Exportadores ven oportunidades de crecimiento en las zonas francas 'clusterizadas'

Las zonas francas han cambiado su enfoque de desarrollo en el país. Han pasado de ser vistas como un activo inmobiliario, a formar parte de una clusterización, es decir, con una vocación de servicio enfocada.

Al respecto, Ámbar Ruiz Chaperón, directora general de Zonas Francas del Ministerio de Comercio e Industrias (Mici), explicó que la clusterización de las zonas francas es una tendencia que favorece la integración de clientes y proveedores en un solo parque, mejorando la interacción de actividades complementarias y el éxito de sus operaciones.

Destacó que las zonas francas son un sector de oportunidades para que los exportadores puedan hacer crecer sus empresas de forma sostenible, sustentable y en tiempos mucho más rápidos.

“Las zonas francas no solo ofrecen incentivos de índole tributario, migratorio y laboral, sino todo un ecosistema que fomenta una simbiosis industrial, es decir, un encadenamiento productivo que permite que aquellas empresas que están dentro de un mismo recinto puedan hacer negocios entre sus proveedores y clientes, generando que la operación sea más eficiente”, comentó Ruiz.

Para Víctor Pérez, presidente de la Asociación Panameña de Exportadores (Apex), las zonas francas juegan un rol importante dentro de ese nuevo ecosistema, especialmente el que está relacionado a dar valor agregado en la transformación del producto, ya sea liviana o especializada.

“Vemos eso como un paso importante porque es como un catalizador de desarrollo de esas inversiones, que incluso pueden atraer otras inversiones periféricas de proveedores, como pueden ser los materiales de empaque, servicios y logística. De esta forma se crea más oferta al sector exportador, lo cual elevaría la competitividad del país”, recalcó.

Por ejemplo, Pérez señaló que las empresas que llegan a Panamá Pacífico le demuestran a la comunidad internacional que el país es un puerto seguro para invertir porque genera ventajas competitivas y desarrollo.

“Eso crea un efecto colateral que genera transición de otras zonas francas, como es el caso de PanaPark Free, donde ya existe un hub de industrias especializadas en promover sector de bebidas y bebidas no alcohólicas, convirtiéndose así en un factor multiplicador para las inversiones”, expresó.

De lo que va hasta la fecha, la directora general de Zonas Francas del Mici detalló que las exportaciones en zonas francas se ha situado en un crecimiento del 43%. Gran parte de este comportamiento, aseguró, se debe a que se ha aprobado el doble de las zonas francas, que las realizadas en los últimos 10 años y que han dado como resultado la inauguración de cinco zonas francas y cuatro proyectos de ampliación.

Entre las zonas francas que se han inaugurado, dijo, se encuentran Panamá Digital Gateway, ubicada en Corozal, que se convirtió en el primer centro de datos tecnológicos con las operaciones de la multinacional italiana Sparkle, operador global del Grupo TIM. Le sigue la zona franca Aristos, ubicada en Chepo, junto al puerto de Coquira, que ya cuenta con el establecimiento de las dos primeras empresas.

Las que están en fase de expansión son la zona franca PanaPark Free que usará 50 hectáreas más en sus instalaciones en la 24 de Diciembre; Las Cabras, en Pesé, Herrera, con 19 hectáreas; Global Logistic con 25 hectáreas del terreno ubicado en la frontera entre Panamá y Costa Rica.

El traslado que han tenido las zonas francas en varias provincias es el resultado de una visión institucional de incorporar estos lugares a los procesos productivos, informó la directora general de Zonas Francas del Mici. Dijo que no solo generan empleos, sino que crean otros beneficios, como es el caso de que empresas locales puedan ser proveedores. “El impacto es mágico porque, por un lado, las personas logran un trabajo cerca de sus casas. Por el otro, es inspirador porque crea desarrollo y transferencia de conocimiento”.

Que las zonas francas se trasladen a las provincias es parte de la estrategia que se quiere, según el presidente de Apex. Agregó que a diferencia de aquellas zonas francas ubicadas en los puertos o aeropuertos, las que llegan a Pesé, Chiriquí y Chepo buscan acercarse a los puntos de producción de renglones que en su mayoría son agroindustriales.

Sin embargo, recalcó que estas zonas francas requieren de un apoyo inicial porque necesitan que haya masa crítica para atraer a otras empresas, que puedan generar un mayor valor para estas zonas francas y que también se conviertan en un polo de atracción para el desarrollo.

“Esas zonas francas de valor agregado ya están teniendo un impacto. En la zona franca de Pesé se están montando bienes de producción, ya se ha hecho una inversión importante y se está exportando más de 100 marcas a diferentes países. Es un negocio con una escala global y eso crea mayores oportunidades para que vengan más industrias, más oportunidades de trabajo en el área de finanzas, y que los nuevos talentos puedan compartir sus conocimientos a escala global”, subrayó Pérez.

“El cielo es el límite porque estamos hablando de un mercado para 7.000 millones de personas y no para 4 millones de personas. Eso crea una oportunidad ilimitada para el desarrollo de nuestra mano de obra capacitada y especializada con mejores salarios, porque están aportando niveles de valor mayor al que harían si estuvieran en un mercado local”, añadió.

Con los planes de aprobación y expansión en las zonas francas, Ruiz mencionó que mantiene expectativas de seguir impulsando las reinversiones, ya que al cierre de 2022 las cifras fueron 16 veces más que las inversiones.

“Las reinversiones se dan cuando a las empresas que forman parte de un régimen de zona franca les va tan bien, que hasta deciden volver. Por tanto, nuestras expectativas van orientadas sobre eso, porque habla de confianza y de que se está haciendo el trabajo bien”, manifestó.

Apex, por su parte, proyecta cerrar 2023 con $270 millones en exportaciones de zonas francas, que representa más o menos el 25% del total de las exportaciones, excluyendo el cobre. Las cifras buscan superar los $216 millones registrados en 2022.

“Tenemos crecimiento, tanto en zonas francas de valor agregado, como en el sistema de exportación del sector primario agroindustrial en las zonas fiscales del territorio nacional. Eso es algo bueno y positivo porque lo convierte en un pilar de desarrollo para todo el sistema de exportación”, destacó Pérez.

El presidente de Apex mencionó que aunque los avances que ha tenido Panamá son buenos, todavía no se compara con los resultados que obtienen países vecinos, que logran exportar $6.500 millones anuales desde las zonas francas de productos de valor agregado.

Por lo tanto, cree que este comportamiento debe ser utilizado para que el país se visualice en la dimensión que puede alcanzar en oportunidades para crecer y desarrollarse, tomando en cuenta que un territorio que tiene condiciones muy parecidas y en algunos casos hasta mejores que los países con los que compiten.

“Es cuestión de que empecemos a mandar el mensaje de que las empresas que vienen a invertir a Panamá pueden encontrar un puerto seguro, pero por otro lado, debemos crear las condiciones en forma y tiempo para que esas inversiones realmente lleguen a su máximo potencial”, concluyó el presidente de Apex.