'No podemos dejar que el registro de buques se venga abajo': Rodrigo Hernández, presidente de Arpa

En la Autoridad Marítima de Panamá hay fuerte la turbulencia.

La confesión del director de Marina Mercante de la entidad, Rafael Cigarruista, de que en un futuro próximo Panamá podría perder el liderato en el abanderamiento de naves, y que la situación no había llamado la atención de los ministros en el Gabinete, ha sido un ejemplo de la crisis que se vive en la institución.

Hace apenas dos semanas el subdirector de Marina Mercante, Demóstenes Sánchez, culpaba a Cigarruista de no haber hecho lo suficiente para evitar que Panamá estuviera en peligro de terminar con una hegemonía de casi 30 años, siendo líder en el mundo en registro de buques, una declaración dada a este diario. Dijo que su superior no siguió un plan que fue diseñado con propuestas que ayudarían a mejorar el servicio de abanderamiento.

Y no habían pasado ni 48 horas después de las denuncias de Sánchez, cuando cobraron fuerza los rumores de renuncia de la subadministradora Ana Reyes, al mismo tiempo que funcionarios de la entidad reclamaban la falta de pago de sus bonificaciones.

Tras estos acontecimientos, la respuesta de la AMP fue un comunicado sobre el aumento en el registro de buques. Sin explicar que aunque Panamá ha aumentado 4,9% anual, Liberia, su más cercano competidor, crece a un ritmo de 14%.

Rodrigo Hernández, presidente de la Asociación de Armadores Panameños (Arpa) analiza desde hace varios días el panorama. Y mira con preocupación que el registro no solamente vaya en caída, como bien mencionó el director Cigarruista en un reciente evento del sector, sino la dicotomía existente a raíz de la denuncia del subdirector Sánchez.

“Lo correcto es que las autoridades observen esto con cuidado y precisión; no podemos dejar que el registro se venga abajo. Aún más, debemos cuidar el prestigio como nación marítima que somos”, enfatizó.

Hernández al igual que otros dirigentes del sector marítimo privado, ofrecen al Ejecutivo todo su apoyo, pues cuidar la imagen y competitividad del país es un trabajo de todos. “El sector marítimo está dispuesto a apoyar al presidente Cortizo, para que se cumpla la agenda que su plataforma de elección se impuso. El mensaje es que estamos del lado de Panamá”, dijo.

Pero apunta a que hay que ver con lupa lo que sucede puertas adentro de la AMP, ya que si al panorama entre los mandos de la Marina Mercante le añadimos los fuertes rumores de la dimisión de la subadministradora, aquí parece haber una tormenta perfecta, aderezada por los reclamos sobre bonificaciones de los funcionarios de la AMP. “De nuevo aquí, el sector privado lo que puede hacer es apoyar cualquier iniciativa que indique alguna señal por corregir y fijar el rumbo de la prosperidad constante de nuestros negocios marítimos y la seguridad de los panameños que dependemos de esta industria...”

Hernández piensa que el momento es propicio para hacer una “profunda retrospección sobre lo que queremos para nuestra industria marítima y para Panamá.

“El mundo entero nos mira. Hay que reparar y ordenar la casa. No podemos proyectar una imagen divisoria. El silencio de las autoridades nos ocupa, más que preocuparnos”.

Al final envía un mensaje al presidente Laurentino Cortizo. “Señor presidente, el sector marítimo le ofrece su apoyo, para buscar soluciones ante esta aparente crisis institucional de la AMP; no es para menos y es para más”.