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Cumbre del clima 2021: la necesidad de una planificación sostenible empresarial
- 13/11/2021 00:00
- 13/11/2021 00:00
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrada en Glasgow, ha tenido una gran repercusión internacional.
Desde los señalamientos con un tono fuerte de la joven activista Greta Thunberg; pasando por el llamado del príncipe William de Inglaterra para que las mentes más brillantes se enfoquen en conseguir soluciones para salvar este planeta; y por el discurso de Simón Kofe, ministro de Justicia, Comunicación y Exterior de Tuvalu, quien destacó cómo lo que era tierra firme en su pequeña isla de la polinesia, ahora es una zona inundada.
De la cumbre y de todo el escenario queda claro que el mundo necesita acciones específicas y urgentes de todos los países para frenar los efectos que la industrialización ha traído sobre el planeta, ya que, si no se adoptan de manera efectiva, lo que le dejaremos a nuestras descendencias será cada vez menos habitable.
Estas acciones no corresponden exclusivamente a los gobiernos, las empresas –tanto públicas como privadas– también deben acoger dentro de su ADN, políticas de responsabilidad enfocadas a la ecosostenibilidad.
La sostenibilidad en las empresas generalmente aborda dos categorías principales: el efecto que las compañías tienen sobre el medio ambiente o el efecto que estas producen en la sociedad.
Según información reseñada en un artículo de la compañía Up Spain: “El objetivo de una estrategia empresarial sostenible es tener un impacto positivo en cualquiera de esas áreas. Cuando las empresas no asumen la responsabilidad, pueden suceder problemas como la degradación ambiental, la desigualdad y la injusticia social”.
Según Peter Bakker, CEO del World Business Council for Sustainable Development, la sostenibilidad empresarial es un reto para la época actual y es prioritario que las empresas midan y administren la gestión ambiental, social y de gobernanza con la misma rigurosidad que administran sus finanzas.
Esto crea valor a largo plazo, y produce resultados positivos para la empresa, la economía y la sociedad.
Ya en 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, siendo una oportunidad para que los países y sus ciudadanos emprendan un nuevo camino en el que se permita mejorar la vida de todos.
La agenda formuló 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible: fin de la pobreza; hambre cero; salud y bienestar; educación de calidad; igualdad de género; agua limpia y saneamiento; energía asequible y no contaminante; trabajo decente y crecimiento económico; construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación; reducción de las desigualdades; ciudades y comunidades sostenibles; producción y consumos responsables; acción por el clima; vida submarina; vida de ecosistemas terrestres; paz, justicia e instituciones sólidas; y, alianzas para lograr los objetivos.
Estos Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan conseguir un crecimiento holístico, ya que integran muchas otras facetas que no tienen que ver exclusivamente con el medioambiente, pero que repercuten directamente en este, con miras a lograr el desarrollo económico acabando con la pobreza, y promoviendo la inclusión social sin dejar a nadie atrás.
Este tipo de compañía puede definirse como aquella donde se realizan acciones que impactan de manera positiva en el entorno y que contribuyen a una menor contaminación ambiental.
En un negocio de este tipo, el personal toma conciencia global de la utilización de los recursos como el agua y la luz, y aprende a manejar de forma más eficiente los desechos y útiles de oficina, el desuso del papel y controla el exceso en el uso de las herramientas que la tecnología nos ofrece.
Estas, entre otras, son líneas que se deben adoptar para el bien del planeta y el ahorro, tanto de la organización, como de sus recursos.
En el caso de Panamá, el entorno en el que operan sus empresas repercute en la cadena de suministro y en las cuestiones regulatorias, ofreciendo márgenes para la innovación y nuevas formas de hacer negocios en este país.
La comprensión de los sectores clave directamente relacionados con la sostenibilidad ambiental, como la energía, el agua, la contaminación, la resistencia ambiental, los bosques y la biodiversidad y la alimentación y la agricultura, ayuda a las empresas a tomar decisiones estratégicas en relación con las tendencias ambientales y de sostenibilidad, a mejorar la reputación de la marca y a garantizar las operaciones a largo plazo y, en última instancia, a aumentar los resultados.
La sostenibilidad aplicada a la estrategia empresarial va mucho más allá del cumplimiento de las obligaciones jurídicas, fiscales o laborales, siendo de vital importancia el incremento en la inversión del capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores. La experiencia adquirida con la inversión en tecnologías y prácticas comerciales respetuosas con el medio ambiente consigue, aparte de cumplir con todas las leyes, incrementar la competitividad de las organizaciones.
A nivel global, la lucha contra el cambio climático se ha convertido en una de las principales preocupaciones sociales y económicas. Los bruscos cambios meteorológicos, la aparición de nuevas enfermedades, la desaparición de glaciares, la deforestación y la destrucción de biodiversidad son algunos de los problemas que estamos afrontando y que justifican políticas medioambientales serias y rigurosas.
En 2019, el 37% de la electricidad mundial se generó a partir del carbón. Este mineral es uno de los combustibles fósiles más contaminantes y que más carbono emite. En la cumbre de Glascow, 46 países se comprometieron a eliminar gradualmente el uso de carbón.
Entre las naciones que se adhirieron al compromiso hay grandes consumidores de este combustible fósil, como Polonia, Vietnam y Chile, pero no se sumaron los principales contaminadores, como China, Estados Unidos, Australia e India.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a escala mundial se estima que alrededor del 90% de la población vive en zonas con contaminación atmosférica, o sea, 9 de cada 10 personas, como consecuencia de esto, y 1 de cada 10 muertes que ocurren en el planeta se debe a esa polución. Esta dramática estadística conforma el cuarto factor de riesgo más importante de muerte en el planeta Tierra.
En una lista elaborada por Air Visual y Greenpeace se encuentran varios países de Latinoamérica como los más contaminados. Perú está ubicado en el puesto número 21; seguido por Chile en el 26; México en el 33; Brasil en el 44, y Colombia ocupa la ubicación número 50 del ranking.
La conciencia del consumidor está cambiando cada vez más hacia la ecosostenibilidad, por lo que serán las empresas que integren dentro de sus políticas acciones específicas tendientes a salvar el planeta, las que prevalezcan en los gustos de sus clientes actuales y potenciales demandantes de productos y servicios.
Según información de la agencia EFE, las negociaciones para alcanzar un acuerdo en la COP26 se alargarán más allá del plazo previsto para la clausura, que estaba fijado a las 18:00 GMT de ayer. Así lo confirmó el presidente de la cumbre del clima de la ONU, el exministro británico Alok Sharma.
Debido a que quedan “asuntos pendientes” de consensuar de cara a un documento final, Sharma ha decidido convocar un nuevo plenario a una hora que aún no se ha confirmado, cuando se comprobará si se han acercado posiciones, tras lo cual espera presentar un borrador de texto revisado.