.
Nord Stream 2 no es la única grieta en la unidad de la OTAN. La Unión Europea está en alerta luego de que el presidente Biden logró la aprobación del Inflation Reduction Act, cuyos subsidios a la industria de la energía verde en EE.UU. podría convertir a Europa en un cementerio de parques industriales abandonados. De igual manera, en 2021 Biden anunció la creación del dialogo de seguridad AUKUS (Australia, Reino Unido y EE.UU.) y un plan para construir submarinos nucleares con Australia que canceló el contrato que tenía Canberra con el gobierno de Paris. Y por supuesto, debemos mencionar que entre 2012 y 2014, durante el gobierno de Obama, la NSA de EE.UU. espió al Gobierno de Alemania, usando infraestructura digital de Dinamarca, entre otros casos de comportamiento desleal en la coalición de “occidente”.
EE.UU. pareciera no haber evolucionado políticamente. Desde 2008 el sistema político de EE.UU. no ha refinado sus bases ideológicas ni estructuras políticas para enfrentar los nuevos retos del escenario internacional. El sistema político fue influenciado por actores extranjeros e ideologías foráneas a la idiosincrasia estadounidense. La paz internacional ya no está garantizada por EE.UU. ni el orden mundial que construyó. La paz entre naciones es ahora una negociación entre tiranos. Un orden mundial hobbesiano, en donde los iliberales hacen lo que quieren y los demócratas se conforman con lo que pueden. Pekín prepara sus fusiles y afila sus bayonetas para nuevamente proclamar, como Mao Tse-tung, que “el poder emana del barril de un cañón”.