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Programas sociales generan un impacto 'modesto' en la reducción de la pobreza panameña, estimó el BID
- 02/08/2021 00:00
- 02/08/2021 00:00
Los programas de transferencias monetarias condicionadas (PTMC): Red de Oportunidades, 120 a los 65, Ángel Guardián, Bono Alimentario y Pase-U, en su conjunto generan una contribución relativamente “modesta” en la reducción de la pobreza.
Así lo revela el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su informe: Impacto Social de la Pandemia y Análisis de eficiencia de los programas de transferencia monetaria, destacando que el impacto de los programas sociales en su conjunto es de 3,3 puntos en la pobreza general y 4,4 en la extrema, aunque el efecto es de mayor calado en la reducción de la brecha de pobreza.
De acuerdo con las estimaciones del BID, las razones de ello son diversas y, entre ellas, se encuentra la baja cobertura y la elevada filtración de los programas. Ahora bien, subraya que, si se tuviera como objetivo conseguir una buena focalización, es decir, eliminar la filtración y ampliar la cobertura, esto podría tener un impacto negativo en la reducción de la pobreza.
De hecho, con una cobertura del 100% y una filtración del 0% el impacto en la reducción de la pobreza general y extrema sería inferior al actual, porque, aunque se han producido avances notables, existen dos problemas distintos en la implementación de los diversos programas.
Mencionó que por un lado está el desafío de recertificar la elegibilidad de los beneficiarios que tienen más de 5 años de estar incluidos en el padrón de beneficiarios. Y por el otro, está la actualización del proxy que se emplea para la elegibilidad.
Destacó que la selección de los beneficiarios de los PTMC administrados por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se realiza mediante una estimación de prueba de medios (proxy means test (PMT) del gasto o del ingreso).
En su análisis, el BID señaló que “un porcentaje relativamente alto de los filtrados, aunque no son pobres según el proxy, sí lo son en términos de pobreza monetaria, lo que da una apariencia de excesiva filtración”.
Indicó que lo anterior, “pone de manifiesto la disociación que se ha generado con el paso del tiempo entre la pobreza monetaria y la definida por el proxy que se emplea en Panamá”, lo que “hace más evidente lo necesario que era el nuevo PMT, más aún en el momento actual, donde numerosos hogares mantienen unas características estructurales que los deja fuera de los programas según el proxy, pero cuyos ingresos han caído notablemente”.
También muestra la importancia de realizar actualizaciones periódicas de los proxys, pues el paso del tiempo genera una disociación entre pobreza monetaria y la definida por este tipo de herramientas, así como la aplicación sistemática del proceso de recertificación de las condiciones de pobreza de los beneficiarios y de sus condiciones de elegibilidad.
Los cuatro Programas de Transferencia Monetaria Condicionada (Red de Oportunidades (RdO); (Bono Alimentario (BA); 120 a los 65; y Ángel Guardián (AG), que lleva adelante el Gobierno de Panamá, a través del Mides, conjuntamente benefician a alrededor de 342,000 personas en situación de pobreza y pobreza extrema.
Pero existe un quinto PTMC, que el Programa de Asistencia Social Educativa Universal (Pase -U) 20, a cargo del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (IFARHU), que beneficia a 671 mil estudiantes del sector público y privado. El Pase-U constituye un apoyo económico anual de $270, $360 y $450 a estudiantes de primaria, premedia y media, respectivamente.
El pago se realiza de forma trimestral y está condicionado a lograr la asistencia y alcanzar un promedio mínimo por trimestre. Es, según el BID, con gran diferencia el programa que más beneficiarios tiene y su monto total ascendió en 2020 a $187,6 millones.
El programa de mayor impacto a la hora de reducir la brecha de pobreza es Pase-U, lo que se debe a su mayor cobertura, seguido de 120 a los 65, RdO y AG, mientras que el Bono Alimentario apenas tiene incidencia, detalló.
En 2020, el Mides desembolsó $232,018,440 en cuatro ciclos de pago. El 82% de los beneficiarios recibe las transferencias por medio de la tarjeta clave social, mientras que el 18%, correspondiente a áreas de difícil acceso, las recibe en efectivo debido a las limitaciones de conectividad y aislamiento geográfico16, recopila el BID en su informe.
Describió que la RdO es una transferencia mensual de $50 a hogares en pobreza extrema con niños menores de 18 años, independientemente de su composición. Los pagos son trimestrales y están condicionados al cumplimiento de corresponsabilidades en educación y salud. En salud, los niños menores de cinco años deben asistir regularmente a los controles de crecimiento y desarrollo, y las mujeres embarazadas deben asistir a los controles prenatales. Los niños de 5 a 17 años deben matricularse en la escuela y asistir al menos al 85% de las clases. La verificación de las corresponsabilidades para dichos programas fue suspendida temporalmente por el Mide mientras esté vigente el Estado de emergencia por covid-19. En algunas áreas rurales y de las comarcas indígenas, como alternativa a la RdO, opera el BA, que es un cupón de $50 mensuales que puede ser utilizado sólo para la compra de alimentos en tiendas autorizadas. En 2020, la RdO y el BA contaban respectivamente con 40,982 y 8,449 hogares beneficiarios.
El Programa 120 a los 65, por su parte, es una transferencia mensual de $120 a individuos mayores de 65 años de edad que no reciben una pensión contributiva y se encuentran en situación de pobreza. El pago es trimestral y está condicionado a la asistencia a un control anual de salud. A 2020, el número de beneficiarios del programa era de 125,463 personas. Entretanto, el AG está dirigido a personas con discapacidad severa en condición de dependencia y pobreza extrema19. El monto de la transferencia es de $80 mensuales y llega al beneficiario a través de su representante legal. Es condicionada a la asistencia anual a los servicios de salud y al 2019 beneficiaba a un total de 19.106 personas. A fin de facilitar la gestión de los diferentes programas que administra, el Mides desarrolló una Plataforma Integrada de Información de Beneficiarios (PIIB) que automatiza los procesos de gestión de los PTMC. Aunque el PIIB aún se encuentra en fase de desarrollo, a la fecha 342,059 beneficiarios componen el padrón nominalizado y se han habilitado 11 interfases que permiten la interoperabilidad con otras entidades del Gobierno de Panamá.