El BCE mantiene los tipos en el 4,5% pero allana el camino para bajarlos en junio

Actualizado
  • 11/04/2024 01:00
Creado
  • 11/04/2024 01:00
El orgnismo ha dejado sin cambios los tipos de interés en cinco reuniones consecutivas después de que entre julio de 2022 y septiembre de 2023 los subiera en diez ocasiones

El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo por quinta vez consecutiva los tipos de interés en el 4,5%, su nivel más alto desde 2001, aunque comenzó a preparar el terreno para una posible bajada en junio, al asegurar que está abierto a hacerlo si la inflación continúa con su dinámica descendente.

El Consejo de Gobierno del organismo, que se ha reunido este jueves en Fráncfort, también decidió dejar sin cambios la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día- en el 4,75% y la facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día- en el 4%.

Pese a mantener los tipos de interés en sus niveles actuales, el discurso en Fráncfort ha cambiado y la institución ya se abre a reducir el nivel actual de restricción de su política monetaria si la inflación continúa con su dinámica descendente, después de que bajara dos décimas en marzo, hasta el 2,4%.

“Si la evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, la dinámica de la subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria reforzase en mayor medida su confianza en que la inflación está convergiendo hacia el objetivo (del 2%) de forma sostenida, sería apropiado reducir el actual nivel de restricción”, ha asegurado la presidenta del BCE, Christine Lagarde.

La máxima responsable del organismo ha insistido en que en junio recibirán “más información y datos”, además de las nuevas proyecciones económicas, por lo que entonces se podría revertir el sentido de su política monetaria.

En cualquier caso, Lagarde ha reiterado que continuarán dependiendo de los datos y decidirán reunión a reunión el nivel y la duración adecuados de la restricción, al tiempo que ha afirmado que no se compromete “de antemano con una senda de tipos concretos”.

Frente a las reuniones pasadas, en la que todas las autoridades bancarias tomaron la decisión de mantener los tipos de interés en los niveles actuales por unanimidad, en esta ocasión unos pocos miembros del Consejo de Gobierno se mostraron a favor de recortarlos ya.

“Unos pocos miembros (...) se sentían suficientemente confiados sobre la base de los limitados datos que recibimos en abril. Eran sólo unos pocos miembros, y acordaron unirse al consenso de una muy amplia mayoría de los gobernadores que se sentían cómodos con la necesidad de reforzar la confianza cuando recibiéramos muchos más datos en junio”, ha explicado Lagarde.

Unas palabras que ha pronunciado en una comparecencia en la que también ha intentado distanciarse de la Reserva Federal estadounidense (Fed), al asegurar que el BCE depende de los datos a la hora de marcar su política monetaria, no de la entidad monetaria estadounidense, aunque todo lo que pasa en otros países importa y se incorpora a las previsiones.

Lagarde ha recordado que su mandato es mantener la estabilidad de precios en la eurozona y trabajar para los ciudadanos europeos, por lo que sus decisiones se basan principalmente en los datos relacionados con esta área: “Nos centramos principalmente en el territorio del que somos responsables de la política monetaria”.

Además, ha declinado especular sobre las posibles decisiones de la Fed después de que la inflación estadounidense repuntara en marzo por segundo mes consecutivo, aunque ha recordado que su origen en EE.UU. y en la eurozona fue diferente, al igual que ha sido la respuesta.

En el caso de la eurozona, el BCE espera que la inflación “fluctúe en torno a los niveles actuales en los próximos meses”, lo que significa que su caída no será lineal, pero que descienda hasta alcanzar el objetivo del 2% el próximo año.

Esto ocurrirá debido al menor crecimiento de los costes laborales, al despliegue de los efectos de la política monetaria y al desvanecimiento del impacto de la crisis energética y la pandemia.

Todo en un contexto en el que la inflación es redujo dos décimas en marzo, hasta el 2,4%, al tiempo que la subyacente -que excluye el efecto de los precios de la energía y los alimentos por ser más volátiles- descendió tres décimas, hasta el 2,9%, pero en el que las presiones internas “son fuertes y mantienen alto” el nivel de precios de los servicios.

El BCE ha dejado sin cambios los tipos de interés en cinco reuniones consecutivas después de que entre julio de 2022 y septiembre de 2023 los subiera en diez ocasiones en un rango de entre 0,25 y 0,75 puntos, hasta su nivel más alto desde 2001.

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