Cuando la vida vale 12 dólares

Actualizado
  • 09/05/2014 02:00
Creado
  • 09/05/2014 02:00
La semana que viene se cumple un mes desde que los islamistas de Boko Haram secuestraron a más de 200 niñas

El pasado 14 de abril el grupo terrorista nigeriano, Boko Haram, secuestró a 276 adolescentes en el Estado de Borno. Este grupo yihadista, extremadamente violento, lleva cinco años sembrando el terror en el noreste del país, zona de mayoría musulmana, con atentados indiscriminados contra la población civil, secuestros y actos violentos contra policías, militares o musulmanes moderados. Boko Haram persigue el establecimiento de la ley islámica en el noreste del país y la erradicación de cualquier práctica social, cultural o educativa relacionada con occidente.

Las autoridades nigerianas, en vista de que los terroristas habían secuestrado en el pasado a adolescentes que acudían a los centros de enseñanza, decretaron el cierre de las escuelas para dificultar la acción de los criminales. El centro debió abrir de forma extraordinaria para que las menores hicieran los exámenes. La ocasión fue aprovechada por los fanáticos para llevarse en camiones a jóvenes de entre 12 y 15 años. El líder los terroristas, Abubakar Shekau, ha amenazado a través de un video con vender a las niñas como esclavas si no se cumplen sus reivindicaciones.

Hasta hace sólo unos días el secuestro ha permanecido arrinconado en las secciones internacionales de algunos medios de comunicación, y han sido pocas las voces que se han levantado para denunciar la acción terrorista y la pasividad del gobierno nigeriano. Al comienzo de la semana el presidente Obama manifestó el apoyo norteamericano al gobierno de Nigeria para liberar a las menores, y a partir de esa reacción se produjeron la del presidente francés, François Hollande, y la del Gobierno británico. A estas reacciones han seguido intensas campañas en las redes sociales.

Mientras la comunidad internacional reacciona, 226 niñas (ya que más de 50 pudieron escapar del cautiverio) permanecen secuestradas. Los fanáticos no quieren que estudien, lean, escriban o piensen por sí mismas. La versión más abominable del Islam impone su ley a sangre y fuego al resto de la sociedad, especialmente a las mujeres, quizás porque sean ellas las que están demostrando su capacidad de promover un cambio profundo de mentalidad en sus comunidades.

Ojalá que lo antes posible las niñas sean liberadas, puedan disfrutar de la libertad, volver a la escuela, estudiar y seguir cambiando la sociedad en la que viven. Entre tanto, ya hay noticias de que algunas de las menores secuestradas están siendo vendidas como esclavas por 12 dólares en los países vecinos. Cuando una niña de doce años puede ser vendida por 12 dólares es que algo muy grave está pasando en el mundo, y nadie debería ser indiferente o mirar hacia otro lado.

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