Profesores chilenos presionan al Gobierno con movilización por mejoras laborales

Actualizado
  • 03/08/2023 00:00
Creado
  • 03/08/2023 00:00
Entre las demandas que reclaman están cambios en la jornada escolar, un bono para los profesores jubilados

Miles de profesores chilenos marcharon este miércoles en la ciudad de Valparaíso, sede del Congreso Nacional, en el marco de un paro de 48 horas para exigir mejoras laborales y de infraestructura, pago de bonos y revisión del sistema de evaluación docente.

"Hasta el momento ha habido mucha retórica, mesas de diálogo, mientras nuestros colegas sufren agobio, violencia, condiciones de trabajo no adecuadas y falta de material pedagógico", afirmó el presidente del gremio en la Región Metropolitana -a la que pertenece Santiago-, Mario Aguilar.

El dirigente detalló en rueda de prensa que escuelas del sur de país están operando con temperaturas cercanas a los 0° grados, con salas sin calefacción y carencias sanitarias graves, además de retraso en la entrega de material pedagógico.

"Es bueno ver cómo los profesores estamos unidos nuevamente con demandas colectivas que hemos históricamente defendido", dijo a Efe el docente Mario Jofré, que asistió a la protesta.

Entre las demandas que reclaman están cambios en la jornada escolar, un bono para los profesores jubilados, medidas para mitigar tanto la violencia en los establecimientos escolares como el estrés laboral y el pago de la denominada "deuda histórica".

La "deuda histórica" es el perjuicio salarial que sufrieron miles de profesoras de escuelas públicas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando la administración de los establecimientos fue traspasada desde el Estado a las municipalidades, lo que impidió que los profesionales recibieran el reajuste salarial que estaba contemplado.

Durante la última semana de julio el Colegio de profesores convocó a un paro de 24 horas que según cálculos del gremio fue seguido por más de 100.000 profesores en todo el país y cerca de 5.000 centros educativos públicos cerraron sus puertas.

El presidente chileno, Gabriel Boric, un antiguo líder estudiantil, prometió al llegar al poder reparar ese perjuicio salarial, pero el pasado junio reconoció en su segunda comparecencia ante el Parlamento que el Estado no cuenta con fondos suficientes y que es necesario aprobar una reforma tributaria para conseguirlos.

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