Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 10/03/2022 00:00
- 10/03/2022 00:00
La invasión rusa a Ucrania y la crisis energética que está generando han producido un inesperado acercamiento entre los Gobiernos de Estados Unidos y Venezuela, que ha venido acompañado de la liberación de dos estadounidenses presos en el país caribeño y el anuncio del presidente Nicolás Maduro de una reactivación del diálogo con la oposición.
El Gobierno venezolano, que había manifestado abiertamente su respaldo a Vladímir Putin en la operación militar iniciada el pasado 24 de febrero, dio un giro a los hechos al admitir el lunes que sostuvo una reunión el pasado fin de semana con una delegación estadounidense de alto nivel, a la que transmitió su voluntad de "avanzar en una agenda que permita el bienestar y la paz".
El propio Maduro, que explicó cómo había transcurrido la reunión con la delegación de EE.UU., aseguró que "continuarán hacia adelante las conversaciones, las coordinaciones y un agenda positiva entre el Gobierno de Estados Unidos" y el de Venezuela.
Por su parte, EE.UU. confirmó la visita a Caracas de su delegación y dijo que el propósito del viaje era discutir "diferentes temas", entre ellos, la "seguridad energética" en medio de la escalada de precios del petróleo por la invasión rusa a Ucrania, que apenas el primer día de la guerra alcanzó los 104,37 dólares, una cifra no vista desde 2014, cuando llegó a cotizar a 111,80 dólares.
No obstante, la prueba palpable del acercamiento llegó la noche de este martes, pero no con acuerdos energéticos, sino con la liberación del cubano-estadounidense Jorge Alberto Fernández, detenido en febrero de 2021, y de Gustavo Adolfo Cárdenas, exdirectivo de Citgo -filial de la petrolera estatal venezolana Pdvsa en EE.UU.-, quien estuvo encarcelado cuatro años y cuatro meses en Venezuela.
Las liberaciones de los ciudadanos estadounidenses, solicitadas también por la comisión que visitó Caracas, fueron celebradas por el presidente de EE.UU., Joe Biden, quien aseguró en un comunicado que estos hombres estaban "injustamente" detenidos en Venezuela.
Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, insistió el pasado miércoles en que EE.UU. sigue abierto a hablar sobre "una variedad de temas" con Maduro, especialmente sobre la liberación de los estadounidenses que siguen encarcelados en ese país.
En Venezuela siguen presos otros cinco exdirectivos de Citgo que fueron detenidos junto con Cárdenas, cuatro de ellos acusados de concierto de funcionario con contratista y asociación para delinquir, y el expresidente de la filial, a quien acusaron de peculado doloso propio y concierto de funcionario con contratista y asociación para delinquir, además de imponerle una multa de 2 millones de dólares.
Otro giro en la postura del Gobierno venezolano luego de su acercamiento con EE.UU. fue la decisión de "reactivar con mucha fuerza el proceso de diálogo nacional" con "todos los factores políticos" del país que anunció Maduro, si bien no detalló si esa resolución implica retomar la mesa de negociación con la oposición establecida en México y que fue suspendida en octubre pasado.
"Hemos decidido en esta reunión reactivar con mucha fuerza el proceso de diálogo nacional con todos los factores políticos, sociales económicos, religiosos y culturales del país", afirmó tras sostener un encuentro el pasado lunes con sus vicepresidentes, el canciller y el Estado Mayor en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.
En sus declaraciones, Maduro evitó referirse a la extradición a EE.UU. del empresario colombiano Álex Saab, su supuesto testaferro, razón a la que su Gobierno atribuyó la paralización de las negociaciones, iniciadas en México en agosto de 2021, y por la que la delegación oficialista mantuvo firme su posición de no volver a la mesa, hasta este lunes.
Sobre esto, se limitó a decir que la negociación en México "recibió un golpe tremendo", pero que están "pidiendo diálogo".
Hasta ahora, las muestras visibles de acercamiento han venido de Venezuela, pues el Gobierno de EE.UU. aseguró que no ha cambiado su política hacia el país caribeño, tras la visita de los dos funcionarios estadounidenses a Caracas.
Así lo señaló este martes la subsecretaria para Asuntos Políticos del Departamento de Estado, Victoria Nuland, en una comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., donde fue preguntada por esa visita.
Y aunque, según informaciones de prensa, el Gobierno de Biden estudia levantar parte de las sanciones al sector petrolero de Venezuela que impuso su predecesor, Donald Trump (2017-2021), la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, rechazó hoy mismo hacer cualquier mención sobre la posibilidad de relajar estas medidas.
Sobre esta opción, la oposición liderada por Juan Guaidó insistió en un comunicado en que el levantamiento de "cualquier medida de presión" debe estar orientado a la "democratización", porque, de otra manera, fortalecería "al autoritarismo que hoy amenaza al mundo".