Miles de feligreses celebraron este lunes el Día de los Reyes Magos en Bolivia con la costumbre religiosa de llevar las imágenes del Niño Jesús a los templos...
- 07/01/2025 00:00
- 06/01/2025 19:01
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prohibió ayer lunes nuevas perforaciones de petróleo y gas en una inmensa área de aguas costeras, semanas antes de que Donald Trump, favorable a aumentar la producción de combustibles fósiles, vuelva a la Casa Blanca.
La prohibición abarca toda la costa del Atlántico y del este del golfo de México, las costas del Pacífico frente a California, Oregon y Washington, así como una parte del Mar de Bering, frente a Alaska, indicó un comunicado de la Casa Blanca.
La decisión protege más de 253 millones de hectáreas (670 millones de acres) de aguas.
“A medida que la crisis climática continúa amenazando a las comunidades de todo el país y estamos haciendo la transición a una economía de energía limpia, es el momento de proteger estas costas para nuestros hijos y nietos”, dijo Biden en un comunicado, a menos de 15 días de dejar el poder.
“Al equilibrar los numerosos usos y beneficios del océano de Estados Unidos, tengo claro que el potencial relativamente mínimo de combustibles fósiles en las áreas que estoy retirando no justifica los riesgos ambientales, de salud pública y económicos que se derivarían de un nuevo arrendamiento y perforación”, agregó.
La prohibición no tiene fecha de finalización y podría ser legalmente compleja de revocar.
Pero no imposible, según Trump, dispuesto a echarla abajo.
“Es ridículo. Lo anularé inmediatamente [...] Tengo derecho a levantar la prohibición inmediatamente”, una vez asuma, dijo el magnate republicano en una entrevista radiofónica.
Biden tomó esta medida en virtud de la Ley de Tierras de la Plataforma Continental Exterior de 1953, que otorga al gobierno federal autoridad sobre la explotación de recursos marítimos.
Sin embargo, la ley no prevé expresamente que los presidentes reviertan unilateralmente una prohibición de explotación sin pasar por el Congreso.
Durante su campaña, Trump se comprometió a “desatar” la producción nacional de combustibles fósiles con el objetivo de reducir el coste del gas, a pesar de que el país ya registra tasas de extracción récord.
Después de que los medios estadounidenses anunciaran la medida la semana pasada, la designada como próxima secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, denunció “una decisión vergonzosa diseñada para vengarse políticamente del pueblo estadounidense que le dio al presidente Trump el mandato de aumentar la perforación y bajar los precios del gas”.
Las oenegés de defensa del medio ambiente acogieron positivamente la decisión.
“¡Es una victoria oceánica épica!”, dijo Joseph Gordon, director de clima y energía de Oceana.
“Nuestras preciadas comunidades costeras ahora están protegidas para las generaciones futuras”, agregó.
En un comunicado, la Sociedad para la Protección de la Vida Salvaje (WCA, por sus siglas en inglés) describió la decisión de Biden como “un paso importante para que Estados Unidos alcance el objetivo de protección de al menos 30 % de sus tierras y aguas para 2030”.
“Prohibir la producción offshore (mar adentro o fuera del territorio, ndlr) de gas y petróleo es esencial para asegurar la buena salud de las aguas, tanto para las personas como para la naturaleza”, insistió John Calvelli, vicepresidente de Asuntos Públicos de WCS.
Por su parte, la Casa Blanca aseguró que con esta decisión “el presidente Biden ha conservado más de 670 millones de acres de tierras, aguas y océanos de Estados Unidos, más que cualquier presidente en la historia”.
La medida se une a una serie de acciones de política climática de último minuto de la administración Biden antes del regreso de Trump a la Casa Blanca.