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Culmina la reactivación de contratos; un 10% con terminación laboral.
- 02/11/2021 00:00
- 02/11/2021 00:00
El pasado martes 26 de octubre, el Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) publicó la segunda encuesta de mercado laboral telefónica (EMLT), de junio 2021, la cual mostró una tasa de desocupación nacional de 14,5% con respecto al 18,5% registrado en 2020, es decir una disminución de 4 puntos porcentuales.
El Inec reveló los resultados de la encuesta en medio de las expectativas por la reactivación de más de 75 mil contratos del sector terciario, tras casi dos años de paralización de las actividades económicas a raíz de la pandemia de la covid-19, lo que podría favorecer las cifras de empleo en el país al final de año, aunque la cifras de la EMLT indican que también hay “menos” personas buscando trabajo, según los especialistas. Aquí lo analizan.
Desde ayer, 1 de noviembre, unos 75,477 contratos suspendidos de trabajadores que corresponden al sector terciario de la economía panameña debieron ser reactivados. “Hoy (ayer) 1 de noviembre, todos los contratos deben ser reactivados. De hecho, el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral (Mitradel), a través de la plataforma de los contratos ha reactivado en la noche de ayer todos los contratos y los trabajadores deben ser recibidos por las empresas para las cuales representan”, destacó Carlos Landero, director nacional de Inspección del Mitradel, durante un recorrido.
Hace uno días la ministra de Trabajo, Doris Zapata, se mostró optimista ante la reactivación. “Tenemos un panorama positivo y hemos establecido esta hoja de ruta en función de que después de casi ya dos años, obviamente, se trata de un derecho humano en el que podamos ir estableciendo cuál es la situación laboral de estos panameños que están en suspensión de sus contratos", dijo en su momento Zapata. Añadió que "esto nos debe definir también una estadística real de lo que está pasando en el mercado laboral y que también el Inec está realizando las mediciones... para poder seguir trabajando en función de la toma de decisiones en cuanto a las políticas públicas y el movimiento de reactivación que desde el Gobierno Nacional estamos planteado”.
Según Alfredo Mitre, director nacional de Empleo del Mitradel, cerca de un 10% de los contratos reactivados hasta el 31 de octubre resultó con terminación laboral.
Hasta el pasado 26 de octubre, según Zapata, se contabilizaban 27,900 terminaciones laborales, de estas 12,400 han sido por mutuo acuerdo, alrededor de 1,000 por despidos justificados, 3,992 despidos, 2,900 renuncias y por conclusión de obra terminada 2,785.
“Esperamos que para el 1 de noviembre estos contratos estén reactivados”, expresó Zapata a TVN , quien subrayó que al terminarse la hoja de ruta el 1 de noviembre, los trabajadores que no han sido llamados por las empresas deben presentarse a cada una de las empresas para poder establecer los mecanismos de comunicación y su estatus laboral. Mientras que en caso de terminación laboral, la ley permite acuerdos de pago de las prestaciones laborales en un plazo de hasta ocho meses, según se plantea en la Ley 201 como un mecanismo inicial.
De esas 27,900 terminaciones laborales, alrededor de 13,3% ha retornado y ha registrado nuevamente contrato en la Dirección General de Trabajo del Mitradel. A la fecha se registran unos 162 mil contratos, conforme a las proyecciones planteadas.
Explicó, además, que en los casos de las actividades económicas en que la pandemia haya causado un efecto negativo y que tampoco hayan sido reactivados en su totalidad por disposiciones sanitarias, como el sector de entretenimiento, educación y turismo, a los que le han estado dando seguimiento, han planteado la posibilidad de que ellos establezcan alternativas que están en el Código de Trabajo, para poder mantener estas empresas y a los trabajadores en función de la relación laboral que tienen en estos momentos.
Al respecto, el economista y catedrático universitario Ramón Rodríguez dijo que sin lugar a dudas que esta acción es un impacto directo en el empleo formal, porque por un lado va a reactivar la economía doméstica, el consumo interno se va a dinamizar también, y se espera que para fin de año la situación del país cierre con saldos mucho más favorables de lo que nos encontramos.
“Indudablemente que sí, va a tener un impacto positivo esta apertura que se va a dar. Ahora hay que ver cuántos de esos más de 75 mil contratos que se deben reactivar pueden ser absorbidos por las empresas, porque hay algunas que han quebrado y otras que están en situación de iliquidez. Es muy difícil (saberlo todavía), pero presumamos que un alto porcentaje de esos empleos se incorporen a la economía formal, eso va a tener un impacto y un efecto multiplicador en las economías domésticas”, comentó Rodríguez.
Señaló que la “vulnerabilidad” de Panamá como economía vinculada al sector servicio es lo que ha provocado esta situación, porque el sector servicios es una economía que se reactiva y se recupera con cierto grado de facilidad, pero también en un momento dado tiende a desbalancearse cuando hay situaciones difíciles internas, inestabilidad política o problemas derivados de acciones externas, como lo que ha pasado con la covid-19.
“El sector servicios es un sector muy vulnerable y el 80% del producto interno bruto (PIB) viene del sector servicios. No es lo mismo que cuando una economía está vinculada al sector agropecuario o al sector industrial que son sectores mucho más resistentes a cualquier desavenencia y fluctuaciones del mercado interno y externo. El sector es altamente vulnerable a estas situaciones de crisis pandémica”, afirmó Rodríguez.
Sin embargo, dijo que se espera que ahora con las medidas de bioseguridad y los controles que se están asumiendo, aunado a que hay mayor nivel de estabilidad en el país, “el consumo aumente y con ello los indicadores macroeconómicos del país mejoren significativamente. Seamos positivos que así como Panamá fue una de las economías que más decreció el año pasado con la crisis, todo parece indicar que va a ser uno de los países que va a crecer con índices mucho más favorables que otras economías. Apostemos a que no se dé ninguna situación de inestabilidad en el sector terciario o de servicios”, puntualizó Rodríguez.
Zapata indicó que a partir de la aprobación de la Ley 201 se estableció una hoja de ruta para poder ir trabajando con cada uno de lo sectores de la economía. El período para contratos suspendidos para este sector vence el 31 de octubre.
De estos más de 75 mil contratos que debieron reactivarse, la mayoría está en los sectores del comercio al por mayor y por menor (unos 27,500) y el sector de turismo y hotelería (9,300), que “son los sectores más impactados”.
El sector de entretenimiento, que no ha podido reabrir a plenitud sus actividades económicas por su lado, tiene alrededor de 7,360 contratos que le faltan todavía por reactivar, y en el educativo, 5,400 contratos pendientes por reactivar.
En caso de terminación laboral, la ley permite acuerdos de pago de las prestaciones laborales en un plazo de hasta ocho meses, según se plantea en la Ley 201 como mecanismo inicial.