Discurso de Mulino: ¿Qué dicen los economistas?

Reactivación económica y empleo, inversiones y confianza, turismo, crisis de la Caja de Seguro Social (CSS) y el apoyo al sector agropecuario fueron algunos de los temas que centraron el discurso del presidente de la República, José Raúl Mulino, en el acto de toma de posesión.

En ese primer mensaje a la nación, Mulino reconoció que tendrá que enfrentar duros retos para sacar a Panamá del atolladero donde lo dejaron, ya que “el estado de las finanzas públicas es preocupante”. Por lo tanto, “hará buen uso del dinero, replanteando prioridades”

“Solo conociendo la verdad se pueden hacer los cambios. Y, esta es la verdad: No vamos a empezar la gestión de cero. Nos tocará comenzar con menos de $50 mil millones en deuda”, señaló Mulino.

Economistas consultados por este medio expresaron que los desafíos económicos de esta nueva administración son mayores, en los que más allá de cumplir con los compromisos de pago, también tendrán que buscar el dinero para crear las obras que prometió en campaña. La gran pregunta que se hacen es: ¿cómo hará todo eso?

René Quevedo, consultor laboral, comentó que la economía enfrenta una severa crisis de liquidez y una importante contracción del consumo. Dada la precariedad de las finanzas públicas, dijo, la capacidad de estimular la generación de empleo por parte del nuevo gobierno determinará su efectividad para canalizar recursos, particularmente de la banca nacional, hacia el sector productivo.

Quevedo recordó que en su discurso de toma de posesión, el presidente Mulino dijo: “recibimos una economía seriamente afectada. No sólo perdimos el grado de inversión, sino miles de empleos y la confianza de invertir en nuestro país”.

Para el economista Adolfo Quintero, el escenario para el nuevo gobierno no es fácil, más bien difícil, ya que un alto porcentaje de los ingresos que recibe el gobierno central son ingresos no tributarios.

Quintero se refirió a aquellos ingresos que son producto de empresas donde el Estado tiene acciones, ya sea 100% o 50%, una característica casi única en países capitalistas, como Panamá.

El economista Juan Jovane, por su parte, se centró más en el presupuesto. Allí señaló que para poder llevar adelante los proyectos de obra pública, el presidente va a enfrentar un problema porque el presupuesto que va a recibir este año estará a la mitad y para que pueda funcionar se tendría que subejecutar por $2.600 millones.

Cuestionó que este es un tema que no se aclaró y la pregunta es ¿cómo lo van hacer, en el caso de que se efectúen las inversiones? “Bajar el presupuesto de la Asamblea Nacional no será suficiente. Digamos que ahí hay un tema de cómo hacer eso sin recepcionar al país porque las inversiones no se pueden detener, pero tampoco se puede hacer con tal volumen en los que se dedica reducir los gastos sociales o despedir a los funcionarios. Entonces, ¿cómo hacemos eso sin crear presiones excesivas?”, ponderó Jovane.

Quevedo, por su parte, indicó que las preocupaciones con respecto al desafiante panorama económico y laboral del país son corroboradas por recientes informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), de la Contraloría General de la República.

A lo anterior se agrega la deuda que el Gobierno mantiene con sus proveedores, cuyo monto exacto se desconoce, pero podría rondar los dos mil millones (no incluidos en el presupuesto para la vigencia fiscal 2024), así como el impacto laboral del cierre de la mina, el cual, según el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), ocasionó el aumento de 1,5% en la tasa de desempleo, es decir, la pérdida de 31,413 empleos.

“El presidente tiene claro que su primer reto es generar confianza, ya que sin confianza no habrá inversiones, empleo y mucho menos “chen chen” en el bolsillo de nadie”, resaltó el consultor laboral.

A pesar del escenario actual, Quintero cree que “con disciplina y planificación, Panamá puede superar esta situación o va a superar esta situación”.

El economista espera ver para los próximos 100 días que Mulino genere motivación de la inversión nacional y extranjera, realice algunas actividades que motive la inversión privada, mejore las carreteras, realice estrategias al problema de la energía eléctrica, refuerce la Asociación Pública y Privada y mantenga al país fuera de las listas discriminatorias.