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- 21/05/2016 02:00
- 21/05/2016 02:00
Desde hace veinte años Panamá optó por el modelo económico de libre mercado; no obstante, muchos consumidores se quejan de aumentos constantes de precios y de baja calidad de los bienes, ecuación que no debería existir en un mercado eficiente, cuyo funcionamiento depende de un rol activo de los consumidores que empujen a las empresas a ofrecer bienes y servicios más variados y de mayor calidad.
La queja merece nuestra atención. Aquí la pregunta sería: ¿Qué podría explicar que en algunos sectores haya una competencia perezosa y qué podemos hacer para despertarla? En algunos mercados existen asimetrías de información, que los consumidores no pueden apreciar fácilmente las diferencias entre un producto y otro, por lo que podrían estar pagando altos precios por bienes de poca calidad. Por otra parte, el consumidor se encuentra limitado en su capacidad de búsqueda y, en algunos casos, no tiene la fuerza de voluntad que le motive a buscar mejores precios.
Al mismo tiempo, existe una creciente diversidad de bienes y una mayor amplitud de opciones debido a las tecnologías que permiten la creación de nuevos bienes y servicios, además de un comercio global más y del acceso a transacciones por internet. Todo ello dificulta la capacidad de decisión de las personas.
Sin embargo, para que las promesas del modelo económico funcionen adecuadamente, deben existir elementos que favorezcan la competencia, sin prácticas restrictivas que distorsionen el mercado. En otras palabras, la libre competencia es como un juego, en el que cada uno de los actores tiene su rol; los consumidores: tienen el dinero para comprar y su deber es buscar los mejores precios y que correspondan a la calidad del producto que se ofrece; los empresarios: tratarán de venden los productos al mayor precio que el mercado pueda pagar; y las autoridades de competencia: ponen las reglas adecuadas para que ningún empresario se ponga de acuerdo en precios (prácticas monopolísticas) y diseña mecanismos para que los consumidores tengan más cantidad de información del producto (precio, calidad, condiciones, etc.) para que pueda tomar mejores decisiones al momento de comprar.
Desde mi punto de vista, una de las reglas del juego más importantes y de mayor autonomía para que los mercados funcionen eficientemente es la información de precios. La transparencia de esta información, y el conocimiento de los precios de forma oportuna le da al consumidor un poder inimaginable al momento de tomar decisiones de consumo.
Por eso, la agenda de la Acodeco a corto plazo está dirigida hacia una mejor política de competencia y protección a los consumidores, y a desarrollar mecanismos o aplicaciones que permitan al mercado conocer de manera más eficiente la información de precios al consumidor.
Una herramienta tecnológica de esta naturaleza conjuga dos propósitos de alta relevancia en este juego; por un lado, le brinda acceso al consumidor de los precios en tiempo real, lo que le permite imprimir una presión competitiva en las empresas y por otro lado le facilita a la Acodeco detectar patrones de comportamiento de precios que pueden ser o no producto de alguna infracción a la ley de competencia.
DIRECTORA DE LIBRE COMPETENCIA