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El Canal de Panamá requiere una "desconcentración de poder": Cepal
- 17/05/2022 10:22
- 17/05/2022 10:22
Desde la construcción del Canal, el crecimiento económico del país ha estado vinculada a la presencia de este área logística y sus ciudades terminales de Panamá y Colón.
Pese a ser un sector externo que ha posicionado la competitividad de Panamá en el mercado global, la sociedad panameña, por años, ha exigido un Canal más integrado con las realidades del país en lo social, laboral y de desarrollo.
En este marco, la directora adjunta de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en México, María Castro, comentó a La Estrella de Panamá que el Canal de Panamá requiere de planificación de visión de una "desconcentración de poder"para que sea parte de un desarrollo más amplio para toda la sociedad panameña.
“El Canal debe ser un elemento de desarrollo para la sociedad panameña porque es una empresa pública muy potente con ingresos permanentes bajo los cuales se puede planificar el desarrollo del país, pero requiere de planificación de visión de desconcentración de poder para diferenciar los estilos de desarrollo”, dijo Castro.
Según la directora adjunta de la Cepal, es necesario una desconcentración del poder del Canal porque en Panamá el poder se ha concentrado más en una "élite" que ha tomado decisiones que no han permitido los contrapesos y la construcción de un verdadero estado de bienestar que reduzca las grandes desigualdades que vive el país.
"Si uno ve los grados de pobreza que tiene Panamá uno puede decir que es una sociedad bastante desarrollada socialmente, pero no corresponde a los grados de crecimiento y dinamismo económico que ha tenido porque el crecimiento da para que Panamá pudiera ver sido una sociedad mucho más igualitaria", sostuvo.
La declaraciones de Castro se dieron durante la presentación del capítulo sobre Panamá de la publicación “Patrones de desarrollo económico en los seis países de Centroamérica (1950-2018)” coordinada por la CEPAL en Ciudad del Saber.
Castro explicó que la investigación realiza un análisis de las semejanzas y diferencias de los patrones de desarrollo de los seis países centroamericanos, para lo cual se utilizaron cuatro criterios indicativos: ritmos de crecimiento, fases de crecimiento entre 1950 y 2017, avance en la diversificación de la estructura productiva, y desempeño en términos de ingreso por habitante, niveles de pobreza, gasto social público y distribución del ingreso.
En función de dichos criterios, agregó la directora, dos países son singulares y distintos al resto: Costa Rica y Panamá; Guatemala, El Salvador y Honduras, son semejantes y, finalmente, Nicaragua ha tenido un comportamiento muy diferente al resto.
En el 2018, un estudio de la Cepal señaló que la tasa de pobreza en Panamá alcanzó un 23% mayor a la zona rural con respecto a las urbanas. Las poblaciones indígenas fueron las más vulnerables con respecto a la población no indígena ni afrodecendiente, ya que registran los niveles de pobreza más superiores a nivel nacional. Los indígenas también siguen siendo los grupos con niveles de salarios más bajos.
En materia de edad, el documento reveló que la tasa de pobreza de los menores de 15 años era el doble que de las personas entre 35 y 44 años. Mientras que las mujeres entre 25 y 34 años tiene una tasa de pobreza 5% mayor que de los hombres de igual edad.
La Cepal detalló que para el 2017, el 9.3% de la pobreza del área urbana vivía en condiciones de pobreza multidimensional, mientras que el área rural era casi del 40%. La pobreza monetaria golpeó más a las zonas rurales con un 20% superior a las áreas urbanas que registró 2%.
Los economistas panameños Guillermo Castro y Julio Rosado, quienes estuvieron a cargo del segmento de Panamá, identificaron el modelo de desarrollo panameño como “transitista”, en función de su enorme dependencia al volumen de tránsito del comercio internacional por el Canal en detrimento de una mayor integración territorial y desarrollo en los sectores agrícola e industrial.
Rosado señaló que las transformaciones transitista presentan seis rasgos, como son:
Para mejorar este flagelo, el economista mencionó que es necesario migrar hacia un modelo de desarrollo que permita superar las contradicciones propias del transitismo y potenciar la posición geográfica de Panamá y su población para transcender o ir más allá de la economía del clavito conglomerado en aras de un mejor desarrollo que sea incluyente y sostenible.
En este contexto, Castro manifestó, por su parte, que la realidad del desarrollo sostenible del Canal solo será posible como parte del desarrollo sostenible del país en su conjunto.
Concluyó en que el desarrollo del Canal debe ser tomada, no por una cúpula, sino en un proceso de amplia participación social y económica, ya que actualmente la disputa por el control de la renta se traduce a favor de los grupos dominantes de Panamá.