La economía creativa, un sector emergente y vital

Actualizado
  • 05/08/2024 11:49
Creado
  • 04/08/2024 12:57
Reino Unido, Corea del Sur y Colombia, entre otros países, demuestran que invertir en industrias creativas puede resultar altamente rentable. En Panamá, sectores como: cine, música, gastronomía, turismo, diseño, arte y moda tienen un gran potencial para atraer inversiones, generar empleo y fortalecer nuestra economía.

Al asumir el liderazgo de Panamá, el presidente José Raúl Mulino, enfrenta la oportunidad de transformar el país en un referente regional en desarrollo económico, social y cultural. En este contexto, hay que resaltar la importancia de la economía creativa y de las industrias creativas y culturales (ICC) como un sector emergente y vital.

La economía creativa contribuye significativamente al producto interno bruto (PIB), generando empleo y fomentando las exportaciones. El Reino Unido, Corea del Sur y Colombia, entre otros países, demuestran que invertir en industrias creativas puede resultar altamente rentable. En Panamá, sectores tales como el cine, la música, la gastronomía, el turismo, el diseño, el arte y la moda tienen un gran potencial para atraer inversiones, generar empleo, y fortalecer nuestra economía.

Además de su impacto económico, las ICC tienen un profundo efecto social positivo. Promueven la inclusión, aumentan la participación ciudadana y mejoran la calidad de vida en las comunidades. Los proyectos y emprendimientos culturales y creativos pueden involucrar a jóvenes, mujeres y grupos minoritarios, brindándoles plataformas para expresarse y desarrollarse, contribuyendo a reducir conductas de riesgo y fortalecer el tejido social, además de crear oportunidades de ingresos.

La presencia de actividades culturales en barrios y comunidades mejora la calidad de vida, fomenta el sentido de pertenencia y orgullo, genera espacios de convivencia y diálogo, creando relatos inclusivos y representativos de nuestra diversidad cultural.

Para potenciar las ICC, es fundamental potenciar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) culturales y creativas. Panamá cuenta con un marco legal robusto incluyendo la Ley 424 de Economía Creativa y la Ley 175 General de Cultura, que asignan al Estado responsabilidades cruciales para el crecimiento de este sector. También cuenta con mecanismos de articulación y colaboración como la Comisión Coordinadora de Industrias Creativas y Culturales (Ccicc), que ha mantenido reuniones regulares y se han desarrollado borradores de políticas públicas y un plan maestro para las ICC 2023- 2030. También, el Decreto Ejecutivo N° 14, que regula el régimen de incentivos, otorga un 35% de exención fiscal a las empresas que apoyen a las industrias creativas y culturales.

Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulado “Industrias creativas culturales en Panamá: diagnóstico del sector y relevancia económica” (agosto 2017), destaca el papel que ha cumplido el sector privado en el establecimiento de redes de emprendimiento e iniciativas que impulsan el valor, la demanda y las inversiones en las industrias creativas, a través de instituciones facilitadoras que pueden complementar las políticas públicas.

Asimismo, se debe tener en cuenta la importancia del crecimiento del sector turismo en el país en los últimos años , en la creación de servicios creativos como eventos, ferias y festivales que intentan aprovechar esta demanda, ya que existen sinergias entre las industrias creativas y el turismo que permiten el desarrollo de oportunidades para estas dos industrias.

Llegó el momento de fortalecer estas alianzas e implementar políticas públicas que impulsen el desarrollo de la economía creativa e innovar en las matrices productivas de nuestro país. Es imperativo romper con la percepción que la cultura es un gasto o mero entretenimiento, y reconocer su potencial como un sector con alto impacto económico, social y cultural. Al desarrollar rutas culturales, festivales y eventos internacionales, podemos aumentar el flujo de visitantes extranjeros y sus ingresos asociados, beneficiando a comunidades locales.

Otro aspecto importante es la exportación de bienes, servicios y experiencias hacia un mercado global. Nuestros artistas y emprendedores culturales pueden presentar al mundo sus ofertas posicionando a Panamá como un centro de innovación y creatividad.

Para alcanzar estos objetivos es crucial el fortalecimiento de las políticas públicas existentes para proporcionar apoyo financiero y formación facilitando el acceso al mercado global. Asimismo, se requiere la implementación de programas de educación y capacitación en áreas creativas, técnicas y emprendedoras en alianza con el sector educativo, asegurando que nuestros talentos adquieran las habilidades necesarias para sobresalir en estas industrias, tal como ocurre en los países líderes en esta materia.

La economía creativa puede ser clave para diversificar nuestra economía, fortalecer nuestra identidad cultural y mejorar la calidad de vida de todos los panameños. Bajo su liderazgo, señor presidente, es fundamental impulsar el trabajo conjunto entre todas las instancias del gobierno y la sociedad civil. Panamá sí puede alcanzar el liderazgo regional en economía creativa, solo falta la decisión política y la correcta gestión para llevarlo a cabo.

*El autor es docente, Centro Latinoamericano de Innovación en Políticas Públicas (CLIPP) y especialista en Políticas Públicas, Economía Creativa e Industrias Culturales y Creativas.

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