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Mercado de valores, la apuesta ante la pérdida del grado de inversión
- 11/12/2023 23:43
- 11/12/2023 23:34
Expertos y las calificadoras de riesgo coinciden en que la situación en la que se encuentra el país va más allá de los posibles efectos de la inconstitucionalidad del contrato minero, también incide el peso que han tenido temas como el déficit fiscal —agravado por el nivel de endeudamiento— y la insuficiencia en el fondo de pensiones de la Caja de Seguro Social (CSS).
Incluso los conocedores del tema bursátil señalan que la pérdida del grado de inversión es un tema que se vislumbraba con el aumento de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, y efectiva en Panamá desde agosto pasado.
“La pérdida del grado de inversión de Panamá aumentaría las tasas de corresponsalías bancarias, y por consiguiente afectaría todo el desarrollo del mercado de valores, el tema económico, el bancario y demás, así como una limitación al acceso a crédito tanto en el sector bursátil como de consumo por el encarecimiento del costo de la vida”, afirmó Julio Javier Justiniani, superintendente del Mercado de Valores, durante un conversatorio con periodistas.
Justiniani mencionó que en estos momentos el tema ambiental pesa más que el plano económico. Es por ello que considera que Panamá aún tiene una oportunidad, un reto de cómo revertir o buscar alternativas. “Efectivamente, el sector bursátil puede desarrollarse a niveles de lo que fue la banca en los años 80, aún tenemos una gran oportunidad”, aseveró.
Por su parte, Olga Cantillo, presidenta ejecutiva de la Bolsa Latinoamericana de Valores, S.A. (Latinex), dijo que la confianza es clave para la inversión extranjera. Es por ello que considera que independientemente de una posible pérdida del grado de inversión, el país puede convertirse en el hub del mercado de capitales de la región.
Cantillo coincide con Justiniani en que sí “seguimos trabajando en diferentes iniciativas, Panamá tiene el potencial de convertirse en el hub del mercado de valores para la región, independientemente de la pérdida del grado de inversión”.
En los próximos 12 a 24 meses, el sector de valores podría convertirse en la estrella que impulse la economía panameña e impulsar ese 5% que se perdería con la mina, señaló Sergi Lucas, presidente de la Asociación Panameña del Mercado de Capitales (Apanamec), reiterando que desde el alza de los tipos de interés de agosto pasado, Panamá perdió el grado de inversión.
“Tenemos que dejar de pensar que tenemos una magia ilimitada. Es hora de hacer los deberes. Con la pérdida, los bancos locales y de afuera nos van a financiar más caro y, por lo tanto, a la persona que pide un préstamo de auto o un crédito le costará más”, aseguró el representante de la Apanamec. Y agregó que todavía hay oportunidades. “La reguladora [SMV] nos ayuda, pero también es momento que el gobierno se ponga a trabajar”, afirmó.
Por su parte, el catedrático y economista, Rolando Gordón mencionó que la economía panameña ya venía cayendo, a raíz de los problemas de recaudación de impuestos y un déficit fiscal.
A juicio del también decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá, el déficit, que al primer semestre superó los $2.000 millones, se podría agravar con la no operación de la mina de cobre. “Esto se puede agravar ahora que el gobierno dejará de percibir el dinero de la mina”, dijo.
El punto de vista de Gordón es apoyado por el también economista Even Chi Prado, quien sostiene que la pérdida del grado de inversión se focaliza en otros temas más allá de la mina. “El tema de la CSS, desde el punto de vista de dimensión y riesgo, es mucho mayor que la mina, así como el tema del desbalance y los niveles de deuda. Con todo lo que está pasando, la mina vendría siendo como un elemento o riesgo adicional”, comentó.
Chi, como analista de comportamiento de mercados y financista, indicó que se debe reconocer que la revisión de las calificadoras de riesgo ya venían vaticinando los retos macrofiscales del país. “En esa tendencia no estaba el tema de la minera como causante de la pérdida de los niveles de calificación”, acotó.
Pese a este escenario, Chi defendió que el país todavía tiene grado de inversión, pero con un deterioro en su calificación de riesgo como resultado de los desbalances macrofiscales. Reconoció que “obviamente el tema de las consecuencias que puede tener un cierre y arbitraje de la mina es una variable que se incluirá en la evaluación de las calificadoras de riesgo”.
En su última verificación, Fitch y S&P calificaron la percepción de riesgo de Panamá de estable a negativa. Mientras que Moody’s la mantiene estable.
Las proyecciones de S&P se dieron como reflejo del riesgo en el potencial a la confianza de los inversores y a las futuras inversiones privadas, derivado de la actual disputa por el contrato con Minera Panamá.
Fitch, por su parte, también cambió la perspectiva de los bancos estatales Banco Nacional y Caja de Ahorros. En su informe resaltó que todo se debe a un aumento de la deuda pública, falta de cumplimiento a la Ley de Responsabilidad Fiscal, el problema de la CSS y el inconcluso contrato con la minera.
Por su lado, el consultor laboral René Quevedo es de la teoría que las calificadoras de riesgo han venido advirtiendo que en el contexto de la fragilidad de las finanzas públicas y un incierto panorama de consolidación fiscal, el grado de inversión de la deuda panameña depende en gran medida de las exportaciones mineras. “A esto se le suma el deterioro de la credibilidad de nuestro país ante la comunidad inversionista internacional, por tratarse de la mayor inversión extranjera en la historia del país”, advirtió.
El consultor laboral detalló que según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo, en la primera década desde que Panamá obtuvo grado de inversión (2010), entraron al país unos $38.297 millones de inversión extranjera directa (IED) (2010-2021), de los cuales 32% ($12.112 millones) fue atraído por la Zona Libre de Colón, 21% ($8.119 millones) por la Minería y $6.663 millones (17%) por el Centro Bancario (actividades financieras y de seguros), totalizando 70% de la captación de capitales extranjeros.
“Esto quiere decir que, en esa década, la minería captó más inversión extranjera que la industria, logística, construcción y turismo juntos. En consecuencia, el desenlace de la Ley 406 manda un mensaje confuso de incongruencia, incertidumbre y desconfianza sobre nuestro clima de inversiones, particularmente extranjeras, el cual será necesario rescatar”, expresó Quevedo.
Recientemente, la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), publicó un análisis de amenazas macrofinancieras para el sistema bancario nacional donde advirtió que con la revocatoria del contrato minero, la percepción de Panamá como un destino propicio para los negocios podría deteriorarse, incrementando el riesgo de que el país pierda su calificación de grado de inversión a corto plazo, a pesar de que actualmente cuenta con una de las evaluaciones dos escalones por encima del grado de inversión y con perspectiva estable en dos de las calificadoras de riesgo.
El reporte reitera el punto de vista de la Superintendencia del Mercado de Valores, Latinex y de la Apanamec de que el costo para la economía de perder el grado de inversión va más allá del aumento en las tasas de los bonos de deuda y la prima de riesgo, ya que la pérdida del grado de inversión de un país como Panamá tendría consecuencias significativas para el sistema bancario.
En primer lugar, las instituciones financieras enfrentarían costos de financiamiento más elevados debido al incremento en las primas (vía obligaciones), lo que a su vez se traduciría en condiciones de crédito más restrictivas para empresas y particulares. Además, el riesgo percibido más alto podría resultar en una disminución en la disponibilidad de líneas de crédito externas para los bancos, limitando su capacidad para prestar. Todo esto combinado con un posible deterioro en la calidad de sus activos debido a un entorno económico menos favorable, podría afectar la solidez y estabilidad del sistema bancario panameño, en su conjunto.
Chi sugiere que frente a la situación actual que vive el país, el gobierno se aboque a balancear la situación financiera, para replantear un nuevo escenario, porque a su juicio, “la decisión de determinar la pérdida del grado de inversión de un país o empresa no es algo que se toma a la ligera en el mercado financiero”, sostuvo el economista.