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- 24/07/2014 02:00
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Durante la pasada gestión gubernamental, la República de Panamá experimentó un histórico e impresionante ritmo de crecimiento económico, sin embargo, aparejado a este crecimiento, el nivel general de precios mostró tasas de crecimiento igualmente históricas, lo cual sumió en la desesperación a un sector importante de la población.
El nuevo gobierno decidió apostar por el control y regulación de precios de algunos artículos de la canasta básica de alimentos como alternativa para devolver parte de su capacidad adquisitiva a los panameños de escasos recursos.
A pesar de los beneficios que se esperar recibir de esta medida, ya surgen algunos de los problemas que se habían advertido antes de la implementación de la misma. Por ejemplo, se percibe en muchos comercios un importante nivel de desabastecimiento de los bienes objetos del control. Se ha señalado que esto surge como consecuencia del incremento de la demanda de los artículos cuyos precios se han controlado. La pregunta es ¿y esto no se veía venir?. Al final el efecto es el mismo, cuando los últimos de la fila se acerquen a comprar se encontraran con el agotamiento de estos artículos. De todas formas habrá desabastecimiento.
Otra situación que se experimenta es que a pesar que todos coincidimos en el hecho que los principales responsables del incremento del precio de los alimentos son los intermediarios que especulan con estos, el control y la regulación sólo se enfoca en los puntos de venta de las tiendas y supermercados que por una parte siguen adquiriendo los alimentos de los intermediarios a precios altos y se ven obligados por la otra a venderlos a precios controlados, situación esta que a mediano plazo, desestimulará la venta de estos artículos. No hay evidencia de intentos de atacar el problema en su raíz. Podría suceder que al final de los seis meses, la especulación no sólo persista sino que empeore.
Ante este escenario de la urgencia de contar con un medio para abaratar el precio de los artículos de primera necesidad nos preguntamos ¿existen otras alternativas al control y regulación de precios?. Consideramos que sí existen otras alternativas y nos permitimos revisar dos de ellas.
La primera alternativa consiste en la construcción de nuevos mercados municipales y fortalecimiento de los existentes a través de un programa conjunto entre los municipios, el IMA, la Acodeco y el Programa de Ayuda Nacional. Con la implementación de esta medida, el IMA gestionaría la colocación de la producción nacional de alimentos en estos mercados de la manera más directa posible, permitiendo por una parte mejores precios para los productores así como precios más bajos para los consumidores. Adicionalmente, esta medida permitiría que los consumidores adquirieran productos baratos de una manera más sostenible en el tiempo pero sobre todo, sin tener que someterse a las filas inhumanas que sufrían durante sus compras en las llamadas jumbo ferias del gobierno anterior.
La segunda alternativa al control y regulación de precios, es la organización de los consumidores. Siempre hemos señalado que los principales cómplices de la especulación en los precios de los alimentos son el conformismo y el poco me importa de los panameños. Se debe acabar con aquello de ‘ellos son así’, o el ‘no hay de otra’.
Cualesquiera que sean las alternativas que esté contemplando el gobierno nacional, lo cierto es que estas ya deben estar bien definidas y se debe estar trabajando en su implementación el día uno después de los seis meses de vigencia de la medida de control y regulación de precios. De no tener clara la necesidad de esto, existe el peligro que al quinto mes se inicie un proceso de acaparamiento de productos ante el muy probable escenario que cuando termine la vigencia del decreto, los precios se disparen a niveles incluso superiores a los que existían antes del inicio de su implementación.
ECONOMISTA