Remesas en Centroamérica crecieron 13,2% a junio de 2023, según el BID

Las remesas de los países de la región centroamericana mostraron los crecimientos más altos de América Latina y el Caribe (ALC) durante el primer semestre de 2023, alcanzando una tasa del 13,2% superior a la observada en el mismo periodo del año anterior.

De mantenerse esta tendencia, se espera que los ingresos de remesas ronden los $43.977 millones al cierre del año con una tasa de crecimiento del 13%, aproximadamente, informó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su informe denominado “Las remesas a Latinoamérica y el Caribe en 2023: Retomando el crecimiento previo”.

El crecimiento observado en esta subregión fue resultado del aumento del ingreso por remesas en todos los países centroamericanos, en especial de Nicaragua cuyo crecimiento fue extraordinario (59%) y que es resultado de la alta emigración que se observa en los últimos años.

Los países de Centroamérica tienen una mayor diversidad que México en cuanto a los orígenes de las remesas que reciben. En promedio, el 73,5% de las remesas que recibe esta región provienen de Estados Unidos.

En todos los países, Estados Unidos es el principal origen de las remesas; para algunos superan el 90%, como es el caso de El Salvador (95,8%), Guatemala (92,9%), y Honduras (90,1%), y en otros alcanzan porcentajes altos como en Belice (84,1%) y Nicaragua (75,3%).

Aunque en otros países este origen tiene un menor porcentaje, aún así supera el 50%, como es el caso de Panamá (61,5%) y Costa Rica (61,5%).

Al primer semestre de 2023, Centroamérica recibió el 28,2% del ingreso por remesas de ALC. Esta participación es ligeramente mayor (0,9%) a la del año previo.

Sin embargo, el poder de compra de las remesas que recibieron mostró una pérdida durante 2023 del -5,1%, debido principalmente al efecto que tuvo la inflación agregada de esta región (8,2%) ya que el tipo de cambio se devaluó en 2,2% durante el año.

El BID detalló que la tasa de crecimiento de las remesas que recibió la región centroamericana fue 66,9% mayor a la tasa de crecimiento estimada del producto interno bruto (PIB) per cápita de los países, lo que demuestra que durante el año mejoraron más los ingresos de las familias que recibieron remesas, frente a aquellas que no se beneficiaron de estos flujos.

En el Caribe las remesas recibidas representaron el 45,3%, la menor a la tasa de crecimiento estimada del PIB per cápita de estos países, lo que muestra un deterioro relativo en el ingreso de las familias receptoras de remesas frente a aquellas que no las recibieron.

Los flujos de remesas durante 2023 significaron 9,4% y 12,7% respecto al PIB en los países del Caribe y de Centroamérica, respectivamente. Aunque en México y Sudamérica este indicador es más bajo (3,9% y 0,7%, respectivamente), el BID recordó que aunque a nivel macroeconómico las remesas parecen tener menor importancia, al compararlas con los PIB respectivos, estos flujos benefician a millones de familias de recursos bajos, sin los cuales caerían a niveles de pobreza aun mayores. “El cálculo permite apreciar cómo varía el poder de compra de una unidad de remesa de un año a otro como efecto de las variaciones del tipo de cambio y de los precios”, dijo.

Por su parte, en la región sudamericana el crecimiento de las remesas fue reforzado por la depreciación de las monedas (6,6%), pero fue compensado y sobrepasado por la inflación del 12,4%, dejando una pérdida de capacidad de compra de las remesas en esta región del 5,9%.

Su crecimiento fue 13,3% mayor a la tasa de crecimiento estimada del PIB per cápita, lo que muestra que las economías de las familias receptoras de remesas mejoraron en comparación de aquellos que no recibieron estos envíos.