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Cepal: Bajo crecimiento económico de la región podría desacelerar el aumento del empleo
- 18/09/2023 00:00
- 18/09/2023 00:00
Las economías de América Latina y el Caribe mantendrán entre 2023 y 2024 bajos niveles de crecimiento, a raíz de las afectaciones “complejas” del panorama económico mundial y regional, que aún se mantienen, así prevé el Estudio Económico de América Latina y el Caribe, 2023 'El financiamiento de una transición sostenible: inversión para crecer y enfrentar el cambio climático, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe' (Cepal).
Según el informe, las predicciones se basan en que para 2023 se espera un crecimiento del producto interno bruto (PIB) promedio regional de 1,7%. En tanto, para 2024 se proyecta un leve descenso en la tasa de crecimiento que llevaría al producto interno bruto regional a aumentar un 1,5%.
Las cifras reflejan que la dinámica de la economía mundial se mantiene en una senda de bajo crecimiento económico y del comercio global. A pesar de las caídas en la tasa de inflación, la Cepal sostiene que probablemente los países desarrollados seguirán con sus políticas monetarias contractivas, por lo que no cabe esperar una baja significativa en las tasas de interés externas durante este año, y los costos de financiamiento para los países de la región seguirán altos.
Para 2023, la Cepal proyecta que todas las subregiones exhibirán un menor crecimiento respecto de 2022: América del Sur crecería un 1,2% (3,7% en 2022), el grupo conformado por Centroamérica y México un 3,0% (3,4% en 2022), y el Caribe (sin incluir Guyana) un 4,2% (6,3% en 2022).
Las proyecciones para 2024 indican que se mantendría el bajo dinamismo económico en la región. Se prevé que el contexto internacional continúe siendo poco favorable, con un crecimiento del PIB y el comercio mundiales muy por debajo de los promedios históricos.
A su vez, en el ámbito interno se mantendrá el reducido espacio de política fiscal, aunque la reducción en la inflación en la región abre más espacio para la política monetaria en los países. Ante estas circunstancias, se proyecta para 2024 un crecimiento promedio del 1,2% para América del Sur, 2,1% para Centroamérica y México, y 2,8% para el Caribe (sin incluir Guyana).
“El bajo crecimiento de América Latina y el Caribe se puede ver agravado por los efectos negativos de una agudización de los choques climáticos, si no se realizan las inversiones en adaptación y mitigación al cambio climático que requieren los países”, señaló el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, en el documento.
El Estudio Económico 2023 señala que el bajo crecimiento de la actividad económica en 2023 y 2024 redundará en una desaceleración del crecimiento del empleo, cuyo crecimiento se estima en un 1,9% en 2023 y en 1,1% en 2024.
Pese a la recuperación económica que ha vivido la región, advierte que la tasa de participación laboral aún no alcanza los niveles anteriores a la pandemia (en 2019 la cifra correspondiente fue del 63,3%), y su valor es inferior al promedio de 2014-2019 (62,8%).
Además, menciona que la participación se ha recuperado de forma heterogénea. Entre 2021 y 2022, la tasa de participación se incrementó en 14 de las 20 economías estudiadas, y en tres de ellas: Chile, Colombia y Panamá, aumentó más de 2%. No obstante, en ese período la participación se redujo en seis economías y en el caso de Belice, Guatemala, Honduras y el Paraguay la caída fue de al menos 1%.
Mientras que la evolución trimestral de la tasa de participación laboral promedio de 14 países concentra más del 86,7% de la fuerza de trabajo de la región. En ese grupo de países, la tasa de participación se ha estancado y desde el cuarto trimestre de 2021 se mantiene en alrededor del 62,6%. Ese valor es muy cercano al promedio del período comprendido entre el primer trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2019 (62,4%) y es inferior al valor correspondiente a este último trimestre (63,4%). En el primer trimestre de 2023, la tasa de participación fue del 62,8%, es decir, 0,5% mayor que la registrada en el mismo trimestre de 2022
De igual forma, a la Cepal le preocupa cuál será la calidad del empleo en ese contexto de bajo crecimiento, pues es muy probable que los trabajadores se vuelvan más vulnerables, tengan menores niveles de protección social y se emplean en sectores menos productivos, lo que se traducirá en que disminuya el salario promedio y aumenta el nivel de pobreza y desigualdad en la región.
Ante ese escenario, ve relevante que en las economías de la región se deben aplicar políticas macroeconómicas que fomenten la inversión, el crecimiento, la estabilidad macrofinanciera y la sostenibilidad de la política fiscal, junto con políticas laborales activas que promuevan una mayor creación de empleo y más formalización.
También ve necesario promover la mayor (y mejor) inclusión de las mujeres y las personas jóvenes en el mercado de trabajo, para lo cual es imprescindible aplicar políticas destinadas a desarrollar la economía del cuidado.