La economía digital y su aporte a la sociedad

El ser competitivo es cada vez más imperante y necesario. Muchos países corren vertiginosamente la carrera por ser mejores, adaptables, resilientes, atraer más inversiones extranjeras, contar con profesionales idóneos, las infraestructuras que den soporte y faciliten la actividad productiva, en fin, todos trabajan con el objetivo de ser más competitivos.

La competitividad se desenvuelve en medio de un entorno donde la cuarta revolución industrial tiene impactos directos en la forma en que interactuan las personas y en el cómo se hacen los negocios, con cambios tecnológicos que alcanzan la inteligencia artificial, robótica, blockchain solo por mencionar algunos de los cambios radicales en los que las economías se ven envueltas. Todo esto se enmarca en la economía digital, la cual es una forma diferente y actual de manejar de forma eficiente los recursos limitados, en el se incorpora la tecnología de la información y de la comunicación.

La economía digital está constituida por la infraestructura de telecomunicaciones, las industrias relacionadas como la de software, hardware y servicios TIC a las actividades económicas y sociales facilitadas por Internet, la computación en la nube y las redes móviles, entre otros. Ello convierte la economía digital en un facilitador de transacciones que genera a su vez un impacto en la calidad de vida de la población.

El documento sobre Economía digital para el cambio estructural y la igualdad publicado por la CEPAL, indica que un “contexto de crecimiento económico y de reducción de la pobreza en gran parte de los países latinoamericanos, se debe abordar el desafío de articular y consolidar su economía digital, lo que exige responder a las preguntas sobre cómo identificar y aprovechar las nuevas oportunidades que surgen en una fase de convergencia tecnológica para avanzar en el desarrollo económico y la igualdad”.

Para facilitar el desarrollo de la economía digital, es necesario contar con las condiciones para las que las inversiones en TIC tengan un impacto positivo en el crecimiento económico que incluya la infraestructura (banda ancha, etc), personal capacitado en estos temas, todos ellos elementos que podrían permitir un mejor desempeño de las actividades económicas en esta era ampliamente digital.

Las tecnologías tienen un rol importante en la inclusión social, pues las desigualdades en la distribución del ingreso, también se evidencian en el acceso a los servicios públicos, debido al limitado acceso y uso del internet. Es importante entonces, brindar el acceso a través de redes públicas de internet, a toda la ciudadanía de forma tal que puedan utilizar los servicios públicos de forma ágil y fácil. El documento citado publicado por la CEPAL indica que “es necesario considerarlas como un servicio de interés público, pues facilitan la provisión de servicios sociales tales como la salud, la educación y el gobierno electrónico”.

Es evidente que no podemos vivir desconectado de las realidades y necesidades actuales, que traen consigo desafíos tecnológicos, y de innovación, donde la productividad y competitividad entran en juego. Los países más competitivos son aquellos que logran adaptarse más rápidamente a los cambios dinámicos en el mundo y que facilitan el desarrollo de actividades productivas con inclusión social. Panamá necesita crecer económicamente y desarrollarse en lo social, lo cual se podrá lograr incorporando a la tecnología, logrando que los servicios de salud y educación alcancen a toda la población con calidad y eficiencia.

Lo anterior requiere paralelamente del fortalecimiento del capital humano y proveer el entorno adecuado para el desarrollo de inversiones tecnológicas que, en un ciclo virtuoso, lograrán que el país sea mas competitivo y productivo.